Taehyung abrió los ojos lenta y perezosamente, parpadeando varias veces mientras se acostumbraba a luz del sol inundaba la habitación.
Al poder enfocar la vista, sintió un duro pecho bajo su cabeza y los latidos de un corazón retumbando en sus oídos. Bajó la mirada un poco y notó su mano descansando sobre un abdomen firme. Entonces levantó la cabeza, encontrándose ahora con los ojos negros y la sonrisa divertida de Jungkook.
—Buenos días —murmuró el pelinegro con una voz grave y adormilada, mientras sus dedos acariciaban la espalda desnuda de Taehyung.
Fue en ese instante cuando los recuerdos de la noche anterior lo golpearon de repente. El calor ascendió a su rostro, tiñendo sus mejillas de un rojo intenso. Jungkook soltó una carcajada que vibró bajo el cuerpo de Taehyung.
—¿Por qué te sonrojas? —preguntó Jungkook, claramente disfrutando de la vergüenza del otro—. ¿Acaso recordaste algo que te da vergüenza?
—No, claro que no —gruñó Taehyung, más avergonzado que molesto, mientras intentaba escabullirse de la cama.
Pero Jungkook fue más rápido.
Agarró su brazo antes de que pudiera poner un pie en el suelo y lo jaló de vuelta a la cama, haciendo que cayera junto a él. Con un movimiento rápido, Jungkook lo atrapó, colocándose encima de él, impidiendo cualquier intento de escape.
—¿Q-Qué haces? —balbuceó Taehyung, claramente avergonzado.
—¿Qué crees que hago? —Jungkook arqueó una ceja, mientras su sonrisa se ensanchaba aún más.
Bajó el rostro hasta el cuello de Taehyung, inhalando profundamente antes de dejar una serie de suaves besos que hicieron que el omega contuviera la respiración.
—Me gusta tanto cuando hueles a mí —murmuró Jungkook contra su piel, sus palabras cargadas de una intensidad que hizo que Taehyung se tensara. El alfa dejó escapar su aroma a tierra mojada y café, envolviendo toda la habitación.
Taehyung sabía que él también estaba impregnado con ese aroma, una combinación que siempre lo relajaba, como si todo estuviera en su lugar cuando Jungkook estaba cerca.
Mientras el alfa seguía explorando su cuello con sus labios, Taehyung se perdió brevemente en sus pensamientos. Se preguntó qué eran exactamente ellos dos. Habían pasado tantas cosas: besos, caricias... y ahora, incluso habían dado un paso más. Pero, ¿qué significaba todo eso? No quería apresurarse ni sacar conclusiones equivocadas.
—¿En qué estás pensando? —Jungkook lo sacó de sus pensamientos, levantando la cabeza lo suficiente como para buscar sus ojos.
—Nada —Taehyung intentó disimular, pero sabía que Jungkook no lo dejaría tan fácil.
—¿Nada? —Jungkook presionó su pecho contra el suyo y dejó un suave beso en su barbilla, observándolo con una expresión traviesa—. Vamos, dime, ¿qué pasa por esa cabecita tuya?
Taehyung dudó por un momento. No quería parecer inseguro, pero la duda seguía carcomiéndolo por dentro. Finalmente, respiró hondo y, algo tímido, se animó a preguntar.
—Jungkook, nosotros... ¿Q-Qué somos exactamente?
El pelinegro lo miró, sorprendido al principio, pero rápidamente su expresión se suavizó.
—¿Quieres que seamos algo? —respondió, devolviéndole la pregunta.
—Odio cuando haces eso —murmuró Taehyung, apartando la mirada, -refiriéndose a que el alfa siempre respondía sus preguntas con otra-, pero Jungkook, como siempre, no se lo permitió. Tomó suavemente su rostro entre sus manos y lo obligó a mirarlo.
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¡no soy omega! ✧ kooktae
RomanceTaehyung, el único omega en su familia llena de alfas, se matrícula en una universidad exclusiva para alfas y betas para escapar de la sobreprotección y encontrar su independencia. Su secreto está en peligro cuando Jungkook, un alfa popular, dentro...