¿Por qué nosotros?

Prólogo

Para todas aquellas chicas (y chicos) que quieren un romance gay extraño pero bonito, y ya de paso que se odien en el proceso. Aunque quien sabe, ahora se odian y dentro de poco querrán comerse los labios.

Xaen Ker. Un pringado de tercero de secundaria que por fin ha conseguido su primera novia, Angeline Wers. Una chica que nunca se arrima a él en los descansos o le habla, solo por mensajes de texto.
Todos los días Xaen recibe un mensaje de Angeline disculpándose con el por no hablarle en todo el día.
A Xaen no le importa demasiado, pues tampoco sabe qué debe hacer en una relación. Aunque Xaen tiene a su mejores amigos, Aiden y Queen. Suele contarle cosas también a su amigo Luke, pero casi no está con ellos ya que pertenece al grupito de Angeline y los suyos, pero en los asuntos importantes o cuando estés triste Luke siempre está ahí ayudándote.

16 de noviembre

● Angeline ♡                               📞 🎥 :
    En linea

-Oyeee, Xaen, cari, ¿irías a por un gloss? Por favor, no puedo ir a comprarlo y es urgente, por fa, ve, te compensaré con besos y caricias, por fi?   :(                                    ✔️✔️:15:23
     

            
                   - Solo por hoy, vale? Te.        mando foto cuando llegue y eliges
                                            ✔️✔️ :15:24

- ❤️❤️
      ✔️✔️:15:27

   

Xaen estaba tirado en el sofá de su casa mientras su hermana leía un libro. Se levantó y se fue a vestirse en su habitación. Era viernes, no tenía gana alguna de levantarse y salir de casa, pero aceptó ya que Angeline llevaba toda la semana diciendo que por favor le comprase un gloss. Xaen no tenía ni idea de qué era un gloss, asique lo buscó por Google.
- Un pintalabios raro, supongo. Es transparente. Bueno, si lo quiere..
¿¡espera, y estos precios!? Joder, cuesta más de lo que me dan a mi de paga semanal... qué más da, le diré que me lo devuelva y que ya la invitaré a comer.

Su hermana le preguntó que a donde iba, pero a Xaen le daba... vergüenza. Ni su hermana ni nadie sabía que tenía novia, mucho menos de que era el pibón que todos querían.

-Xaen, a donde vas, es viernes, nunca sales los viernes. ¿A donde vas? ¿Te acompaño?

-¡No hace falta, Nath! Voy solo.

Su hermana, Nath, así la nombraban en confianza. Su nombre completo es Nathalie Ker, dos años menos que Xaen. Xaen tenía 16, pues repitió un curso.  Nath tenía 14 y era una experta en maquillaje y ese tipo de cosas, y eso si, le encantaba leer. Lo adora.

Simplemente Xaen agarró las llaves y se fue corriendo de casa antes de que le interrogara de pies a cabeza su hermana menor.

Sin más, esperó en la parada de autobús y se subió en el correspondiente que se dirigía al centro comercial. En el autobús vio un rostro familiar, aunque no sabía de quien se trataba, Xaen sólo lo ignoro, pues no era asunto suyo.

