Una vez terminado todas las clases pude descansar en casa, pero antes de poder tocar la cama. Tenía que comer alguna manzana de la refrigeradora por no haber hecho en la mañana mi almuerzo ni haber comido en la cafetería. Más salir de casa hacia el trabajo.
Caminé varios Kilómetros. La cafetería de mis jefes era lejos, pero recibía una buena paga apesar de ser menor de edad, y algo nueva en el oficio. Mi estómago rugió con prepotencia. La manzana no había sido suficiente, pero era lo único que había. Así que, debía soportar. Al menos hasta tener dinero al final del resto de la tarde.
La campanita de entrada sonó. Rebecca saludó a Cora, la mujer que era dueña del lugar junto con su esposo, y se dispuso a ir hacia el área de servicio por su mandil y gafete.
"¿Almorzaste?" preguntó la morena al tocar la puerta e ingresar tras escuchar la voz de la chica.
"..."
"Lo suponía" dijo Cora con una mueca.
"Yo..." Rebecca trató de acomodar sus palabras.
"Está bien. Vamos, cámbiate. He dejado panqueques en la estufa y un batido de mora con leche casi a preparar en el vaso de la licuadora" la animó.
La pelinegra agachó la cabeza llena de vergüenza. La señora siempre ha sido buena. Demasiado para ser sinceros.
"Gracias."
"No es nada" Cora se acercó y despeinó el cabello de la chica con suavidad "Eres mi mejor empleada, y te tengo confianza "
Tanta confianza de la que podía imaginar. Limpié las mesas, llevaba comidas rápidas a los clientes con cuidado de no tropezarme por no tener el bastón, y cobraba el precio que estaba enmarcado en cada producto.
Miré la hora en el reloj que había en el establecimiento, y suspiré cansada. Aún faltaba una hora para salir. La campanita de la cafetería sonó, un nuevo cliente había entrado y ya estaba pidiendo la carta.
"Por el momento ya solo disponemos de perros calientes, hamburguesas y bebidas en botella como colas y jugos" sonreí a medias con mi libreta en mano y los ojos puestos en ella.
"¿Sería mucha molestia si me ayuda con un café, señorita?" Dijo el hombre.
Rebecca alzó la mirada. Esa voz le era conocida.
"¿Doctor Cullen?"
Y no estaba equivocada.
"¿Qué hace por aquí?" preguntó.
El rubio sonrió.
"Buenas noches, señorita Rebecca"saludó.
Rebecca enarcó una ceja.
Esto era raro. El doctor jamás había venido aquí. Ni mucho menos doctores del hospital. Ehm, bueno, quizá uno que otro doctor para comer donas y postres.
"Recién he salido de mi guardia de 72h. Estoy algo aturdido. Así que, unos colegas me han recomendado está cafetería. Dicen que es buena"volvió a sonreír.
"Entonces, le ayudaré con el café, ¿algo más que desee pedir?"
Y como siempre mi boca. Nunca debí haber dicho esas palabras. Al doctor siempre lo envolvía una aura llena de calidez.
"Quizá su presencia, y dos hamburguesas. Una para usted y la otra para mí" respondió.
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Metamorfosis ━━Jasper Hale.
FanfictionAl menos los cuervos volaban en grupo. No se permite la copia, adaptación, traducción. Derechos reservados. Créditos tanto a la autora de twilight como a la directora de las películas.