Si decides quedarte.

Capítulo 42.

-¡Lárgate de aquí!

La voz de Hugo chillando me despierta y me incorporo en la cama del susto.

-¡Déjame verla Hugo!

¿Antoine? Esa es la voz de Antoine, podría reconocerla en cualquier lugar sin esfuerzo. ¿Qué está haciendo Antoine aquí? ¿Ha venido a reírse aún más de mí? No lo sé y tampoco quiero saberlo, no pienso levantarme de la cama a escuchar más mentiras.

-¡No quiere verte! Por favor vete de aquí o llamaré a la policía.

-¿Pero qué ha pasado? No entiendo nada, ella no vino a París, la regalé el billete. Por favor Hugo tienes que dejarme verla.

Oigo también la voz de mi hermana la cual intenta echar a Antoine también.

-¡Gala por favor! Tú me conoces mejor, sabes que no la haría daño, por favor.

-Antoine creo que será mejor que te vayas-dice mi hermana.

-¡Ya has hecho bastante! Lárgate-vuelve a repetir Hugo.

-Sé que he sido un idiota por no estar con ella, pero por eso la invité a venir, quería decirle que quiero intentarlo-dice Antoine.

-¡Deja de mentir!-grita Gala.

-¡Natasha! ¡Natasha por el amor de dios sal!

Me levanto de la cama sin fuerzas y con el pijama de hace varios días, con el pelo despeinado recogido en un moño y salgo al recibidor. Antoine me mira y sonríe, Hugo y Gala en cambio me miran preocupados por no saber cómo reaccionaré ante todo esto. Está tan guapo... Igual que siempre. Esta vez no está tan elegante como siempre, de hecho lleva un conjunto de chándal verde militar y no se ha peinado como siempre, pero aún así, sigue siendo precioso.

-Natasha por favor, diles que me dejen pasar, por favor quiero hablar contigo, no entiendo nada de lo que está pasando.

-Pasa-le digo señalando mi habitación.

-¡Natt no!-grita Hugo.

-Hugo, cállate por favor-le digo enfadada.

Antoine pasa a mi habitación y cierro la puerta, apoyándome en ella.

-¿Qué estás haciendo aquí?-le pregunto.

-He venido a ver si estabas bien, no viniste a París, no me llamaste, me has bloqueado...Joder Natasha, no entiendo nada.

-¿Qué no fui a París?-pregunto enfadada con un tono alto de voz-Fui a París, mi vuelo se retrasó, dormí en el aeropuerto y cuando llegué a Disney, ¿sabes lo que vi?

-¿Qué?

-¡Te vi con tu novia joder! Te vas a casar con ella y aún así estás aquí haciendo el espectáculo como si yo te importase lo más mínimo.

Antoine me mira sorprendido, se lleva una mano a la cabeza y niega rotundamente. Se levanta e intenta acercarse a mí pero le freno poniendo mi mano en su pecho. No quiero volverme vulnerable ante sus palabras ni su presencia.

-Natasha, por favor escúchame, te lo explicaré, no es lo que crees, ahora no estoy preparado para decírtelo pero por favor, ven a París y te abriré mi corazón, te contaré todo lo que necesites-me dice.

-¿Te está quedando conmigo? ¡Tú me vacilas!

-Natasha, por favor ven conmigo-dice agarrándome la mano.

-Por favor suéltame, no quiero escuchar más mentiras, no puedo.

-Natasha intentaré que me creas, que confíes en mí y que sepas quién soy en realidad, pero ven conmigo por favor. Lo que viste no es real, no lo es...

Me encantaría decirle que no, me encantaría mantenerme fuerte y decirle que me ha perdido para siempre, y que no pienso caer en ninguna de sus mentiras, ni de sus juegos, pero me es imposible. Apoyo en mi frente contra su pecho y le abrazo con fuerza e intensidad, como si necesitase sentirlo para recuperarme de todo lo que ha pasado estos días. No sé si lo que estoy haciendo será la decisión correcta o quizás vuelva a arrepentirme, pero no quiero rendirme con él.

-¿Eso es un sí?-me pregunta.

-Te juro que si no me cuentas las cosas o veo comportamientos extraños no dudaré en irme.

-Te prometo que será diferente-me dice.

Salimos de la habitación y me encuentro con Hugo y Gala mirándome enfadados, sé perfectamente que han estado escuchando la conversación tras la puerta y que no comparten mi decisión de irme con él.

-¿De verdad que vas a creer lo que te diga? Te creía un poco más inteligente-me dice Hugo.

-Natt vas a arrepentirte si te vas-dice Gala.

-¡Basta! Es mi vida y yo decido que hacer con ella, sé que me queréis y os preocupéis por mí y que todo esto me lo decís por mi bien, pero necesito hacer algo por primera vez por mi misma y tomar la decisión, por lo que yo quiera en realidad.

-Te romperá el corazón, otra vez-dice Hugo.

-Pero será por mi propia decisión. Me he tirado toda la vida escondiéndome en una coraza y evitando cualquier tipo de sentimiento y ahora decido que quiero sentir y que quiero explorar el mundo, pero sobre todo quiero tomar mis propias decisiones y si me equivoco que sea porque yo lo he querido.

-¿Pero no ves que está jugando contigo?

-Hugo, que me da igual. Que por primera vez en mi vida quiero sentir que soy libre y que no tengo que estar atada a un ordenador por el trabajo o a una ciudad porque tú vivas en ella o a lo que es lo correcto por ser el ejemplo de Gala, por primera vez en mi vida, quiero no atarme a nada. Si lo quieres entender, bien, y si no creo que ahora mismo ya me estás demostrando bastante.

-¿Vas a dejarnos por un tío al que acabas de conocer?-me pregunta Gala.

-¡Ese es vuestro problema! Que os pensáis que lo hago por él cuando en realidad lo hago por mí y porque por primera vez en mi vida siento algo y quiero experimentar esa sensación, y si me equivoco estaré orgullosa de mí misma.

-Estás cometiendo un error Natt, no puedo apoyarte con esto, lo siento pero no puedo, eres mi hermana y te quiero, por eso no puedo-me dice.

-Cuando vuelvas otra vez llorando recuerda quién te ha estado apoyando todos estos días cuando el hombre que tienes al lado te ha estado engañando desde que le conociste, cuando vuelvas con tu maleta y echando pestes de este hombre, recuerda quien lleva toda la vida a tu lado Natt, por si se te olvida, fuimos nosotros.

-¡Déjalo ya! Lo que te pasa es que te piensas que tienes derecho a decirme lo que tengo o no que hacer.

-¿Sabes qué? Que te jodan y que ojalá te vaya muy bien en París, así no tendré que volver a verte por aquí.

-¡Te odio!

-Te vas a arrepentir de esto Natt-dice mi hermana intentado coger mi mano.

-Déjame Gala, se ha visto claramente de qué lado estás.

-Estaré del lado siempre que sea el mejor para ti y del que no te haga daño, perdóname pero no puedo ver bien que te vayas con él después de todos estos días.