🩵 Capitulo 4 🩵

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Durante toda mi vida solo quería concentrarme en abrir mi gran cafetería y pastelería, pero también necesitaba algo que me llenara que no fuera solo la comida.

Necesitaba amor

Desgraciadamente en la sociedad que vivimos, la mayoría de las omegas o betas buscaban el estereotipo de alfa alto musculoso y sexy, algo que yo no cumplía. Gracias a mi amor a la comida tenia un cuerpo redondito pero sin exagerar.

Por eso nunca me fue bien en el amor, más bien soy un desastre, cada vez que intentaba conocer a alguien con solo una mirada de pies a cabeza bastaba para irse con una mueca de asco.

Cuando hablaba con Bakugou sobre su relación con Camie, aclarándome que ya no había nada entre ellos, pude ver la misma tristeza en sus ojos por no encontrar una pareja, lo entendía perfectamente, tal vez no era gordo como yo, pero su expresivo carácter asustaba a la gente.

Los dos eramos almas tristes en busca de amor y atención.

Paré en seco escuchando unos sollozos del callejón frente a nosotros.

—¿Tu también lo oíste? —pregunté recibiendo un asentimiento de parte de Bakugou.

Cuando nos íbamos acercando al callejón pudimos divisar dos extraños tratando de hacerles daño a dos...espera...¿Híbridos de vaca?

—¡Oigan malditos, déjenlos en paz!— escuché a mi amigo gritar.

—Déjenos tranquilos o a caso quieren compar...— no pude dejarlo terminar esa asquerosa oración cuando lo golpeé en el estomago y luego golpeé dejándolo inconsciente.

Vi como Bakugou iba hacia el otro tipo para golpearlo y tirarlo al bote de basura.

Cuando mis ojos voltearon vieron algo que ni en mis fantasías podía soñar. Cabello largo rosado y ondulado, parecía algodón de azúcar adornado con sus cuernitos y orejas de vaca, ojos color café, labios esponjosos color durazno, quería besarlos de tan apetitosos que se veían, pecho un poco grande sin llegar a exagerar, cintura contorneada pero con rollitos, piernas regorditas y...ay no...no puede ser... ¡¡¡UN TRASERO DE INFARTO!!! era la cosa mas linda y tierna que había visto.

—¿Te encuentras bien? —pregunté a la pelirrosa, pero solo se alejaba más llorando por el dolor de su tobillo y miedo a que fuéramos otros abusivos mientras era abrazada por su amigo peliverde— tranquilos, no les haremos nada, te llevaré al hospital para que revisen tu tobillo —dije tratando de transmitirle confianza.

Leche Gratis (Bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora