Ruptura de Lazos

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Las vidas de Luther, Michael, y Martín ya no eran las mismas. El grupo "The Fun Gang", era inseparable ¿Ahora? Ahora estaba hecho pedazos. Cada uno intentaba seguir con su vida, pero el peso del accidente seguía acechando.

𝐕𝐢𝐞𝐫𝐧𝐞𝐬 27 𝐝𝐞 𝐄𝐧𝐞𝐫𝐨

8:23PM

𝐌𝐀𝐑𝐓𝐈𝐍'𝐒 𝐇𝐎𝐔𝐒𝐄

Una noche fría, los tres amigos se reunieron en la cochera de la casa de Martín, como solían hacer en tiempos mejores. El ambiente era muy tenso, un silencio incómodo que ni las cervezas podían romper. La vieja mesa de billar en el centro del garaje, estaba cubierta de polvo.

—Bueno, al menos hemos venido —dijo Michael, intentando aligerar el ambiente mientras tomaba un sorbo de su cerveza—. Ya es un avance, ¿no?

Martín, sentado en una silla vieja junto a la pared, asintió sin demasiado entusiasmo. Luther estaba en el extremo opuesto de la habitación, más callado de lo normal, con una mirada vacía, perdida en los recuerdos de esa noche. La charla no fluía como antes; todo se sentía forzado.

—¡Ya sé! ¿Quieren oír un chiste? —Dijo Michael, intentando subir los ánimos.

——Cállate ya, no es rato para chistes— Dijo Martin con un tono frío, estaba claramente de mal humor.

Luther no dijo nada, solo miró a Martin por su comentario seco y luego a Michael, dando el "No" con su cabeza puesto el ambiente era pesado.

— :(. — Michael volvió a tomar su bebida, sintiéndose regañado.

—Luther —dijo Martín de repente, rompiendo el silencio—, ¿cómo va Sarah?

El cuerpo de Luther se tensó al escuchar el nombre. Miró hacia su botella de cerveza, recordando como la botella impactada en su cabeza y viendo a Martin, la euforia y rabia lo consumían. Respiró hondo antes de responder.

—Sigue igual —dijo con voz apagada—. Los médicos dicen que su estado es estable, pero… no saben si despertará pronto.

Michael y Martín intercambiaron miradas incómodas. Sabían que preguntar era arriesgarse a abrir viejas heridas, pero el silencio también los sofocaba.

—Es duro, lo sabemos.. —dijo Michael, intentando sonar comprensivo—. Pero mira, hay que tener fe. Quizás las cosas mejoren.

Martín, sin embargo, no pudo evitar su tono siempre cortante y sarcástico.

—Bueno, al menos no está muerta. Es más de lo que esperaba, sinceramente.

Luther se quedó en silencio unos segundos. El comentario había sido como un balde de agua fría. Claramente el comentario lo disgustó.

—¿Qué dijiste? —preguntó Luther, con los dientes apretados.

Martín soltó una carcajada amarga, como si lo que acababa de decir no fuera gran cosa.

—Vamos, tío, no te pongas así. Todos sabemos que la situación es una mierda, pero al menos... no estamos ante un funeral.

Luther se levantó bruscamente de la silla. Su corazón latía con fuerza, y la furia que había estado reprimiendo durante días empezó a hervir en su interior.

—¿Eso te parece gracioso? —le espetó, acercándose lentamente hacia Martín—. ¿Te parece gracioso lo que le pasó a Sarah?

Martín también se levantó, con una sonrisa un tanto nerviosa, quería bajar los humos con ese comentario pero sin saber tiró más fuego a la leña.

ೄྀ¡ƳO ᎯᏬ𐒐 ᎿᏋ Ꭿ𐒄𐒀!ღDonde viven las historias. Descúbrelo ahora