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"Como ¿Hermanos?"

El descanso no se había hecho presente aún. Ya era jueves por la tarde, los días habían pasado rápido entre ensayos y agendas ocupadas.

Es verdad que un artista mantiene muchos compromisos, pero al menos por esta semana, cada grupo había decidido tener lo más mínimo de distracciones; era algo difícil de creer que jóvenes estrellas estuvieran negando oportunidades y citas, pero ahora habían fijado su atención en una prioridad.

Y esa prioridad, eran los contactos de Randy Marsh.

Resulta algo poco atractivo para el público entender cómo es que verdaderamente se rige el mundo de sus preciadas estrellas. Los fanáticos en su mayoría se preocupan por adquirir mercancía, dar like a las publicaciones que hacen y exigir más contenido.

Detrás de todo esa ilusión, los que más años y experiencia mantienen en el maldito mundo artístico saben de la suciedad que lo cubre; todas esas jerarquías y explotación que se debe vivir para tener una pequeña porción de atención y sentir que estás cumpliendo tus sueños, ¿Pero a qué costo?

Estos niveles van desde el menor, donde se encuentran las nuevas promesas, las personas ilusas que quiere comenzar a explotar sus talentos y se venden con facilidad en manos de todos los jodidos productores, que prometen guiarlos en sus carreras.

Luego están los que afortunadamente nacieron en cuna de oro, los conocidos nepobabys, que no tienen que generar esfuerzos para que se les sea asignado un lugar en el mundo artístico, nacen con padres poderosos, y explotan sus talentos a muy temprana edad.

En tercero vienen las celebridades ya posicionadas, los cantantes y músicos famosos, modelos y actores, que llevan una vida entera en el medio, con listas de contactos enormes, y un número en ventas que puede pasar de los siete ceros. Es a dónde todos aspirar llegar, el público los ama y se les reconoce a diario lo únicos que son, viven de su arte y de su pasión.

Lo terrible de esta industria, era el "mantener". Trabajas arduamente día con día, para poder destacar y lograr abrirte paso en esta pirámide de poder... Pero nada te asegura contar con eso toda la vida.

Es por ello que muchos artistas se atreverían y se atreven a hacer hasta lo innombrable por ese foco.

Para los actuales firmados bajo el apellido Marsh, su máximo era esforzarse, esforzarse y ser ellos mismos, demostrar su talento y dejar que el público haga lo suyo, que su productos aún les brinde tan solo un gramo de apoyo, eso habían hecho durante tantos años, pero, ¿Seguía funcionando?

Stan abrió los ojos lentamente, se encontraba recostado en la esquina de su habitación. Poco a poco pudo ir enfocando su alto techo color crema, y las pequeñas estrellas que aún lo decoraban.

El olor a capuccino recién preparado inundó su sentido del olfato, despertando por completo.

—¡QUÉ MIERDA! —se removió rápido en su lugar para divisar al resto de su equipo regado en diversas partes de su alcoba, descansando, y a Eric específicamente roncando.

Observó su reloj a un costado de su cama, "6:00 p.m"

—¡SON LAS 6 EN PUNTO! —tiró de su cabello y se acercó a sus amigos, —¡MUEVAN SUS MALDITOS CULOS DE MI CAMA! —empujó al rubio desesperadamente y le asentó un golpe al castaño, —¡AMBOS SE QUEDARON DORMIDOS!

—¡Hey! ¡OJETE! —Cartman pasaba sus manos sobre el lugar del golpe.

—Bro, ¿Por qué? —chilló el rubio levantándose del suelo.

—Corrección, todos se quedaron dormidos —el pelirrojo entró a la habitación sosteniendo un par de tazas, una para el rubio, y otra para su mejor amigo. —Malditos flojos...

Pesada fama | South ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora