La lluvia ya había terminado en esa ajetreada noche de abril.
¿No les pasa que a veces pueden oler o escuchar cosas que nunca olieron o escucharon?
Esa noche oí el perfume de la angustia y escuche el sonido del silencio. Pude hacer eso gracias a que ella se fue de ahí.Volvi a mi casa muerto como desgastado, llorando, me acosté en mi cama y no tarde mucho en dormirme.
Me desperté, para mi mala suerte, nada había sido un sueño.
No sabia si iba a seguir viendo las mañanas de ese abril, las cuales eran tan nublados y rotas como mi vida.Intenté caminar en mi habitación. Habían muchas cosas tiradas; juguetes, ropa, lápices...
No solo mi habitación estaba desordenada, pues no tardé mucho en darme cuenta que mi casa era un desastre, aunque no tanto como mi vida.Conseguir su amor había sido tan caro y ella se fue como si no hubiéramos sido nada.
Iba viajando en el colectivo, pensando en todo esto, en como mi novia se había ido. El pilar de mi vida me abandonó y mi vida se arruinó en una sola noche.
Finalmente, llegué al centro de la ciudad y comencé a buscarla con mis ojos los cuales habían visto de todo, menos esa mañana de abril, pues no estaban encontrando su pelo rubio.
Me asusté, una pesadilla se estaba convirtiendo en realidad.
Recordé que había soñado con ella. Soñé que nos besábamos tan apasionada y locamente qué me recordó a ella, pues era tan loca...
Lo único que deseo es volver a verla.
-Hola, disculpe, tengo una cita, podría pasar?- Dije.
-Adelante, siéntese- Me dijo el psicólogo.
Comencé a desahogarme. Le conté todo.
-No crees que lo mejor sería solamente pensarla? Pues buscarla no es algo tan "digno" que digamos. Será muy difícil encontrarla, aunque es mejor encontrarla a que olvidarla, pues será lo más triste que hayas vivido- Dijo el psiquiatra.
Ustedes entendieron? La verdad que yo no.
Lo único que le dije fue nuestra historia. Recuerdo como todo se fue a la mierda con esa pequeña conversación:
"Es verdad que vos tomás?" Recuerdo que me dijo eso con sus dientes tan perfectos y limpios y con una sonrisa tan bella como ella.
"Te juro que por vos ya no lo hago más, loca" le dije.
Creo que ahí comenzó a aburrirse de mi y de nuestra historia.
Volvi del centro, ya estaba en mi casa.
Seguía igual de desordenada, era un desastre. Aunque no tanto como mi vida.Dios santo, corazón mio.
Ese día me di cuenta que los precios del amor eran más caros de lo que pensé.
-¿Entonces, fuiste al centro?- Me preguntó mi hermano. Le asentí. -¿Por qué fuiste?-
-Para verla. Lamentablemente no la vi,. Te juro que me consumió el miedo, fue una secuencia de terror, una secuencia infernal.- Dije mientras miraba el suelo.
Mi hermano hizo un silencio.
-No sé que esta pasando con ella...no más quiero verla...- Dije, mientras me marchaba.
-¿¡OTRA VEZ FUISTE AL CENTRO, SANTIAGO!?- Me gritó mi hermano.
-Si- Dije -Adiviná quien no la encontró y tuvo una banda de miedo-
-Escuché ruidos ayer- Mi hermano fue a hacerse el té sin importar la cantidad de ropa tirada en mi casa. -Fuiste vos?-
-Si...no sabés como lloré ayer...lloré como la noche del apagón-
Mi hermano no supo que responderme.
-Tengo ganas de verla...-
-Santiago, sé que fuiste al centro- Dijo mi amigo.
-Si, y adiviná, ¡No la encontré, me invadió el miedo y soñé con ella!- Grité mientras contaba con mis dedos y uno de mis ojos hacia un ticc.
No más quiero verte...