Hoy es un día muy importante para mi, es mi vuelo a Brawlywood donde estarán artistas muy conocidos como la señorita Lola o su esposo Gray que son grandes estrellas de cine. En cambio yo soy cantante, así como Melodie, a pesar de que ella y yo nos tenemos una rivalidad muy elevada debo de admitir que es una cantante muy buena. Por otra parte estoy nerviosa, hoy debo de dar un concierto frente a mucha gente, entre toda esa multitud se encontrarán muchos más artistas aparte de mi, pues se está celebrando un festival importante por esa zona, debo de estar preparada, pues el concierto es mañana a las 10 p.m.
A pesar de tener años de experiencia los nervios siempre están presentes conmigo, tengo miedo de hacer algo mal y cagarla. Recuerdo las primeras veces que empecé a cantar, siempre me costaba vocalizar o no sabía hacer bien mis gestos, por que además de cantante soy acróbata como mi padre Stu. A día de hoy soy muy reconocida por mis increíbles acrobacias, impresionan a la gente. Espero poder captar la atención de algún artista que esté presente en ese show.
─ Señorita..
Pude sentir un ligero toque en mi hombro, era mi mayordomo.
─ Señorita Janet, ¿está lista? Saldremos en unos minutos.
─ Si.. Gracias Angelo, bajaré ya mismo.
─ La esperaré abajo para cargar su equipaje. ─ Terminó de hablar para luego salir de mi dormitorio.
Angelo aparte de ser mi mayordomo es mi chófer, mi persona de confianza, lo conozco desde que yo era niña, es como mi hermano mayor, aunque solo me lleva unos años. El siempre ha estado para mi cuando lo he necesitado, mi padre también, pero no es lo mismo.
Este va a ser un viaje muy largo, los nervios me consumen.
05:25 a.m...
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─ Señorita, sabe que no es necesario que vaya si no está preparada.
─ Angelo, estoy bien con eso. Claro que quiero asistir.
─ Si así gustas está bien, estaré con los demás guardas, si necesitas algo solo llámame.
─ No..
─ ¿Necesita algo señorita?
─ Quédate aquí.
Le hice unas señas a Angelo, algo como unas palmaditas en el asiento que estaba vacío a mi lado para hacerle entender que se sentara a mi lado.
─ ¿Está segura?
─ Claro. Y por favor, dime Janet, odio que me digan señorita, no soy alguien de la realeza, ya me entiendes.
─ Por supuesto. ─ Dijo finalmente tomando asiento justo a mi lado. ─
