Capítulo XLIV

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Luego de unos días todo volvió a la normalidad para ____, dado que ahora estaba de vuelta con su pequeña, solamente que ahora Leon también estaba en su apartamento.

Era de mañana, y ahora _____, se encontraba alistándose para salir, a lo que Leon quien terminaba de desayunar notó que estaba arreglada.

-¿Saldras?- preguntó obvio puesto que la chica estaba terminando de cepillar su cabello corto.

-Me contactaron de la DSO- habló seria mientras tomaba su bolso.

-¿Vas a volver a las misiones?- preguntó cauteloso.

-No, de hecho, prometí no hacerlo, desde que nació Miranda- habló mientras buscaba las llaves- a diferencia de ti, yo puedo colocar límites con la organización y mi vida privada- lanzó un poco fría- ¡Miranda cariño!

La pequeña corrió saliendo de su habitación directo a su madre.

-Mamá saldrá por unas horas ¿de acuerdo?, volveré para que cenemos juntas- la pequeña sonrió mientras asentía.

Y sin más la chica salió sin despedirse de Leon, claro que él sabía que este proceso no era el más digerible, hace poco se acaba de enterar de su paternidad, la pequeña corrió a los brazos de su padre.

-Tu madre parece odiarme- habló pensando en voz alta a lo que la pequeña lo observó.

-Papi no digas eso- ella lo palmeo con su manito, acto que enterneció a Leon.

-¿Qué te parece si preparamos la cena para sorprender a mamá?- la pequeña chillo de emoción asintiendo.

Ambos salieron directo al supermercado. Por otro lado, la pelinegra estaba sentada en una de las tantas oficinas de la DSO, posteriormente la llamaron para la pequeña reunión.

-Sra. Kennedy- al escuchar ese apellido cerró los ojos, había olvidado por un instante que aún seguía casada.

Sin más me senté en esa sala de juntas para escuchar las propuestas que tenían que decir.

-Según comprendo su situación, ¿usted quiere trabajar dirigiendo a los agentes de campo verdad? - a lo que la pelinegra asintió.

-Es correcto, quiero dirigir sus pasos desde aquí- habló segura.

-¿Creo que ya es de su conocimiento que usted es uno de los mejores prospectos que tenemos hasta el momento verdad?- yo asentí lentamente.

-Pero tomen este ejercicio profesional como una tutoría para los novatos- los hombres frente a ella se vieron unos a otros- a parte que aún tienen el miembro más importante- inhalo profundo antes las palabras que iban a salir de su boca- mi esposo aún sirve su servicio como agente así que no pierden a ningún miembro distinguido.

-Lo sabemos Sra., pero el Agente Kennedy nos exigió unas vacaciones así que tenemos prohibido contactarle hasta que el tiempo haya transcurrido- la pelinegra frunció el ceño, puesto que el rubio daría todo por su puesto.

-¿Y de cuánto son esas vacaciones exactamente?- preguntó extrañada.

-Ocho meses aproximadamente- a lo que la pelinegra quedó perpleja, realmente estaba arriesgando su puesto pidiendo esas vacaciones- pero a lo que nos concierne, le gustaría empezar dentro de dos semanas, puesto que mandaremos unos agentes para evaluar un territorio con posible actividad fuera de lo normal- la pelinegra asintió.

Leon empujaba aquella carretilla de supermercado mientras tomaba uno que otro producto para la receta.

-Nunca te había visto por acá- una voz femenina le llamó la atención, era una mujer joven rubia.

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⏰ Última actualización: Oct 11 ⏰

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Desde esa noche //Resident Evil// Leon S. Kennedy y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora