Capítulo 21

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Estaba sola en el hotel, Melvin había salido a resolver unos asuntos, la idea de irnos seguía latente. Pero a mí me faltaba algo.

Además, me veía preocupada por el repentino mensaje que Dorian me había enviado hace unas horas. No entendía su contenido.

Dorian: Lo lamento mucho, literalmente me acorraló :(

Mientras pensaba alguna posible respuesta, alguien golpeó la puerta de la habitación, creí que era Melvin que había vuelto pero me encontré con el botones del hotel.

- ¿Si?

- Disculpe que la moleste señorita, hay alguien que la está buscando en la recepción.

Fruncí el ceño: ¿Alguien, quién?

Asentí y seguí al botones hasta la recepción. ¡Sorpresa! De pronto el mensaje que Dorian me había enviado tenía todo el sentido del mundo.

Ahí, parado estaba George Ripley con un ramo de rosas y sonriente. El que me faltaba.

- George, que sorpresa. - fingi una sonrisa mientras me entregaba las flores - Gracias, son hermosas.

- Lamento aparecer así, meilė. Dorian, a quién probablemente recuerdes, me ayudó a encontrarte. Me dijo que te estabas quedando en un hotel porque tuviste problemas en tu casa. - tomó mi mano con delicadeza y la besó.

Bueno, al menos Dorian mintió bien.

- Vengo por una invitación formal, quizás te mencioné que tengo una fiesta importante. Esta noche. Quiero que me acompañes.

Lo miré sin parpadear. En ese momento hallé más de veinte excusas, la realidad es lo que menos necesitaba  era a George sobre mi. Más cuando con Melvin estábamos básicamente abortando la misión.

- Yo... - comencé.

- Es una fiesta meramente formal, van a estar las personas con las que trabajo, mis hijos, amigos...

- ¿Tus hijos? - lo interrumpí, con una ansiedad disfrazada de curiosidad.

Asintió con una sonrisa ladina - Si, mis hijos. A Julia ya la conoces, y después está Percy, mi hijo mayor.

Pronunció el nombre de su hijo con algo de desagrado. Eso me marcaba perfectamente la relación que ambos tenían.

¿Me estaba diciendo que si asistía a esa absurda fiesta iba a tener la posibilidad de poder hablar cara a cara con Percy Ripley, de poder expresarle cuánto su amigo lo estaba buscando?

Me mordí el labio. Probablemente Melvin no iba a estar de acuerdo, y de alguna forma u otra yo seguía involucrandome, a pesar de que en varias ocasiones dije que quería dejar de hacerlo.

- ¿Y muñeca, vas a seguir haciéndome esperar o vas a darme una respuesta? - preguntó - No quiero chantajearte, pero mi amigo personal Giorgio Armani tiene un vestido que seguramente disfrutes usar. - bromeó.

Y después de todo, yo seguía usando a George.

Pero era la oportunidad mas cerca que tendría de encontrar a Percy. Por Melvin. Por todo lo que él había arriesgado.

- Está bien, iré.

Su cara se iluminó en satisfacción. Descubrí que eso es lo que quería George: Tener el control de las personas.

- Te enviaré al chofer de la familia, ni se te ocurra aparecer sola. Es un lugar grande y puedes perderte.

Se inclinó para dejar un suav beso sobre mi mejilla. Me aparté con disimulo, esperando que no note mi disconformidad ante su tacto.

- ¿A qué hora?

- Ocho y media. - contestó inspeccionandome - Nos vemos ahí, meilė.

Lo ví salir del hotel, la verdadera pregunta era si iba a decirle a Melvin sobre esto, o si iba a ocultarlo.

¿Y si salía mal? ¿Y si no encontraba a Percy?

Había muchas posibilidades y ninguna certeza. Pero lo haría, iba a hacerlo. Melvin lo hubiera hecho por mi.


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