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Sasuke estaba de pie junto a Naruto, su cuerpo convulsionándose mientras vomitaba sin parar. El rostro pálido y las manos temblorosas del Uchiha evidenciaban su malestar.

—Me lleva... —murmuró con rabia entre dientes, mientras se apoyaba en un árbol.

Naruto lo miraba con preocupación.

—Oye, teme, ¿estás seguro de que se protegieron?

Sasuke levantó la vista, con los ojos cansados, sacando una botella de agua de su mochila. Tras enjuagar su boca y escupir, respondió, malhumorado:

—Claro que sí. ¿Qué te crees? Si salgo con un bebé, mis padres me matarían. Y ni te digo lo que haría Aniki con mi novio vago.

Naruto soltó una risa nerviosa antes de decir:

—Te traeré una prueba de embarazo. Mamá tiene varias guardadas.

Sasuke alzó una ceja, sorprendido.

—¿Y tú qué piensas sobre el compromiso con mi hermano? —preguntó Sasuke, cambiando de tema mientras Naruto desvió la mirada, claramente incómodo.

—No lo sé... tu hermano no es un idiota, pero nunca lo conocí bien.

Sasuke esbozó una leve sonrisa. —Me encantaría tenerte en mi familia, dobe.

Naruto sonrió, un sentimiento cálido lo envolvió al pensar en la idea. Ser parte de la familia Uchiha junto a sus mejores amigos le emocionaba, pero el matrimonio aún le daba miedo. Se preguntaba si algún día podría enamorarse de un hombre como Itachi, tan serio y reservado. Naruto, por otro lado, era todo lo contrario: risueño, hablador, alguien que siempre estaba en movimiento.

—¿Crees en eso de que los polos opuestos se atraen? —preguntó de repente, su tono lleno de dudas.

Sasuke lo miró con una ceja alzada. —¿Lo dices porque tú no puedes quedarte callado y Aniki apenas habla?

Naruto suspiró, sintiendo la incomodidad en su pecho. —No lo sé... me pone nervioso.

Sasuke le dio una palmada en la espalda. —Todo estará bien, dobe.

En ese momento, Kakashi apareció junto a ellos, observando a Sasuke con ojos escrutadores.

—¿Te sientes bien, Sasuke?

El Uchiha intentó mantener la compostura, aunque el sudor comenzaba a empapar su espalda. —Estoy bien, Kakashi. ¿Tenemos misión?

—Sí, pero antes debemos esperar a Ino.

Minutos después, Ino llegó al campo de entrenamiento, lista para comenzar la misión.

—Bien, equipo siete —comenzó Kakashi—, nuestra tarea es entregar un mensaje a Iwagakure. Seremos acompañados por los ANBU Búho y Comadreja.

Naruto y Sasuke se miraron emocionados. Ir en una misión con sus hermanos mayores siempre era algo especial. Sin embargo, la emoción fue rápidamente reemplazada por preocupación cuando Kakashi se dirigió a Sasuke de nuevo.

—Sasuke, sería mejor que vayas con un médico antes de partir. O, si lo prefieres, Ino puede revisarte aquí mismo.

Ino se acercó, activando su ninjutsu médico, pero Sasuke retrocedió bruscamente.

—No, estoy bien. Solo algo me cayó mal. Tomaré un remedio, no te preocupes, Ino.

Ino suspiró aliviada y asintió, respetando su decisión.

Naruto tiró suavemente del brazo de Sasuke, alejándolo del grupo. El Uchiha apenas podía mantenerse de pie cuando de nuevo corrió hacia un árbol cercano para vomitar. Naruto, preocupado, le frotaba la espalda, observando cómo su amigo se debilitaba cada vez más.

—Maldición, Sasuke, cada vez tengo más sospechas. Manda un clon por tus cosas, vamos a mi casa.

Sasuke asintió débilmente, creando un clon antes de seguir a Naruto a su hogar. Al llegar, el azabache se escabulló en la habitación del rubio mientras Naruto se dirigía a la de su madre, buscando las pruebas de embarazo en los cajones. Cuando por fin las encontró, un escalofrío recorrió su espalda al sentir una presencia detrás de él.

—Naruto Namikaze Uzumaki, ¿qué tienes en las manos?

Naruto ocultó rápidamente la prueba detrás de su espalda, sintiendo que el corazón le latía con fuerza.

—Na-nada. Solo... estaba buscando mis hilos ninja, pensé que tendrías algunos por aquí.

—No están ahí, están en el peinador —respondió su madre con tono serio.

Naruto sonrió de manera nerviosa mientras guardaba la prueba en su bolsillo, dirigiéndose al peinador donde encontró los hilos ninja. Con un rápido movimiento, salió de la habitación y fue directo al baño donde Sasuke estaba una vez más vomitando.

—¡Sasuke! —exclamó Naruto, con frustración en su voz—. Maldita sea, ya hazte la prueba. Toma.

Le lanzó la caja a Sasuke, quien la atrapó torpemente. Nervioso, Sasuke se encerró en el baño y rompió la caja al no poder abrirla con facilidad. Sus manos temblaban mientras seguía las instrucciones al pie de la letra. Tras terminar, salió del baño y se sentó junto a Naruto.

Ambos permanecieron en silencio, esperando los interminables cinco minutos que dictaba la prueba. El tiempo parecía detenerse, cada segundo era más agónico que el anterior. Finalmente, el resultado estuvo listo. Sasuke miró la prueba y, al ver el resultado, lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas. Naruto, al ver la expresión de su amigo, solo pudo susurrar:

—Joder...

***

Mientras tanto, Killer Bee y el Relámpago Escarlata entrenaban, conscientes de los rumores de un inminente ataque a Konoha. Sabían que shinobis de la aldea habían sido enviados a Iwagakure para entregar un mensaje, y la tensión en el aire era palpable. Ambos estaban listos para intervenir si la situación empeoraba.

—¿Cuándo piensas presentarte en la Hoja? —preguntó Bee con curiosidad.

—Cuando terminemos con Iwa, Oto y Akatsuki —respondió el Relámpago.

—Me parece bien, konoyaro. Sigamos entrenando.

***

En la oficina del Hokage, el equipo siete, junto con Búho y Comadreja, escuchaban atentamente mientras Shisui les explicaba los detalles de la misión.

—El mensaje que llevarán es clasificado —dijo Shisui, con seriedad—. Oonoki podría interpretarlo como una declaración de guerra, por eso los envío a ustedes, el equipo más fuerte de Konoha. Además, Búho, Comadreja y Guy irán con ustedes como refuerzo.

Todos asintieron, pero una duda comenzó a crecer en sus corazones. ¿Qué contenía aquel mensaje? ¿Y por qué era tan importante que fuera entregado personalmente en Iwagakure?

Cicatrices (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora