Capítulo 35.

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Al menos nuestra despedida fue mejor que el último día en París juntos. Intentamos olvidar nuestra pequeña discusión y nos dimos un abrazo antes de que embarcase para volver a casa. Me dió pena perder el tiempo con Antoine en esa absurda conversación, lo que menos quería en el mundo es que mis posibles sentimientos se interpusieran en nuestra buena relación que hemos construido en estas semanas, pero por primera vez en mi vida los sentimientos me han jugado una mala pasada.

¿En qué demonios pensaba? ¿De verdad pensaba que Antoine iba a querer estar conmigo? ¿Qué cambiaría su vida por mi? Que absurdo. No sé en qué momento pensé que él podría sentir por mí algo parecido a lo que yo siento por él, si es que se pueden llamar sentimientos.

Me gusta, eso es cierto, pero no le quiero, sé que no le quiero porque es imposible querer a alguien cuando ni siquiera él se deja querer ni conocer. Solo es un capricho mío, estaba claro que en algún momento de mi vida tendría que tenerlo. Lástima que no sea correspondido.

¿A quien pretendo engañar? He llorado durante la hora y cuarenta minutos que ha durado el vuelo, lamentando haberle besado y lamentando que no sé ni si quiera si volveremos a vernos tal y como ha terminado el fin de semana.

Solo quiero llegar a casa, abrazar a Hugo y comer helado de menta y chocolate mientras le cuento lo idiota que es su amiga.

Bajo del taxi y subo a mi casa cargando con la maleta y con el peso de todo el fin de semana a mi espalda. Hugo abre la puerta en cuanto oye el ascensor abrirse, como si supiera que iba a llegar. Es cierto eso que dicen que cuando conoces mucho a alguien, conoces y distingues hasta el mínimo ruido.

-¿Qué tal parisina?

-Hola...

Hugo me mira extrañado, me conoce y sabe que algo ha pasado. Dejo la maleta en el pasillo y corro hacia sus brazos para abrazarle. Oigo los pasos de Gala que también viene corriendo a abrazarme. No puedo evitarlo y me rompo a llorar en los brazos de las dos personas que más quiero en el mundo, de las dos personas que nunca me juzgan y de las dos almas más puras que hay en este mundo.

-Voy a coger tu maleta, sentaros en el sofá-dice Gala.

Entro abrazada a Hugo y nos sentamos en el sofá. Sin poder apartarme de él sigo llorando por tantas emociones acumuladas.

-¿Hay que matarlo?-me pregunta Hugo.

-¿Qué ha pasado amor?-me pregunta Gala.

-Yo...Él...Nosotros...-intento coger aire-Nos besamos.

-¡Pero eso es maravilloso!-dice Hugo-Gala, me debes veinte pavos.

¿Habían hecho una apuesta sobre si nos besaríamos? Da igual, ahora no importa eso.

-No, no lo es, por supuesto que no es maravilloso-digo.

-Respira y cuéntanos qué pasa-dice mi hermana.

Intento contarles a ambos de la mejor manera posible, e intentando no derramar todavía más lágrimas todo lo que ha pasado este fin de semana, desde que me recogió en el aeropuerto hasta que nos despedimos en el mismo, días más tarde. Me quitan los ojos de encima y su expresión es de decepción total con una mezcla de enfado.

Me hecho la culpa al pensar en que Antoine podría estar interesado en mí, cuando ni siquiera él había mostrado indicios sobre ello. Mi hermana no está de acuerdo con lo último que he dicho, ya que para ello todo lo que ha hecho Antoine era una muestra de afecto e interés hacia mí.

-Espero que no vuelvas a hablarle, te lo digo de verdad-me dice Hugo.

-Hay algo...Algo que no consigo encajar, sé que me oculta algo, ¿pero es tan grave como para no poder estar conmigo?

-¡Error! Sigues defendiéndole a pesar de que te ha dicho que no quiere estar contigo-dice Gala enfadada.

-No intento defenderle, intento entenderle. Parecía preocupado cuando nos besamos, y sobre todo, parecía dolido, cuando me dijo que no quería estar conmigo... Llamadme loca, pero sé que hay algo más.

-¿Y ahora piensas ser el inspector Gatxet y adivinar qué es lo que ocurre?

-Hugo no lo sé, ¿vale? No lo sé, no puedo presionarme ahora después del vuelo y de todo lo que ha pasado, pero había algo en sus ojos que me decían que no estaba siendo sincero conmigo.

-¿Sabes lo que pasa? Que se ha cansado de el papel del francés, guapo y enamorado y ahora está saliendo la luz su verdadera personalidad.

-Basta por favor, lo que menos necesito es una conversación así, voy a ducharme y a dormir-digo.

-Yo me voy a casa, cualquier cosa me llamáis-dice Gala.

-Gracias por venir, te quiero-la digo después de darle un beso en la mejilla.

-Yo siempre estaré cuando me necesites, te quiero, descansa por favor-me dice abrazándome-Adiós Hugo te quiero.

-Chao preciosa, te adoro-le responde él.

Si decides quedarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora