Vicodin, espasmos e inventarios

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Era día de inventario en el hospital y por andar aceptando favores Moreno terminó cayendo en una trampa, supliendo a un compañero en el turno nocturno

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Era día de inventario en el hospital y por andar aceptando favores Moreno terminó cayendo en una trampa, supliendo a un compañero en el turno nocturno.

Se supone que se repartiría el trabajo entre los tres horarios existentes en farmacia. Pero al parecer sus amables colegas le dejaron casi todo el trabajo a Aparicio. Normalmente son las noches más tranquilas, tal vez uno que otro código azul pero nada fuera de lo normal.

2:00 a.m

Flores, ya estaba harto de anotar cada una de las medicinas que había en la farmacia, incluso tuvo que volver a contar las pocas que los anteriores turnos habían hecho, ya que dejaron un post-it diciendo "tal vez nos equivocamos en algunas notas, por favor vuelve a revisar".

Ni su único trabajo sabían hacer bien.

El hombre estaba muy centrado en su labor, quería terminar aunque sea la mitad para las 5 a.m. ya que si faltaba algún medicamento lo culparían, lo podrían tomar como si traficara ese medicamento controlado. Poco se dio cuenta del sonido chocante en el mostrador.

- ¡Hola! Es una urgencia médica -dijo House con fastidio y golpeando la mesa con su bastón.

- Lo siento mucho, ¿Qué necesita doctor? -se quedó helado al ver de quien se trataba.

Si de algo o más bien de alguien le habían advertido sus compañeros era de ese hombre, el Doctor Gregory House. "Miserable será el destino de aquellos que lo atiendan" fueron las palabras exactas de la enfermera Beasley, incluso se esforzó en memorizar su rostro para evitar a toda costa el trato con aquel enigma.

- Llena este frasco -le lanzó el dicho al mesón.

-Leyó la etiqueta del bote en la mesa- lo siento doctor, no puedo entregarle vicodin, es un medicamento que necesita prescripción.

- No me digas -hablo con sarcasmo- llénalo.

Moreno discretamente miro hacia abajo del mostrador donde guardaban la papelería, en grande pudo ver el papel pegado: "NO VICODIN A HOUSE atte: Dra. Lisa Cuddy".

- La política de este hospital me lo prohíbe -una sonrisa amable se asomó.

Lo último que quería era un problema con ese específico ser humano.

- Mira niño, no me importa que tanto tengas que lamerle los quistes a Cuddy. Llena el maldito frasco -se apalanco sobre la recepción- ella no se dará cuenta, tu tendrás tu miserable trabajo y yo podré seguir haciendo el mío.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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