Capítulo 6!
Hoy prometo mucho amor y mucha felicidad y nada más, como regalo por mi cumple para todas vosotras, que seguís leyendo y apoyando esta historia y haciéndome muy feliz, y nos merecemos poder disfrutar y quedarnos con el corazón blandito.
Es un capítulo largo, así que mucho más para bailar de alegría (que va mucho de eso este capítulo), y espero que os guste tanto como a mí.
La vida avanza, Julia se hace mayor, y Marta y Fina no podían faltar en su boda. Vamos a ver cómo se lo pasan!
Disfrutad de la canción, que seguro que la conocéis, y de todo el capítulo, y contádmelo después!
Capítulo 6: Un rayo de sol!
Nos leemos pronto!
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BANDA SONORA: Un rayo de sol - Los Diablos (1970)
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Y quiero ser parte tuya, cerca de ti siempre estar,
ser quien construya tu alegría y felicidad.
Seré quien vele tus sueños, y daré gracias al sol,
que me hizo dueño, me hizo dueño de tu amor.
Un rayo de sol me trajo tu amor,
un rayo de sol, a mi corazón.
Toledo, 26 de julio de 2005
En general, hacía ya tiempo que Fina había dejado de utilizar el coche. Le parecía un engorro terrible e innecesario, y desde que no tenía prisa por nada en la vida, someterse a un estrés completamente prescindible. Pero llegar a casa de los de la Reina en transporte público era misión imposible, y como tenía unas ganas nulas de pedir favores para que la fuesen a recoger, se había aventurado al garaje y había sacado de paseo al Ford Fiesta plateado que Marta y ella compraron algunos años atrás. Había tenido que parar en la gasolinera, pero ya estaba a punto de llegar, con una puntualidad extrema.
No había vuelto a la finca desde antes de la muerte de su mujer. No porque no se lo hubieran sugerido, sino porque se sentía incapaz. Por eso se había sorprendido bastante a sí misma cuando aceptó a la primera llamada de Begoña la invitación para celebrar ese sábado el 80 cumpleaños de Andrés con toda la familia. La realidad es que su enfado se había diluido de manera notable, especialmente tras su última conversación con Marta en el cementerio, y aunque no había abierto ni una sola carta más, estaba bastante más tranquila. Por eso dijo que sí, y no había sido hasta ese momento en el que el coche avanzaba por el camino de grava de la entrada que había sido consciente de cuánta gente implicaba "toda la familia". Los de la Reina, por supuesto, porque daba por sentado que Tasio y Carmen no estarían allí. Nunca habían estado.
Sin haberse preparado psicológicamente, estaba a punto de reencontrarse con Julia junto a su marido y sus cuatro retoños; y además con los tres hijos de Begoña y Andrés: Mercedes, su marido y sus dos hijos, Adolfo y su mujer con sus tres niñas, y Damián, que hasta donde ella sabía, seguía disfrutando de la vida en soledad, apurando la soltería más canalla del mundo. Aunque sabía que a Marta le había preocupado mucho que su sobrino predilecto no sentara la cabeza, a ella le parecía maravilloso ver que desafiaba constantemente los convencionalismos sociales y, sobre todo, los deseos de su padre. El balance final ascendía a un total de 7 sobrinos y 9 sobrinos-nietos que, junto con sus cuñados, suponían un excesivo número de personas para el que no estaba preparada. Y eso sin tener en cuenta que, con toda probabilidad, los Merino también estarían allí, como mínimo Luis y Luz. Demasiada gente, pero ahí estaba. Ya no había marcha atrás.
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Canciones para Fina
FanfictionToledo, 3 de julio de 2005. Unos pasos azarosos resuenan sobre la grava del camposanto. Junto al pecho de quien camina, apretada con fuerza, una caja de contenido todavía desconocido, que tal vez aporte algo de consuelo al dolor que ha destrozado su...