Capítulo 7

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7 de octubre

P'Som avanzaba con pasos firmes hacia la carpa, siguiendo un camino de pétalos casi desvanecido en la arena, con el viento marino soplándole en la cara. La preocupación lo consumía; había buscado a First y Khaotung en su habitación, pero no había encontrado rastro de ellos. El eco de sus nombres resonaba en su mente, acompañado de la inquietud de imaginar que tal vez habían pasado la noche en la carpa, junto al mar. Sabía lo frías que podían ser las noches en ese lugar, y su corazón latía con la esperanza de que ambos estuvieran a salvo.

Al llegar a la entrada de la carpa, contuvo el aliento un instante, sintiendo cómo la tensión se acumulaba en su pecho. Se preguntó si había sido una locura dejarlos solos, si realmente habían sido tan imprudentes. Con cautela, levantó la tela de la entrada y asomó la cabeza. La escena que encontró la hizo soltar un suspiro de alivio.

Allí estaban: First y Khaotung, abrazados, sumidos en un profundo sueño. Khaotung dormía sobre el pecho de First, su rostro sereno y relajado, como si estuviera en el lugar más seguro del mundo. La manta que los cubría caía de sus hombros, revelando la piel desnuda de ambos, mientras la ropa desordenada yacía esparcida por la carpa, un testimonio de su pasión compartida.

P'Som sonrió, sintiendo cómo su preocupación se disipaba al verlos así. Aunque había sentido un momento de pánico al no encontrarlos, ahora se sentía agradecida de que hubieran encontrado consuelo en los brazos del otro. A pesar del frío de la noche, había un fuego en sus corazones que los mantenía cálidos y protegidos.

Al recordar por qué los buscaba, volvió a sentir la urgencia del tiempo y caminó hacia ellos. Sabía de antemano que no podría despertar a Khaotung; era una misión imposible, una que solo First podía manejar, porque el chico tenía el sueño tan pesado que el mundo podría partirse en dos y él no se enteraría. Se acercó a First, quien tenía el sueño más ligero, y lo tocó suavemente en el hombro.

—First, despierta —susurró, su voz casi ahogada por la calma que reinaba en la carpa—. Ya casi es mediodía. Tienen que hacer las maletas; el auto vendrá a buscarnos para llevarnos al aeropuerto.

First abrió los ojos lentamente, parpadeando contra la luz tenue que entraba por la entrada de la carpa. La expresión de confusión se transformó rápidamente en una de comprensión, y asintió con la cabeza.

—Los esperaré afuera —dijo P'Som antes de marcharse.

First se movió con cuidado para no despertar a Khaotung, que seguía dormido, abrazado a su pecho. Con movimientos ágiles, logró separarse y ponerse de pie. Se vistió rápidamente con el traje de la noche anterior, lo mejor que pudo, aunque la tela estaba arrugada y a su camisa le faltaban botones. Luego, se volvió hacia Khaotung, quien lucía adorablemente desaliñado y aún atrapado en el mundo de los sueños.

—Vamos, mi estrella —dijo First, con una sonrisa que brillaba en su rostro—. Es hora de levantarse.

Con una suavidad sorprendente, First comenzó a vestirlo, como si su novio fuera un muñequito de trapo. Y Khaotung, aun adormilado, no se opuso. Cuando First notó que Khaotung no pensaba cooperar, se inclinó y lo recogió en sus brazos, como si lo cargara en una nube. Khaotung se acomodó en la curva de su cuello, su aliento cálido acariciando la piel de First mientras murmuraba en su estado adormilado.

—Bebé, dame cinco minutos más de sueño —murmuró Khaotung, envolviendo sus brazos alrededor del cuello de First, aferrándose a él.

First rió suavemente, sintiendo su corazón latir más rápido al tener a Khaotung tan cerca.

—No puedo permitirlo. —respondió, mientras comenzaba a caminar hacia la habitación—. Necesitas estar despierto; tenemos que comer algo y luego abordar un avión.

Mí Estrella | First x KhaotungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora