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Hyuna soltó un suspiro. Cansada de tanto grito salió de la habitación escuchando un quejido y tras eso un golpe.
Tal vez estaba mal decir que estaba acostumbrada a eso, pero, era algo tan normal que realmente ya no le sorprendía.
Oir los gritos y maldiciones de parte de till era algo que vivía cada día, junto con las insinuaciones arrogantes y burlonas por parte de Iván. Una persona, la cual realmente ciega podría ver el odio que se tenían.
Aunque, claro, habían momentos que realmente hacian, sobre pensar a la mujer.
No sólo por las miraditas que ambos se daban en clases o incluso en cualquier lugar.
Se gritaban, si, se golpeaban (Aunque till era el único que repartía coñazos) pero aun así hyuna era la única que sentía una tensión en ellos dos. O bueno tal vez los demás solo lo ignoraban.
Hoy era un día normal.
...
Quiten lo normal.
Hyuna se sobresalto al no escuchar más gritos , incluso pudo oir la mesa crujir en un movimiento tosco, pero eso solo hizo que su preocupación aumentara. Aunque claro, ellos siempre jugaban a golpearse eso no significaba que podrían, por la rabia del momento, hacerse realmente daño.
Con ese pensamiento, abrió con rapidez la puerta encontrando una escena realmente incómoda a su parecer.
...
- ¡Cara de mierda! - Iván soltó una risa sarcástica pero llena de maldad, su ojos negros con rojos brillaron de excitación.
- ¡Cara de rábano! - insulto Iván, viendo el lindo rojo en las mejillas de till por, seguramente, la rabia del momento.
- ¡Sera tu madre! - el más bajo agarro por el cuello de la camisa a Iván y de un movimiento brusco lo atrajo hacia el con la intención de golpearlo más no funcionó al ser atrapado.
- Oye, ¡Ni siquiera tengo una madre! - Admitió, till lo ignoro y intento alejar al más alto el cual solo hizo varios movimientos hasta quedar con till sentado en una silla del comedor y el azabache entre sus piernas tras eso escuchando el crujido de la madera de la mesa corriendo.
Si tan sólo el peli plateado no hubiera estado tan enojada seguramente lo alejaría con todas sus fuerzas. (No, no lo haría)
- ¿Eres un gusano? ¡Quédate Quieto! - Pregunto con una sonrisa extasiada una gota de sudor bajo por su sien mientras inútilmente intentaba calmar al más bajo siendo aún más delicado y suave con el.
Till pateo la rodilla derecha de Iván, el cual soltó un quejido lastimero.
El peli plateado solo dio a hacer un brinco, Iván jamás soltaba un quejido de dolor aunque le diera mil golpes, eran solo risas burlonas o incluso comentarios sarcásticos que solo hacia enojar aun más a till.
El azabache solo hizo un teatro al ver la linda preocupación en los ojos verdosos de till.
Sus miradas se conectaron sus ojos, brillando por el contacto y aunque minutos atrás se estuvieran diciendo hasta de lo que se iban a morir.
Y solo fue minutos después en el que till se dio cuenta de la rara posición en la que se encontraban.
- Uy. - Ambos voltearon a ver a la mujer la cual se encontraba viendo todo con sorpresa, bueno, si alguien le hubiera dicho que detras de esa puerta se hubiera encontrado eso entonces por ningún motivo habría entrado. - Sigan con lo suyo. - Fue lo último que dijo para luego retirarse del lugar, completamente aturdida por ese momento. No era normal encontrar a las dos personas que más se peleaban en esa posición y peor aún, viéndose con tanto amor que hyuna podría sentir que vomitaria dulces.
Jamás se volvería a preocupar por esos dos tontos de nuevo.
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꒰🎧꒱
En esta casa se apoya a till como ganador de la séptima ronda. 🗣️‼️
Amo el ivantill.
Ay pocos historias sobre ellos y eso me entristece. Me gustaría que hubieran más y con finales felices, gracias.
Historia donde esta vez, till si mira a Iván como a alguien especial.
