ENTRE NOSOTROS / JUNIOR H

tres

"Junior H ¿está enculado de nuevo?"
"Uno de los más grandes exponentes de corridos tumbados, Junior H, se ha dejado ver con quién parecer ser su nueva conquista ¿durará el romance o solo es de paso como acostumbra?"
"¿Quién es la misteriosa chica que parece haber conquistado el corazón de Junior H?"

Eran algunos de los títulos de notas publicadas, a las que por cierto, mi familia tenía acceso porque todos se encargaron de enviármelas para preguntar qué estaba pasando.

Acabamos de aterrizar en Los Ángeles y no quería que mis pensamientos se concentraran solo en eso, pero me era inevitable. Nunca pensé que esto pasaría y solo quisiera quedarme en mi recámara en donde nadie podría encontrarme.

- Ya vamos a bajar cielito - dijo mientras acariciaba mi pierna dándose cuenta que estaba un poco tensa - En qué piensas?

- En nada amor, no te preocupes - respondí entrelazando su mano con la mía.

Parecía ser una día normal hasta que al salir del avión y caminando sobre la pista de aterrizaje muchas personas nos acorralaron con cámaras, luces y micrófonos, ahí comenzó el martirio.

- Junior, Junior, como está eso de que tienes nueva novia? - dijo un reportero apenas nos vio salir.

- Cuántos años tienes linda? Es cierto que se van a casar? - se acercó una chica con un micrófono hacia mí, solo sentí como el guardaespaldas quitó su mano del camino.

- Una foto, una foto - para este momento ni los guardaespaldas estaban pudiendo detener el caos, eran muchos.

Tenía una mano en mi cara intentando cubrirme de las cámaras y Antonio nunca soltó la otra, la apretaba de vez en cuando para reconfortarme y volteaba a verme para ver que todo estuviera bien.

- Qué pedo, respeten mi privacidad. No daré ninguna entrevista - respondía con la rabia que sabía estaba tratando de contener.

- Que mamon eh, solo queremos saber detalles de su relación - contestó uno de ellos y en ese momento estaba segura que la cara de Junior no era de contento.

No entendía cómo obtuvieron nuestra información del vuelo si volamos en avión privado y solo veníamos nosotros, a quién le pagan o qué hacen para obtener esos datos.

Quería que en ese momento me tragara la tierra, sentía muchos flashes entre nosotros y ni hablar de todo lo que gritaban. Solo quería salir de ahí y abrazarlo a solas por horas, sabía que después de esto nuestro día no iría muy bien.

Como pudimos salimos entre la multitud y subimos rápido a las camionetas que estaban esperándonos. Parecía que ya había acabado este desastre hasta que escuchamos alguien gritar.

- Que agradezca que le damos foco, que mamona, como si ella fuera la famosa - estaba sorprendida, ni siquiera me conocen y yo no los llame para que llegaran a molestar.

- Permíteme mi reina - lo escuché decir para después abrir la puerta y bajar.

Tenía los nervios de punta, no quería que se expusiera de esa forma por mi culpa. No era necesario.

- La neta no quiero ser grosero, pero ustedes simplemente llegaron aquí a atacarnos con un montón de preguntas - dijo con tono molesto - Ella no tiene la obligación de responderles, en todo caso como ustedes dicen, el famoso soy yo y yo les pedí privacidad.

- Siquiera pudo decirnos algo, solo estamos haciendo nuestro trabajo.

- No sabía que su trabajo era invadir la privacidad de las personas y obtener datos que son privados - rió sarcásticamente, odiaba que ahora querían hacerlo sentir mal.

- Neta déjenos en paz, no les vamos a responder nada y pueden verme como un mamon o como lo que quieran, no me importa - fue lo último que le escuché decir para después volver a subir.

El ambiente estaba tenso durante el camino a su casa, hasta los guardaespaldas estaban en silencio y solo se escuchaba la radio de fondo.

Al llegar ahí estaba su manager, con una cara de desagrado y con el celular en la mano, se escuchaban los videos del aeropuerto reproduciéndose.

- Que pedo que haces aquí? - preguntó.

- No mames Junior, ya viste todo tu desmadre? - contestó enojado.

Decidí dejarlos solos y me dirigí al cuarto con ayuda de la señora que le ayudaba a Antonio.

- Muchas gracias! Que tenga excelente día - dije antes de que saliera.

La discusión se escuchaba hasta acá, ninguno parecía estar contento.

- Y todo por tener a la muchachita feliz - escuché a Cochi decir, esto de verdad estaba haciéndose un problema más grande.

- Ella no tiene nada que ver aquí, no la metas.

- No mames cabron, estuviste dos semanas sin hacer nada en Guadalajara porque lo de los asuntos pendientes no te lo creo y todavía llegas acá a hacer un escándalo - gritaba, estoy segura que quería que lo escuchara.

- Diego, me la he pasado un año trabajando sin parar y ahora que tengo tiempo para mí estás haciéndomela de pedo. No he fallado ninguna fecha, entregué todas las canciones a tiempo y sigues aquí chingandome.

Sentía como el corazón se me apachurraba, sabía que durante los últimos meses no había tenido tiempo ni de tener vacaciones y es un poco injusto que se lo esté reprochando.

Minutos después deje de escucharlos, la puerta de la entrada azoto fuertísimo y no tardó en escucharse el motor del carro del manager cuando lo encendió para salir.

- Puedo pasar? - asentí y volví a mirar hacia la ventana.

- Perdóname por haberte causado todo esto - sentía mis lágrimas caer por mis mejillas.

- Tu no tienes la culpa, no sabías que esto iba a pasar - se acercó a abrazarme, lloré desconsoladamente después de eso.

Nos acostamos en el sofá que estaba enfrente de una ventana que dejaba entrar la luz perfectamente, él me sostenía entre sus brazos mientras dejaba besos en mi frente pidiéndome que me tranquilizara.

- No pasa nada amor, de verdad.

- No quiero que tengas problemas con tus amigos y equipo por mi culpa - contesté más tranquila.

- Ese cabron no es mi amigo y estoy a nada de correrlo, incluso si no hubieras llegado a mi vida lo correría. Todo el tiempo quiere trabajar y nada más me vio descansando unas semanas, se molestó - acariciaba mi pelo.

- Perdóname, si?

- Deja de echarte la culpa, no pasa nada.

Después de estar un rato así, me quedé dormida, quería quedarme entre sus brazos para siempre.

- Amor, tengo que irme a la prueba de sonido. No me tardo, duérmete y te traigo comida cuando llegue - lo sentí removerse del sillón con cuidado.