El regalo

II

Me había desperado de un sobresalto, miro el techo con la respiración agitada.

- Cala, ¿cómo te sientes? ‒me giro al oír la suave voz de Esme, ¿había sido un sueño?

- Bien, creo, tuve un sueño de lo más raro ‒niego sonriendo, eso había sido una pesadilla nada más, nada de eso era real‒ pero todo bien, o sea, estoy bien ‒intento sonar tranquila, pero noto algo en la mirada de Esme que no me gusta‒. ¿No era mejor creer que fue un sueño? ‒muerdo mi labio. Veo a Carlisle entrar seguido del chico de la foto, creo que su nombre era Edward.

- Eso sería un riesgo, podrías contarlo a otros como un sueño raro que tuviste viniendo aquí y nos pondría al descubierto ‒Carlisle estaba muy serio, ¿podría ser que me matarían? No tenía familia que me buscará, así que si me iba, nadie lo sabría.

- ¿Y si prometo no decir nada? Puedo pensar que es un sueño y no hablar jamás, me iré y juro por Dios que no diré nada ‒trago saliva.

- Ella piensa que la vamos a matar ‒abro los ojos con la sorpresa, ¿lo había dicho en voz alta o algo?

- No, no querida ‒Esme toma suave mi mano‒, sólo necesitamos explicarte todo, lo hablamos y creemos que eres de confianza ‒eso me sorprende mucho.

Carlisle se acerca un poco más y comienza a hablar, mi boca se abre con sorpresa al descubrir la verdad, ellos eran vampiros y Jake un hombre lobo, la mujer en el claro era una vampiro nómada que iba a alimentarse de mí. Al parecer ellos eran una especie de vampiros vegetarianos ya que sólo tomaban sangre de animales, eso explicaba porque salían en las noches y sus ojos cambiaban a menudo de color.

Me habían dejado para que asimilara todo, claro que podría irme de aquí y decir que estaba loca o eran caníbales o algo así, pero la verdad es que no quería, me sentía muy feliz aquí y quizás era por eso que no me había ido en primer lugar.

Cuando siento que estoy tranquila, me pongo de pie y salgo de la habitación, ahora estaban todos reunidos, parecían ansiosos.

- Sé que decirme aquello fue difícil, pero la verdad es que no me creo capaz de hacer algo que les haga daño, he sentido desde el inicio que son extraños ‒sonrío con ironía‒, pero también me siento extraña con el resto de mi especie, así que me sentí cómoda aquí, así que incluso si me fuera, jamás hablaría con nadie de ustedes ‒los miro a todos.

- No quieres irte, ¿cierto? ‒había aprendido que Edward podía leer mentes, Jasper controlaba las emociones, Alice veía el futuro, Bella era una clase de escudo y Nessie era capaz de mostrarte sus pensamientos cuando te tocaba.

- En realidad no, pero también soy consciente que no puedo quedarme aquí, no puedo ser una carga para nadie ‒Esme se acerca, la miro atenta, entonces me abraza.

- No lo eres Cala, ha sido bueno que estes aquí, además de Nessie, es bueno tener otra joven aquí ‒asiento, si eran vampiros no tenían la edad que aparentaban.

- Además Bambi, ¿a quién voy a molestar si te vas? ‒comienzo a reír ante las palabras de Emmett, la verdad es que me caía bien, podía decirse que éramos amigos‒, no es gracioso molestar siempre a Jacob ‒escucho al aludido quejarse.

- Gracias y una disculpa por los inconvenientes causados por mi estancia aquí ‒Esme me sonríe, sin duda era muy maternal.

Los siguientes días fueron inusuales, ahora sabía que Edward y Bella eran los padres biológicos de Nessie, al parecer había sido concebida cuando ella aún era humana, por eso Nessie era mitad humana y mitad vampiro.

- ¿Hicieron una votación? ‒una noche estábamos alrededor de una fogata, ellos hablaban un poco de lo que habían vivido.

- Sí, porque Edward no quería convertirme, así que les pedí que votaran ‒vaya, no me imagino porque él no quería convertirla si era obvio que se amaban con locura.