Si bien el ambiente era tenso, Channhel (yo ><) se se sentía totalmente relajado. Una pequeña riña con dos bandos, un acuerdo en donde ninguna de las dos partes tocaría gente o territorio del contrario, eso estaba firmado. Sin embargo Channhel violó la regla de meterse con gente.
Issey es hermano del lider de quién comanda los puntos de las colonias, ¿y quién se encarga de administrar el producto? Issey, por la pinta que tiene, nadie sospecharía que es él. Issey es bien conocido en muchas zonas, esto por su físico tan característico, no hay gente albina por el lugar, y bueno, su personalidad es lo que resalta.
Era obvio que Channhel, el otro distribuidor, se sintiera curioso por su competencia, varias veces mo hacía seguido a escondidas e incluso ya se sabía sus horarios, pensaba que era enfermo, ¿cómo va a ser enfermo si son de bandos diferentes? Era normal eso entre ellos.
—¿Terminaste de seguirme? Estúpido.— Channhel sabía que su rutina se demoronó, hasta era estúpido si siempre hacía lo mismo, tarde l temorano lo descubriría.
—No lo estaba haciendo, puedo ir a donde sea mientras no venda aquí, ¿qué hice algo malo? Estás mal hombre.— Fingir demencia era lo mejor, o al menos era su escapatoria, pero Issey no era idiota, pues ante su respuesta totalmente ilógica, solo rodó los ojos e hizo una mueca de disgusto.
Exactamente las 1O en punto de la noche, dos camionetas estaban próximas a los sujetos que "charlaban" en medio de la calle. Para la mala suerte de Channhel, uno de los tipos lo reconoció. De manera agresiva bajó del auto y no tardó en empujar a Channhel lejos de Issey.
—Relájate, solo estoy hablando con él, no tienes que golpearme.— En modo pacifico, fue su culpa estar en esta situación, no venía armado, no era conveniente el estar haciendo escándalo, eram 4 contra uno.
—Ya terminé por hoy, pero el de la casa negra no me ha pagado, le dije que tiene hasta mañana, pidió bastante y es tu culpa que no se ponga al corriente, le perdonas muchas.— La voz de Issey era fría y demandante, agreguemos que su mirada y postura eran firmes, se tomaba muy enserio su trabajo.
Channhel, de tanto observarlo, detuvo su vista especificamente en una zona, Issey pudo notarlo y frunció el entrecejo por esto tan inusual, pero el chico peliblanco no fue el único que se dio cuenta, el otro tipo no tardó en hacer un comentario muuuy homofóbico, por lo que Issey mejor lo arrastró al auto. Channhel ya estaba solo en la calle, y la verdad no escuchó nada, estaba muy entretenido en saber qué tan bien apretaban esos muslos.
—Qué mamadas Channhel, ya sácate a la verga.— Habló consigo mismo, mejor salir antes de que otros lo reconozcan y esto sea peor.
Un par de semanas y ahora era Issey quien se acercó a él, notó que Channhel dejó de seguirlo, pero lo topaba en algunas zonas que ambos frecuentaban, un parque totalmente abandonado pero con una iglesia atrás, las luces se veían prendidasz había gente dentro. Misa de 8 pm. Channhel no había visto a Issey, y en cuanto lo divisó, su mirada fue directo a sus piernas, desvió la mirada luego de darle una buena pasada, todo descarado, era evidente que no estaba en su uso de razón, y para ser honestos, Issey tampoco.
—Hola, ¿por qué ya no me sigues? ¿Te mandaron a hacer eso o qué?—
—No, es que me llamaste la atención, nada más. Resulta que estás más escondido que yo, pero ya me di cuenya que es porque mis clientes son imbéciles.— Con mucho enojó expresó Channhel, Issey, de manera burlona resopló.
—Tú eres el idiota, nada de eso pasaría si no los amenazas bien.— Issey metió la mano dentro de su bolsillo y una navaja muy linda de color negro con toques rosas era ahora quien tenía la atención de Channhel. Esta arma blanca se posicionó en el cuello del pelinegro, Channhel miró directamente a los ojos de Issey, este estaba muy serio, pero el efecto de la marihuana era evidente en su expresión.