Capítulo 12 | Quiero estar presente

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Las gotas de sangre de esos días llenos de penumbra, han sido utilizados para un tiempo tan desesperado como puede ser ahora, donde la gran oscuridad empieza a convertirse en humo y cenizas, haciendo que el dolor más experimentado se llenen de un poco de desesperación. ¿Habrán momentos en los que podrán ver la luz sin que la noche caiga antes de tiempo? ¿Podrán sentir la primavera siendo parte de sus días a pesar de que el silencio se hace demoledor? Siempre quiere intentar convencerse de que todo estará bien, pero la verdad es que viendo como está todo, claro que no puede hacer algo como eso.

Se quedó viendo a Tyler, este estaba con sus ojos cerrados y siendo tan solo una gran brecha de todo aquello que el destino les deparó sin un aviso. Llevó su mano a su mejilla y pudo observar su rostro aún pálido. ¿Tyler logrará recuperarse? Eso estaba siendo una esperanza caducada en la que estando presente intentando calmar el desastre, este se encuentra en todas partes para hacerle saber que está ahí para demostrarle que sus muros caerán de golpe.

Un paso es la forma más triste de saber que perderán quizás una pared alta y solida que ha estado ahí siendo parte de una resistencia perfecta y que, ahora viendo su rostro, se hace cada vez más efímero todos los momentos que pasaron juntos. Aaron soltó un suspiro y se quedó un poco más con él hasta que terminó saliendo, viendo a Daen ahí.

—¿Estás bien?

—No. No estoy listo para perder a Tyler.

—Primo, lo siento mucho, pero esto fue su decisión, solo quería salvar a Tobias —Eso lo entiende bien, pero no deja de molestarle el hecho de tener que seguir su vida sin él. Daen se acercó y colocó su mano en su brazo para que sepa que está ahí con él y no se sienta mal por lo sucedido, aunque sabe que es imposible, pero, ¿Qué más puede hacer?

—Somos una familia, Daen, quizás muchas veces parece que nos odiamos, pero todos tenemos un lugar que es importante. Tyler llegó a nuestras vidas como un jodido huracán y supo cómo quedarse porque es increíblemente descarado y sabía cómo hacerte sentir diferente.

Daen se quedó unos segundos en silencio, primero porque ver a su primo algo deprimido por el hecho de que Tyler no despierte, le hace saber que le importa. No al mismo nivel que su Boo Boo, por supuesto, pero hay algo pequeño ahí que le hace sentir miedo de perderlo.

—Todo ha sido un desastre y estamos en un momento muy caótico que quizás nos lleve a una cárcel de máxima seguridad —Rió un poco ante eso y luego le miró a los ojos —. Mi Boo Boo quiere que destrocemos todo. Ya sabes, no podemos estar dentro de una celda y debemos volver a nuestras vidas de antes y, para ello, tenemos que acabar con una ciudad entera.

—Bueno, siendo de ese modo, claro que hasta yo estoy de acuerdo con eso y si mi Angelito lo dice, es porque sabe bien que eso es lo correcto. Tú manténte en calma, ¿Sí? Te aseguro que Tyler abrirá sus ojos y todo estará bien. No lo vas a perder.

—Quisiera ser positivo en este momento, pero no puedo serlo. ¿Cómo se siente Dalton?

—Está mucho mejor, él es fuerte.

—Lo sé, es como mi Boo Boo, es por eso que nos encanta tanto porque hace que la relación sea explosiva. Eso es bueno para nosotros.

—Ya sé que no les gusta sentir que deben salvar a sus novios, les fascina ver cómo salen solos del fuego, y Dal siempre es un guerrero.

—No solo es un guerrero, Daen, es nuestro amor intocable. Ya lo verás, voy a encontrar a ese maldito imbécil y haré que sus días sean solo oscuridad. Yo asesino a mis víctimas de forma lenta para que sufran, pero esta vez, haré que sobreviva y desee morir y no le daré esa oportunidad porque no merece que sea bueno con él.

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