Capítulo 6

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El día del nombre de Aegon
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 ____________________________________El día del nombre de Aegon____________________________________

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Noveno mes del año 123 d.C

El sol estaba alto en el cielo, bañando los jardines de la Fortaleza Roja con su luz dorada. Me encontraba sentada bajo la sombra de mi árbol favorito, sumergida en mi libro, sentía el alivio que sólo la lectura podía brindarme en un mes que había sido especialmente agotador. Durante semanas, había esquivado a Aegon, mi enfado hacia él aún latente, una llama que no se apagaba tan fácilmente. A mi alrededor, la fortaleza bullía con los preparativos para el gran torneo en honor al cumpleaños del príncipe Aegon, pero yo prefería mantenerme alejada del alboroto. Gente de todos los rincones de los Siete Reinos había llegado para presenciar el evento, ansiosos por ver qué premio, aún envuelto en misterio, aguardaba a los vencedores.

El crujido de unos pasos sobre la grava me sacó de mi ensimismamiento. Alcé la vista y vi a Gwen acercarse con el ceño fruncido, su caminar rápido y decidido, como si cada segundo fuera vital.

- ¿Qué haces así vestida, Visenya? - dijo Gwen apenas llegó a mi lado, su voz teñida de impaciencia - Queda media hora para la presentación del torneo, y tú debes estar allí como próxima heredera del trono.

Cerré el libro con un suspiro, reacia a abandonar la paz de los jardines.

- Tengo tiempo de sobra - respondí, intentando aferrarme a esos pocos momentos de tranquilidad que aún me quedaban.

- No, no lo tienes - insistió Gwen, cruzando los brazo - El peinado que he preparado para ti es laborioso, y no puedo permitir que te presentes sin estar a la altura de la ocasión.

Resignada, me levanté a regañadientes y seguí a Gwen hacia mi habitación. Allí, me sentó frente al espejo, obligándome a mantener la cabeza inmóvil mientras comenzaba a trabajar en mi cabello. Con habilidad, Gwen fue tejiendo las trenzas con paciencia, creando una elaborada corona que se enredaba en mi blanca melena.

- Parecerás una reina - murmuró Gwen mientras ajustaba los últimos mechones.

Yo me limité a observar mi reflejo en silencio, mi mente aún vagando lejos de la agitación de la fortaleza. Una vez que el peinado estuvo listo, Gwen me ayudó a ponerme un elegante vestido rojo, cuyas sedas suaves y costuras doradas me conferían una presencia imponente y majestuosa.

- Perfecta - dijo ella con satisfacción, mientras ajustaba los pliegues del vestido.

Antes de que pudiéramos darnos cuenta, ambas corríamos apresuradas por los pasillos de la fortaleza, el eco de nuestros pasos resonando en los muros de piedra. Cuando llegamos a la arena del torneo, el lugar ya estaba repleto de nobles y caballeros, pero aún no había comenzado la ceremonia. Para mi alivio, mi abuelo había retrasado unos minutos el inicio, claramente esperando mi llegada. Al verme, su rostro se relajó visiblemente, una sonrisa apenas perceptible asomando en sus labios.

Entre dragones y lobos - (Aegon Targaryen & Cregan Stark)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora