MIRADAS

196 18 2
                                    

Han pasado seis meses desde aquella última vez en Valencia, y en ese tiempo, tu vida había dado un giro que jamás habrías anticipado. Finalmente, cambiaste dé discográfica, ahora el equipo te trataba genial y tu trabajo era bien valorado. El disco que habías lanzado, lleno de las emociones que habías volcado en cada nota, había sido todo un éxito. A la crítica le encantaba, los fans no paraban de reproducirlo, y ahora estabas inmersa en la planificación de tu primera gira de verano

Desde hacía un mes, salías con Nadia, una chica a la que habías conocido en una fiesta. El encuentro había sido casual, casi sin importancia, y la relación que habíais construido en poco tiempo era más un refugio temporal que una verdadera conexión. Nadia tenía un año más que tú y, de alguna manera, su apariencia física te recordaba a Rus. Pelirroja, con un estilo despreocupado y rebelde, llevaba una chaqueta de cuero igual a la que Rus solía ponerse en sus conciertos. Al principio te pareció una coincidencia divertida, pero con el tiempo, comenzaste a darte cuenta de que esa similitud te hacía daño, aunque no quisieras admitirlo.

Esa noche ibas al evento más importante del mes, un gran encuentro de la industria musical. Eran unos premios de música pop principalmente, y uno de tus singles estaba nominado. Te habías puesto un vestido elegante, más formal de lo que te sentías, y Nadia también estaba lista, aunque algo molesta. Habíais tenido un pequeño roce antes de salir. Era una tontería, algo sobre el tiempo que te habías tomado para arreglarte.
- Venga, amor, no pasa nada - le dijiste mientras te ponías los pendientes frente al espejo - quiero que las cosas salgan bien, no vamos a estar discutiendo por tonterías - vaya mentirosa estabas hecha - vámonos

Nadia te miró, su gesto todavía algo huraño, pero finalmente asintió, dejándolo pasar. Sabías que no era más que una distracción para ti, algo que te ayudaba a no pensar en Rus, pero en los momentos en que te quedabas sola con tus pensamientos, era imposible ignorar la verdad.

Al llegar al evento, la sala estaba llena de gente importante del mundo de la música. Las luces brillaban, las conversaciones y las risas llenaban el aire. Mientras cruzabas la entrada con Nadia a tu lado, tus ojos recorrieron la multitud buscando rostros conocidos. Y allí estaba Vio, siempre radiante, te vio desde el otro lado del salón y te saludó con una gran sonrisa
- Tn, qué pasada verte aquí - exclamó Vio mientras te abrazaba con efusividad - Cómo estás? Lo de tu disco está siendo brutal
- Gracias, Vio - sonreíste, aunque sentías que tu corazón no estaba realmente ahí - Todo ha ido muy bien. Mucho trabajo, pero muy contenta

Nadia, a tu lado, se mantuvo en silencio, aunque su expresión seguía algo distante desde el pequeño roce de antes. Te giraste hacia ella, intentando incluirla
- Vio, te presento a Nadia, mi... mi novia.
- Encantada - dijo Vio, estrechándole la mano con amabilidad - Espero que estés cuidando bien de Tn, la necesitamos en buena forma para la gira

Nadia sonrió, aunque tú sabías que detrás de esa sonrisa había algo de incomodidad. No era su mundo, no le gustaban estos eventos, pero tú la habías traído porque no querías estar sola. Intentaste mantener una conversación ligera, pero tus pensamientos seguían vagando. Aunque estabas rodeada de personas queridas, sentías una especie de vacío que nada lograba llenar. A medida que la noche avanzaba, cruzaste palabras con Nai, Juanjo y Martín, todos emocionados por la gira que estabas planeando. Hablaste de las ciudades a las que irías, de las fechas, de las ideas para los conciertos.

Estabas absorta en una conversación cuando ocurrió. Al girar para caminar hacia el bar, chocaste levemente con alguien. Al alzar la vista, el mundo pareció detenerse. El aire se congeló en tu pecho y sentiste una sacudida que te recorrió entera. La reconociste de inmediato, aunque habían pasado meses. Ruslana. Su cabello, su postura, el aire de despreocupación que siempre la rodeaba. Todo en ella era exactamente igual, y sin embargo, algo era diferente. No supiste si era la manera en que te miraba, o el leve cansancio que se reflejaba en sus ojos, pero esa chispa que habías conocido tan bien ahora parecía teñida de algo más oscuro.

Tus ojos se encontraron en un instante de pura sorpresa, pero ni una palabra salió de tus labios. Ella tampoco dijo nada. Ambas os quedasteis allí, inmóviles, sin saber qué hacer, sin saber si avanzar o retroceder. Solo el ruido de fondo del evento seguía sonando a vuestro alrededor, pero para ti, todo se había desvanecido, como si solo existiera ese espacio entre vosotras. Con el corazón latiendo a toda velocidad, solo pudiste quedarte allí, incapaz de apartar la mirada
- Amor - Nadia te cogió de la mano y viste cómo la mirada de Rus cambió - no íbamos al baño? qué pasa?
- Nada, nada, vamos - te habías quedado inmovilizada, por mucho que Nadia tirase de tu brazo, tus piernas no respondían

Rus fue la primera en moverse. Se apartó lentamente, sin decir nada, pero esa mirada que te lanzó al final lo decía todo. Estaba ahí, de nuevo en tu vida, aunque no sabías lo que eso significaba.

RUSLANA Y TN OT2023 | EL DÚO PERFECTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora