Al Final Ella No Está - Spreen

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A medida que continuábamos nuestro viaje, noté que los medicamentos comenzaban a perder su efectividad. En ocasiones, me sentía más fatigada de lo habitual, y una tos persistente se había colado entre mis palabras. A pesar de que intentaba restarle importancia, cada vez que me atragantaba con la tos, la preocupación se instalaba en mi pecho, recordándome que, aunque el viaje era una aventura, mi condición no desaparecía.

━━¿Estás bien, Lirio? ━preguntó Iván, su mirada inquieta al notar que mi tos se había intensificado━. Deberías descansar un poco.

━━Estoy bien, de verdad ━respondí, forzando una sonrisa para calmar su preocupación━. Solo un poco de polvo en el aire. No voy a dejar que esto nos detenga.

Era cierto que no quería que mis problemas de salud interfirieran en nuestra aventura. La idea de detenerme, de renunciar a la libertad que había encontrado al salir de mi casa, era simplemente inaceptable. A cada tos que salía de mis labios, recordaba la razón por la que había escapado y la necesidad de vivir plenamente, aunque solo fuera por un tiempo.

Iván no parecía convencido. Sin embargo, al ver la determinación en mis ojos, asintió, aunque no pude evitar notar una sombra de preocupación en su rostro.

━━Está bien, pero si sientes que necesitas parar, lo haremos. Quiero que estés bien ━dijo, su voz cálida y firme, lo que me hizo sentir un poco mejor. No quería que se preocupase, pero su apoyo me daba fuerza.

Mientras seguíamos avanzando, el aire fresco de la Patagonia se volvió un alivio para mis pulmones, pero la tos seguía acechando. Intenté distraerme, hablando de los lugares que quería visitar y de los planes que teníamos, pero cada esfuerzo por mantener una conversación animada se veía interrumpido por la tos.

━━¿Tienes algún lugar en mente para escalar después del Fitz Roy? ━preguntó Iván, su tono más ligero tratando de elevar mi ánimo.

━━Claro, hay muchas montañas en la zona que son perfectas para escalar. Me encantaría probar con el Cerro Torre ━dije, recordando lo que había leído sobre esa majestuosa formación. Era un reto que me llenaba de emoción, un nuevo objetivo que me empujaba hacia adelante.

━━Entonces, no podemos detenernos ahora ━dijo Iván, su voz llena de energía. Se notaba que la idea también lo entusiasmaba.

A pesar de la tos, una sonrisa se dibujó en mis labios. Había algo reconfortante en compartir esos sueños. En ese momento, sentí que no solo estábamos persiguiendo montañas, sino también un futuro lleno de posibilidades.

Mientras el camino se volvía más empinado, me forcé a seguir adelante, ignorando las señales de advertencia que mi cuerpo me enviaba. La tos podía esperar; esta aventura era más grande que yo, y no iba a dejar que nada me detuviera. Después de todo, estaba aprendiendo a vivir de nuevo, a sentirme libre y viva, y nada me haría retroceder.

Con la vista de las montañas al fondo, el aire impregnado de promesas de nuevas aventuras, continuamos avanzando. Sabía que me estaba acercando a mis límites, pero la idea de rendirme nunca cruzó mi mente. La esperanza y la adrenalina llenaban mi ser, y estaba decidida a llevar a Iván conmigo en esta travesía, cueste lo que cueste.

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