Colección de 31 one shot y/o Drabble de contenido "Halloweenesco" o al menos con temática propia de Halloween con el Hyunlix como pareja principal o protagonistas.
-Historias con diversos tópicos y/o géneros según el tema correspondiente.
-Contenid...
Aclaraciones: Primero que todo hoy era el día de "Talasofobia" pero la cambie por esta maravilla que voy a subir.
NOTA IMPORTANTE: La siguiente historia NO ES DE MI AUTORIA, anoche hablando con mi amiga Luna a ella le surgió una idea genial y le dije que la escribiera para subírselas hoy y este es el resultado. Al final les tengo mas notas sobre esto.
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Título: "Para la Eternidad"
El cielo brillaba con el resplandor de una promesa mientras el avión pequeño atravesaba las nubes blancas. Hyunjin y Felix, recién casados, no podían dejar de sonreír. Aún llevaban los anillos que intercambiaron en la ceremonia, sus manos entrelazadas con la suavidad de quien ha compartido años de amor, amistad y complicidad.
—Esto es todo lo que imaginamos, ¿no? —dijo Felix, su voz suave mientras miraba a su esposo. Hyunjin, con el cabello cayéndole sobre los ojos, lo miró sonriendo.
—Todo y más —respondió Hyunjin, apretando su mano con ternura—. Después de tantos años juntos, al fin es real.
Felix rió, con esa risa ligera que siempre hacía que el corazón de Hyunjin latiera más fuerte. Desde que se conocieron, habían sido inseparables. Primero amigos inseparables, luego amantes devotos y, finalmente, esposos. Todo era perfecto. Todo parecía destinado a durar para siempre.
Pero en cuestión de minutos, el cielo despejado comenzó a oscurecerse. Las nubes grises cubrieron el horizonte, y una vibración inquietante recorrió el avión. El piloto anunció turbulencias leves, pero las palabras apenas tuvieron tiempo de asentarse cuando el avión dio un tirón violento. El estruendo del motor colapsando hizo que ambos se miraran, el terror reflejado en sus ojos.
—Hyunjin, agárrate fuerte —murmuró Felix, tratando de mantener la calma.
—No te sueltes de mí —respondió Hyunjin, su mano apretando la de Felix con fuerza. No quería que fuera la última vez que lo tocara.
El avión comenzó a caer en picada, las máscaras de oxígeno cayendo de los compartimientos superiores mientras el sonido de los motores apagándose llenaba el aire.
No hubo tiempo para despedidas ni promesas de última hora. Solo el pánico y el estruendo del choque.
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