15. Inseguridades

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Narra Kageyama

— Buenos días —dice la Aiko.

se quedó a dormir conmigo después del matrimonio de mi hermana. Bailó caleta durante la noche.

— Hola terremoto —la webeo— ¿Con quien chucha peleaste en el sueño que te moviste tanto?

— Ni sé que wea pero me perseguía un poodle con rabia —hace un puchero— perdón si por mi culpa dormiste mal.

— Nah —le doy un piquito— ¿Quieres desayunar?

— Uh yaa —se acomoda para quedar sentada— dejame verme un poco decente y vamos al comedor.

— ¿Comedor? —levanto una ceja— desayunemos aquí nomas.

— Ay Kageyama como deci tal tontera —me mira mal— tenemos que desayunar con tu familia, que desubica quedarme aquí si ellos desayunan juntos.

— Yo siempre desayuno solo en mi pieza —me encojo de hombros.

— Ya pero ahora no estás solo po pavo —se cruza de brazos.

— ¿De verdad me harás levantarme solo para ir con mi familia? —hago una mueca y asiente— aaagh ya.

Se ríe y se va a lavar la cara al baño que está frente mi pieza. De pijama anda con uno de mis buzos y una polera de entrenamiento de Karasuno. Se ve chistosa porque el buzo le queda largo.

— ¿Me visto o voy así nomas? —pregunta cuando vuelve.

— Así nomas, yo iré en pijama —me levanto— te aviso que nos agarrarán pal webeo.

— Me da lo mismo eso, no quiero quedar de mal educada.

Me da la mano y bajamos al primer piso. Mi mamá y mi tata ordenan la mesa y se quedan tiesos cuando nos ven.

— Buenos días —saluda la Aiko— ¿Llegamos justo para desayunar?

— Mijita venga más seguido porfa que creo que hace más de diez años que no veía al Tobio pa desayunar —webea mi tata.

— Eri mentiroso, cuando nos vamos al rio sí desayuno contigo —lo miro mal.

— Pero porque te obligo po —me pega un wate despacio— ya oh menea las manos.

Ayudamos con el resto de las cosas de la mesa, yo le preparo uno de esos café de vainilla de capsula a la Aiko mientras pongo a tostar pan. No me pidió ese café pero sé que le gusta.

— Oye Tobio supongo que te quedas al bingo po —dice mi mamá— es a las cinco para que no se olvide.

— ¿Un bingo? —pregunta la Aiko— que entreteeee.

— No creo mamá, con la Aiko saldremos —trato de darle una mirada a mi mamá para que no hable más de eso pero no entiende.

— Siii es a beneficio de un vecino de aquí al frente —sigue mi mamá— para pagar una operación.

— Ay Tobio yo quiero iiirrr —pide mi polola.

— No creo que alcancemos, la película termina a las seis.

— Pero después vengamos po, no creo que termine temprano —hace un puchero.

Tengo tres buenas razones para no querer ir a esa wea.
1. No me gustan los bingos.
2. No quiero que la Aiko pase tanto tiempo con mi familia tan rápido.
3. Va a estar Mila.

La Mila es mi vecina, la rubia que me mandó ese mensaje culiao ayer. Con ella anduvimos un par de meses pero yo nunca la quise pa algo serio porque es demasiado intensa, pero de esa intensidad mala.

Protein Milk | Kageyama TobioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora