Capítulo 25 - No le quiero

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Amelia

La ceremonia avanzó con normalidad, vimos como le daban el Kopa Trophy a Lamine, y vimos a Aitana y a Rodri llevarse el balón de oro más que merecido.

Durante toda la gala no pude evitar que mi mirada se desviara hacia João, ya sabía que era guapo, pero había algo en llevar traje que le hacía aún más atractivo. 

A mi tampoco se me escapó las miraditas de reojo de João, pero evité lo máximo que pude que nuestros ojos se encontraran. Finalmente la ceremonia terminó y pudimos marcharnos

Me desvié por un momento de João para ir a felicitar a Lamine por su trofeo y no se como alguien me tiró del brazo y me llevó dentro de lo que parecían unas escaleras de emergencia.

— ¡¿Mason eres imbécil o que te pasa?! — le chillé

Mason levantó las manos en un gesto de aparente inocencia, pero su mirada reflejaba esa misma arrogancia de siempre.

— Relájate, Meli. Solo quería hablar contigo un segundo sin que te escaparas — dijo, esbozando una sonrisa que sabía que me ponía de los nervios.

Intenté apartarme, pero me tenía arrinconada contra la pared. — No tengo nada que hablar contigo, Mason. Te dije que no quiero más problemas.

— No me digas que prefieres seguir detrás de João — respondió, con un tono que intentaba sonar condescendiente. — Mírate, corriendo detrás de alguien que ya no te quiere.

— ¿De qué hablas? — lo fulminé con la mirada, esforzándome en no caer en su juego.

Él soltó una risa baja, sin apartarse. — Vamos, Amelia. Crees que después de todo lo que ha pasado, João va a querer algo contigo? Después de esas fotos... — Dejó la frase en el aire, mirándome con una expresión triunfante.

Sentí un nudo en la garganta, pero no iba a darle la satisfacción de verme afectada. — No sabes nada de lo que siente João, ni de lo que siento yo. No te metas donde no te llaman.

Intenté pasar, pero él volvió a sujetarme del brazo, esta vez con un poco más de fuerza.

— Escucha, Meli, lo único que quiero es que lo pienses bien. Él no es tu única opción, y te lo he demostrado. Yo sí estoy aquí, sin desaparecer, sin darle vueltas — dijo, con una mirada que intentaba ser convincente.

— Suéltame, Mason. No tienes ni idea de lo que significa una relación de verdad. João y yo tenemos problemas, pero no por ti. Entiéndelo de una vez, el mundo no gira a tu alrededor.

Fue entonces cuando la puerta se abrió y dejó ver a un João bastante cabreado, nada, no pasó ni medio segundo para que João agarrar a del cuello Mason haciendo que me soltara y lo estampara contra la pared

João no dijo una palabra al entrar, pero la tensión en su rostro lo decía todo. Sin dudar, lo agarró del cuello de la camisa y lo estampó contra la pared, sus ojos llenos de una furia que nunca le había visto.

— ¿Qué cojones haces aquí con ella, Mason? — dijo en un susurro amenazante. — ¿No tienes límites, o qué?

Mason apenas logró sonreír, con su tono burlón y arrogante de siempre, aunque ahora claramente nervioso. — Solo hablaba con ella, tranquilo, campeón. No hace falta ponerse así.

João apretó un poco más, sus nudillos blancos de la fuerza con la que lo sostenía. — Hablando, ¿eh? No te basta con haber hecho que nos peleáramos, ¿verdad? Sigues provocando, una y otra vez.

Intenté interponerme, apoyando una mano en el brazo de João. — João, ya está, déjalo. No vale la pena.

Pero él no me miraba, no podía apartar los ojos de Mason, quien mantenía una sonrisa, claramente disfrutando de la situación.

Destinados - João FélixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora