Parte 12.Fuego y Hielo.
Louis sintió que el alma le volvió al cuerpo al ver esos ojos verde esmeralda que le quitaban el sueño volver pero le dolió profundamente cuando aquella carita de mejillas sonrosadas se deformaba adquiriendo una expresión de preocupación, cuando lo conoció prometió cuidar de Harry y no viceversa así que al notar como el menor movía el brazo intentando alcanzarlo su sentido común tomo el control e hizo que se alejara, porque, bien sabía que el toque del rizado lo haría echarse a sus brazos y no se podía permitir aquello. Quería conservar el poco orgullo que le quedaba.
Subieron en elevador hasta la suite en la que los terminarían de peinar y arreglar, Louis pensó que había sido una pésima idea rasurarse pues además de hacerlo lucir más joven denotaba más sus delgados y bien marcados pómulos que tanto odiaba, y, de lado contrario, que tanto amaba Harry, porque vaya que amaba cada detalle de Louis, su voz, su inocente expresión y la manera de debilitarlo con solo una mirada, eso encendía una tenue llama en su interior por no decir que lo quemaba por dentro. Louis, además, tenía la habilidad de representar lo que sentía a la perfección, cuando estaba triste o cuando se sentía ansioso para él no era problema demostrarlo, en cambio, Harry era una persona distinta en estándares, Niall prefería llamarlo raro pero eso es otra historia, hablaba y hablaba dándole vueltas a las cosas con una voz apacible y lenta, sin apresurarse, era torpe y sentimental, al apreciarlos tan a fondo Zayn se carcajeo nuevamente ¿Cómo mierda se habían enamorado si eran como el fuego y el hielo personificados? Solo dios sabe porque hace las cosas. Y bueno, encajaban, que mejor que una relación bonita en donde las dos partes son distintas y viven conociéndose, esa es la cuestión a la que se enfrentaban; a veces el hielo apaga al fuego o el fuego consume al hielo o simplemente se crea un balance perfecto en el que ambos giran y giran buscándose, arrasando con las dificultades como un tornado derribando imponentes arboles, fuera como fuera a los ojos del morocho, ese par eran dignos de encontrar la felicidad pues si ya habían pasado tanto dolor juntos, juntos habían de terminar.