Era media noche cuando Summer despertó con ganas de ir al baño, ella bajo de su cama y entro.
Las noches eran un reto de terror, pero hace unas horas había añadido un año más a su tiempo y eso la hacía mayor.
Ser valiente era un propósito.
No despertaría a Lizzie o ____, ella podía ir sola está noche a orinar. Su tía Alanna le había regalado un lámpara de noche.
En la gran obscuridad silenciosa, solo se escuchó una voz infantil cantando para calmar sus nervios.
“L is for the way you look at me
O is for the only one I see
V is very, very, extraordinary
E is even more than anyone that you adorr can”
La niña había logrado su travesía, no había pasado más, ningún monstruo se había atravesado en su camino.
Entonces ahora podía con todo.
Fuera de regresar a la cama, ella bajo a la sala puesto que sus regalos estaban ahí, se había quedado dormida jugando.
La tía Aubrey seguía en casa, ella la hizo sentir más segura porque si algo pasaba ella podría hacer algo.
Prendió la televisión una vez que junto sus regalos y estuvo ella en medio de todos.
Entonces ahí estaba esa pequeña mente despertando de poco, recordando que su madre estaba embarazada, la preocupación que eso causaba todos los días desde la noticia volvio.
Molesta paso canal tras canal.
Cómo se atrevía, no quería un hermano, todo el lugar era de ella.
Ese control era de ella, lo había llenado de stickers de la princesa Cenicienta. Su mamá ___ le había dicho que podía pegarlas donde se le diera su gana, esos sticker estaban hasta en el espejo del baño de sus madres solo porque ella así lo quiso.
Los jueves eran jueves de comida china solo porque ella así lo pidió.
La sala era de color blanco porque ella lo había pedido así cuando hubo cambio de muebles, la sala había sido decorada solo por ella.
Y sus dibujos, solo sus dibujos estaban colgados con tanto orgullo en la oficina de su mamá ___.
En el baño solo había un shampoo de spiderman y era de ella, no lo compartiría.
El cereal de chocolate en su propio estante nadie lo tocaba, ese espacio que ella pidió para poder tomar las cosas sin tener que subir a un banco o pedir ayuda, ese lugar era para ella y su comida favorita.
Ahí estaban sus tartas especiales y nadie las tocaba.
¿Y si el bebé era un ratero?
Claro que lo era, era un intruso que ponía en peligro los jueves de comida china.
El podría pedir que fuera un jueves de...
Leche, si, Jueves de leche porque eso le gustaba a los bebés, un jueves de leche y papilla.
Fuchi.
Sus juguetes eran todos de ella, no podría compartirlos con alguien que no fuera Marlowe o Rose, incluso Cosmo.
Y sus Mamás.
No, esos no.
Era lo que menos podía permitir, los besos de buenos días y buenas noches eran todos para ella.
El espacio entre ellas en una noche fría era para ella, si llegaba alguien más, entonces no estaría cerca de alguna. Las cosas estaban perfectas así, de un lado Mami Lizzie y de otro Mamá ___.
