Juegos Sanadores

79 12 1
                                    

Narra Addison

El desayuno de hoy se sintió muy apagado, Mer aún se siente mal, los niños están somnolientos por los antibióticos y Emily está triste por la partida de Hannah, no sé qué hacer para mejorar las cosas.

- Mamá, ya terminé ¿Puedo jugar afuera? - preguntó Ellis, mostrándome su plato vacío que incluso había limpiado con la lengua.

- Ponte un abrigo y no puedes adoptar a ningún animal o insecto, ellos viven afuera - dije, poniendo condiciones que son muy necesarias cuando se trata de mí pequeña hadita.

- Está bien, graziaz mamá - dijo, dándome un beso lleno de fruta para luego correr afuera.

- ¿Por qué no van con ella? El aire fresco les hará bien - les dije a mis hijos, para que pudieran despejarse.

Ellos asintieron y caminaron arrastrando sus pies para acompañar a su hermanita, no están muy animados, los gérmenes los debilitan mucho.

- ¿Qué pasó con Hannah? - preguntó Mer, al ver que nos quedamos las tres solas en la mesa.

- Ya puedes festejar, ella se irá, nunca más tendrás que volver a lidiar con su presencia - dijo Emily, golpeando la mesa y levantándose para irse a toda prisa.

- ¡Emily! Ven aquí - dije, queriendo mediar un poco las cosas entre las dos.

Mer fué tras ella y ambas la seguimos hasta su habitación, está teniendo demasiadas emociones fuertes y no sabe cómo lidiar con ellas.

- ¿Qué fué lo que hice mal ésta vez? - preguntó mi esposa, sin entender su error.

- Cariño, te has quejado de Hannah desde un principio ¿Cómo esperas que reaccione? -

- ¿Podrían darme un minuto? - exclamó Emm, con la voz quebradiza.

- Mi amor, sólo quiero hablar contigo...lamento si te hice sentir mal, sólo déjame entrar ¿Sí? Prometo escucharte y entenderte - prometió Mer, apoyando su mano en la puerta para rogar por una oportunidad.

Me sentí algo mal por ella, sé que en verdad quiere arreglar las cosas, a veces las mamás podemos equivocarnos mucho.

Narra Meredith

Pasaron unos minutos hasta que Emily finalmente quitó el seguro de su puerta, dejándome entrar con ella. Addie besó mi mejilla y me dejó a solas con nuestra niña para que pudiera solucionar las cosas.

- Mi amor, siento mucho lo que pasó con Hannah ¿Quieres contarme sobre eso? - pregunté, sentándome en su cama y acomodando un mechón de su cabello por encima de su oreja.

- Una familia está muy interesada en adoptarla, vendrán desde Nueva York porque les impactó su caso, es obvio que se la llevarán...soy egoísta por sentirme mal, pero no puedo evitarlo - lloró, partiendo mi corazón en mil pedacitos.

- No eres egoísta Emma, es normal que sientas eso, quieres mucho a Hannah y cuesta dejar ir a personas que son tan importantes para tí - dije, comprendiendo esa difícil situación, esperaba que ella no tuviera que vivir algo así tan pronto, aún es mi bebé.

- ¿Cómo hiciste para sobrevivir a una relación a distancia con mamá? - preguntó, dejando que la abrace con todo mi amor.

- Pues...no fué fácil, hubo noches en las que sólo podía dormirme abrazando a mi almohada y recordando su voz, su olor, sus hermosos ojos azules...- recordé, con una nostalgia invasiva que recorría mi cuerpo con un gran suspiro.

- Pero funcionó ¿No es así? -

- Así fue, pero tú madre es el amor de mi vida, es mi alma gemela, es distinto cuando en verdad amas a alguien...¿Tú amas a Hannah? - pregunté, apretando su hombro para consolarla.

Algo Contigo // Segunda Parte // MeddisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora