Capítulo 23: Recuerdos.

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《Mansión de seguridad, zona de la mafia Min, Seúl, Corea del sur.》

—¡Hyuuuuuung!—Jungkook se apresuró a caminar por los pasillos de la casa en busca de su hermano mayor, apenas divisó la puerta qué fungía como entrada a la oficina de su hermano corrió los cortos pasos que la separaban y abrió sin avisarme.

Desde adentro YoonGi y Wook le miraron, su hermano dejó sobre la mesa un par de papeles de  aspecto importante que pasaron a segundo plano para él cuando recordó él motivo importante por el cual estaba ahí, Wook permaneció estático en su posición como siempre solía a hacer.

—¿Qué sucede?—La voz de su hermano salió un poco más ronca de lo normal, parecida a el tono qué empleaba cuando estaba molesto, no le dio importancia.

—Necesito que me ayudes con algo, es muy importante.—El pelinegro menor cerró la puerta tras de si y caminó por la oficina hasta llegar a el escritorio de su hermano.

—Los dejaré solos.—Wook se pronunció, YoonGi le miró un par se segundos antes de asentir y entregarle la carpeta con los documentos que antes parecía haber estado revisando.

—Yo te busco más tarde.—Wook asintió, le dio una mirada a Jungkook antes de alzar su mano y despeinar su lacio y oscuro cabello en un toque cariñoso, el joven Min sonrió ante el toque de su amigo y lo vio salir de la oficina en calma.—¿Qué es lo que necesitas Kookie?—Su hermano le miró con suavidad mientras señalaba con la mirada la silla frente e él y se recercaba sobre su silla.

—Necesito que me ayudes a pedirle a Ji-Eun qué sea mi novia.










—¿Ya me vas a decir cual es la sorpresa?—La joven castaña susurró, sus piernas se movían con suavidad por el terreno desconocido, atrás de ella, sosteniéndola con cuidado por los hombros Jungkook sonreía mientras negaba para si mismo.

—Solo un poco más Ji, ya lo veras.—La chica bufón, aquello hizo que él pelinegro soltara una risilla divertida.—No es gracioso Min.

—Lo es para mí, lo digo enserio Ji, solo necesitamos avanzar un poco más y llegaremos ¿Confías en mí?—La castaña no dudo, de manera inmediata asintió, aquello hizo que Jungkook sonriera.

Un par de pasos más y se detuvieron, lo que en Ji-Eun provocó emoción de al fin saber que era eso tan especial que Jungkook había preparado y la razón por la cual había ido él personalmente a hablar con sus padres para que lo dejasen pasar todo el día con ella.

—Bien, aguarda un poco.—Ella asintió, se sintió vacía cuando las calidas palmas de Jungkook abandonaron sus hombros, en otras circunstancias se habría asustado por haber sido dejada en un lugar desconocido con los ojos vendados, pero el solo hecho de saber que era Jungkook con quien estaba la hacía estar tranquila, pues sabía que él no iba a hacerle daño.—Bien, esta listo, abre los ojos.

Obedeció, apenas lo hizo sus ojos se agradaron ante la hermosa escena frente a ella.

—Jungkook…

—¿Te gusta?—El pelinegro sonrió con la timidez reflejada en sus juveniles rasgos mientras señalaba con cierto orgullo su preparación; frente a ella se mostraba una linda manta de picnic con algunos elementos de comida acomodados estratégicamente, sobre ellos la tarde comenzaba a caer dejando a el cielo en tonalidades rojizas.

—Es hermoso…—Ella se acercó, perdió interés en todo lo que estaba a su alrededor apenas enfocó a Jungkook con su mirada.—Gracias, no tenías que hacer todo esto.

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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