Al llegar, se dirigió a la tienda de maquillaje que su novia le había mencionado una vez por mensaje, diciéndole que estaba en esa tienda con su amiga mirando maquillaje.
Pasó y buscó la zona donde se debían encontrar los glosses.
Le preguntó a una dependienta y se dirigió hacia el pasillo correspondiente.
Xaen le mandó una foto a Angeline y le dijo cual quería.
Quedaba uno.
Solo uno.
Se apresuró lo más rápido que pudo para agarrarlo, pero alguien interferió en sus planes.
Maldita sea.
-Tu... ¿acaso eres mariquita o qué?- dijo el chico. Era alto, guapo... ¿pero  como que "mariquita"? ¡si el había agarrado el gloss!
-N-no, es para mí novia...- respondió Xaen.
- Tu... no serás el pringado de tercero, ¿no? El que repitió... tiene un nombre extraño... ¿ Xian, Seon, Xe...?-
- ¡Xaen! Por Dios, Xaen.¿ Te conozco de algo? Digo, es que tu cara de retrasado no me suena...- dijo el, en tono de burla.
- Soy Benjamin. Estuvimos sentados junto un trimestre entero-
-Ah, el tipo que solía insultarme y avergonzarme.- dijo Xaen.- Me alegro de haber repetido.-
- ¿Y como es que tienes novia, eh?- dijo Benjamin con sarcasmo.
-pues teniendo- respondió bordemente Xaen, harto de el.
-yo solo vine porque mi novia también lleva meses queriendo este gloss, en general maquillaje, pero decidí comprarle este ya que me dijo que se le gastó hacía ya unas semanas.-
-Ah, que coincidencia, mi caso es el mismo-
-bueno, nadie supera a mi Angeline, cuando pueda le compraré más maquillaje.-Dijo Benjamin. A Xaen se le puso la piel de gallina y se puso pálido.
-Espera... Angeline..., ¡¿Angeline Wers?!
- Si...- dijo incómodo, dándose cuenta de a lo que quería llegar Xaen- ¡¿No me jodas que...?!
-Espera, Benjamin,¿ me estás diciendo que ambos compartimos el mismo pibon?, o sea... ¿nos está siendo infiel?-dijo Xaen, pálido, sin saber qué hacer.
-Y yo que pensaba que eras tonto, al parecer saber sacar hipótesis- dijo Benjamin para tratar de romper la tensión.
- No repetí por retrasado, aunque tu también repetiste, segundo, asique cállate. Y... ahora qué hacemos...- Xaen no sabía qué hacer, parecía desesperado y se estaba haciendo un lío en la cabeza más grande que un ciego tratando de buscar un grano de arroz.
-Emmm, no sé bien qué debemos hacer, pero tampoco te pongas así, hombre..., a ver, podríamos hacer algo al respecto... ya sabes...-
¿Venganza? ¿Juntos? Ni de coña. No habían trabajado juntos en un trimestre entero de haberse sentado juntos, ¿cree que para esta ocasión será fácil? ¡nos ha engañado y estabamos ahí como unos tontos!...

-no suena mal...- dijo al fin Xaen.
-perfecto- Dijo Benjamin.
-Pásame tu número de teléfono, te escribiré luego- mientras Benjamin decía eso, dejó el gloss en el estante del que lo había agarrado y sacó el teléfono.
Se pasaron sus números.
Mientras volvían a la estación de autobús, intercambiaron un par de palabras.
Ambos estaban algo decepcionados sobre lo que acababa de pasar. Xaen no se lo creía. Su primera novia le había sido infiel con un chaval que a él le caía mal. No sabía a quien debía odiar, si a su novia o a Bensajin, o simplemente ese mismo día, desde que empezó hasta ese momento.
El bus llegó.

Por suerte había asientos libres.
-¿Cuál es tu parada?- dijo Benjamin. Parecía algo avergonzado, aunque también triste.
-Mi parada es la penúltima, ¿y la tuya?- dije para tratar de sacar conversación y romper ese silencio.
-La mía también. Vivo en el departamento de al lado, el de color gris, ¿te suena?- dijo.
-¿No me jodas? Vivo justo en el de al lado del gris, el amarillo pastel- dije sorprendido. No sé habían encontrado nunca a excepción de una mañana, la cual Xaen pensó que Benjamin estaba ahí para verse con uno de sus amigos. Aunque ahora que lo pienso, tiene sentido ya que él siempre llega tarde.
-Bueno, pues al parecer también somos vecinos.- dijo.
Miré a la ventana.
...
No me jodas. Justo cuando Xaen pensó que nada podría ir a peor, se puso a llover. El mundo estaba en su contra ese día...

                             -☆-