Vázquez se encontraba en su casa en Bélgica.
Acostado en la cama, descansando y aprovechando su día libre.
O, por lo menos, intentaba disfrutar…
Hace días que su lobo estaba muy irritable, lo sentía sensible, débil… como si estuviera deprimido.
Se la pasaba día y noche, llamando al lobo de Exequiel entre sollozos.
Lo retaba, diciéndole que deje de pensar en ese Omega que no los amaba, que los cambió por alguien más, que les fue infiel… No podían volver con una persona así.
“Omega” “peligro” “hay que ayudarlo” Su lobo lloriquea.
— Lobo tonto, dejá de pensar en ese Omega de cuarta — Masculla con odio.
“Omega en peligro, nos necesita, pelotudo”.
— Me importa muy poco lo que le pase — Gruñe.
“Está cerca, búscalo” “su aroma” Chilla entusiasmado.
— Insoportable que sos, entendé que nos cambió por otro Omega — Gruñe con desprecio, levantándose de la cama.
Se deja guiar por su lobo hasta su armario, en dónde toma su valija y en unp de los bolsillos, encuentra una remera de Zeballos, completamente arrugada (prácticamente hecha un bollo).
No pudo evitar llevar dicha prenda hacia su rostro, olfateándola, ronroneando al sentir el dulce aroma del Omega.
Mira hacia el piso al escuchar que algo se caía: una carta. Frunce el ceño, tomándola entre sus manos.
Respira profundamente al ver que era para él y que fue escrita por Zeballos al percibir el aroma del menor en el papel.
La saca del sobre, dispuesto a leerla.
Querido Luis:
Sinceramente no sé por dónde empezar, pero puedo decir que mi vida dejó de tener sentido a partir de hoy y que no hay nada más que tristeza en mi corazón.
Con el dolor en el alma, te entiendo…tu enojo, tu bronca, tu dolor… te entiendo a la perfección.
Seguramente no quieras saber nada más de mí ni escucharme; pero, por lo menos, espero que en algún momento puedas leer esta carta y enterarte de mí verdad.
Porque sí, tengo mi versión de los hechos; después está en vos si me crees o no.
Aunque seguramente digas que no son más que excusas para justificar lo sucedido y, finalmente, decidas no creerme nada de lo que leas.
Desde el Superclásico, mi vida cambió por completo, se volvió una pesadilla.
Una persona tomó el control absoluto de mi vida, manejándome a su antojo.
Y sí, esa persona era o, mejor dicho, es Valentín Barco.
Me utilizó para descargar su bronca luego de la derrota contra River. Mediante su voz de mando, propia de un Omega Puro, emitió millones de comandos que no me dieron otra opción más que obedecerlo.
Me llenó el cuerpo de chupones, diciendo que era suyo, que odiaba que vos seas mi Alfa y que iba a hacer todo lo posible para separarnos.
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⚠️Possessive Omega⚠️ - Barco & Zeballos [Omegaverse]
De Todo« En dónde Valentín busca descargar la bronca que le dejó el Superclásico, permitiendo que su lobo tome el control o, en dónde, Exequiel parece ser una presa perfecta que se convierte en un simple muñequito de trapo, el cuál es manejado a su antojo...