One Shots - Michaeng

¿Por qué eres tan fria?

-solo quiero decir que la historia está un poco larga-

Chaeyoung nunca se había considerado una persona particularmente sociable. Prefería la tranquilidad de su estudio, rodeada de lienzos y pinceles, donde el silencio solo se rompía por el suave sonido de la pintura deslizándose sobre la tela. Había algo reconfortante en estar sola con sus pensamientos y sus obras, sin la necesidad de llenar el espacio con palabras vacías. Sin embargo, eso no significaba que no disfrutara de una buena compañía, si era la adecuada.

La universidad le había dado un respiro en su vida social. Conoció a Momo en una de sus clases de pintura avanzada, y, para sorpresa de Chaeyoung, se hicieron cercanas rápidamente. Momo era todo lo contrario a Chaeyoung: extrovertida, relajada, siempre con una sonrisa lista. A pesar de sus diferencias, Chaeyoung encontró en ella una especie de paz. Momo no presionaba, no demandaba su atención constantemente. Simplemente estaba ahí, una presencia constante y cálida.

—Deberías conocer a mis amigas —le dijo Momo un día, mientras ambas limpiaban sus pinceles después de clase. —Son todas increíbles, seguro que te van a caer bien.

Chaeyoung hizo una mueca, algo dudosa. La idea de conocer a un grupo grande de personas no era precisamente algo que le emocionara. Prefería el uno a uno, o mejor aún, el uno a ninguno. Sin embargo, Momo no parecía dispuesta a aceptar un no como respuesta.

—Son divertidas, te lo prometo —insistió Momo con una sonrisa amplia. —Nayeon y Jeongyeon son las líderes del grupo, siempre nos hacen reír. Y Mina... Mina es una de las más tranquilas, creo que se parecen en eso.

Chaeyoung parpadeó, sorprendida por la mención especial de una de las chicas, pero no le dio mucha importancia. Al final, después de la insistencia de Momo y el deseo de no quedar como una antisocial total, accedió.

El día de la reunión llegó más rápido de lo que Chaeyoung esperaba. El café donde Momo le había dicho que se encontrarían estaba abarrotado de estudiantes, charlas y risas llenaban el ambiente. El lugar era acogedor, con luces cálidas que colgaban del techo y una música suave que apenas se escuchaba sobre el bullicio.

—Ahí están —dijo Momo con entusiasmo, señalando hacia una mesa larga donde un grupo de chicas conversaba animadamente. —Vamos.

Chaeyoung respiró hondo, intentando calmar los nervios que de repente sentía. Seguía a Momo de cerca mientras se acercaban a la mesa.

—¡Hola chicas! —exclamó Momo cuando llegaron, haciendo que todas levantaran la vista.

Las miradas curiosas se centraron en Chaeyoung por un momento, y ella sintió el peso de ser la nueva en el grupo. Sin embargo, las sonrisas cálidas que recibió de vuelta la tranquilizaron un poco.

—Chicas, ella es Chaeyoung —dijo Momo, poniendo una mano sobre su hombro de forma amigable. —Nos conocimos en clases de pintura.

—¡Hola! —dijeron varias al unísono, mientras otras sonreían amablemente.

—Y ella es Nayeon, Jeongyeon, Sana, Jihyo, Dahyun, Tzuyu... —Momo señalaba a cada una con entusiasmo. Todas parecían relajadas, dándole la bienvenida sin mucha presión. Sin embargo, fue cuando llegó al último nombre que Chaeyoung sintió una extraña tensión en el aire. —Y ella es Mina.

Los ojos de Chaeyoung se encontraron con los de Mina por primera vez, y el tiempo pareció detenerse. Era solo un instante, pero había algo en la forma en que Mina la miraba, algo que la hizo sentir vulnerable, expuesta de una manera que no estaba preparada para enfrentar. Sin saber por qué, apartó la mirada de inmediato, sintiendo una punzada de nervios que no podía explicar.