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"¡Hola!"

—No espera, esto está mal, a ver otra vez.

"¡Hola, me presento soy Choi SooBin!"

—No no no, borra eso ¿Por qué pones tu nombre? —El sonido de un beso en su mejilla truena—. ¡Ugh, eres fastidioso!

"¡Hola, me presento soy Choi YeonJun!"

Sé que se preguntaran ¿Qué ha sido de mí, después de aquel día? Se los intentaré explicar, lo mejor posible. La mujer fue sentenciada a prisión, con 105 años de prisión, por cargos de violación y homicidio. 50 años por la distribución de drogas y venta de estas mismas, 14 años por evadir impuestos y 10 por chantaje y uso indebido de una institución de formación de estudio."

—Ahora que lo leo, esa mujer jamás saldrá, si no es que muerta—Unos brazos rodean su cintura, mientras sigue escribiendo.

"El hombre que era mi padre, murió la segunda semana, cuando llegó y encontró a su mujer violando a su propio hijo, mientras lo tenía amarrado y seguía forzando a beber. Hubo gritos en la planta de abajo, luego eso el estallido de un arma de fuego. Ella regresó como si nada a la habitación, donde su hijo (yo) seguía temblando por el miedo, después de escuchar el estallido."

—Esa mujer está demente—Un beso es dejado en el cuello, del escritor.

—Losé, lo bueno es que está encerrada y aislada de todas ahí dentro.

"La empresa naturalmente fue clausurada de por vida. Al igual que la casa. El colegio donde el hijo (yo) conoce a sus amigos, fue suspendido por un periodo largo, naturalmente todos fueron cambiando de instituto, y así pudieron graduarse o pasar a sus siguientes años, sin tener que perder un año. A los docentes cómplices, se les dio una sentencia de 90 años, sin apelación de libertad condicional. Al igual que los criados de la casa y demás gente que trabajaba bajo su mando."

—Pensé que esto no podría ser tan largo, pero al parecer lo será—Suspira, y un beso es dejado sobre su hombro.

—Aquí estoy para ayudarte si noto, que te pierdes o has repetido algo.

—Gracias amor.

"Naturalmente, una vez en el hospital, me hicieron pruebas, análisis de todo tipo, para confirmar o dar un testimonio más claro, sobre lo que los peritos y oficiales habían armado. Una vez dado de alta, fui a declarar, mirando aquella mujer, quien solo negaba y repetía que es el amor de una madre. Con ellos perdí tres años de escuela, me costó volver hablar con más gente, pero siempre estuvieron mis amigos ahí.

El proceso psicológico ha sido, sin duda, el más difícil para mí. Ni siquiera era consciente de poder diferenciar cuál era mi verdadera personalidad, y no con la que me hicieron crear. Gracias también a los Choi, quienes estuvieron ahí para mí, siempre brindándome el apoyo que necesite para mi proceso de sanación y recuperación. Las marcas en mi cuerpo que me hice, después de haber sido de alta en el hospital, ahora están decoradas por tatuajes, que simbolizan cada sanación en mí mismo, recordando cada que las veo, que aún sigo vivo y siempre tendré personas que esperanza por mí, mientras yo siga trabajando en ello.

SooBin es quien más paciencia me ha tenido. Hace 16 años que pasó aquello, y hoy por fin puedo gozar de lo que es ser querido y amado, puedo gozar de una vida normal y sin tantos lujos, una vida sin máscaras. Ahora soy Choi YeonJun, solo así a secas porque ya nada me ataba de nuevo, a un apellido lleno de pura suciedad."

—Y si me lo permites, en un futuro podrás ser con Choi YeonJun, pero de mi familia.

YeonJun deja el teclado y la pantalla a un lado, y se abraza al chico, quien con paciencia y aprendizaje logró esperarlo y enamorarlo, en el proceso.

—Realmente espero que ese futuro llegue pronto.

Ambos se miran y comparten un beso, un beso lleno de cosas nuevas que se avecinan.

YeonJun con 34 años, SooBin con 33 años. Aún disfrutan de su primer noviazgo, y esperan seguir avanzando así, ambos siempre tomados de las manos.

"Gracias Nishimura Riki, por ser mi primer amigo y por sin siquiera saberlo me sacaste de un hoyo del que jamás pensé salir."

P.D: Espero y no me pidas más Niki, es todo lo que pude resumir. 

The choi family  |SooJun|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora