Sombras en el Corazón (Shinomitsu)

El Peso del Silencio

(Mitsuri llegó a su casa, con el corazón aún acelerado y los ojos hinchados por el llanto. Apenas había logrado calmarse, pero el dolor seguía allí, palpitando en su pecho. Se dejó caer en su cama, abrazando su almohada mientras intentaba entender lo que había visto. Su mente se llenaba de recuerdos felices con Shinobu, pero ahora estaban teñidos de dolor y traición.)

Mitsuri (pensando, con voz entrecortada): —¿Cómo puedo enfrentarla? ¿Cómo puedo preguntarle sin que esto me rompa aún más?

(Las imágenes de Shinobu besando a esa chica la asaltan una y otra vez. Sentía una mezcla de enojo, tristeza y confusión. Pero, sobre todo, un miedo inmenso a perder a la persona que amaba más que a nada.)

(Horas después, Mitsuri sigue despierta, incapaz de encontrar paz. De repente, escucha el sonido de pasos acercándose. Su corazón se acelera nuevamente, pero esta vez por nerviosismo. La puerta se abre y Shinobu aparece, con su característico rostro sereno, sin sospechar lo que había ocurrido.)

Shinobu (con una sonrisa suave): —Mitsuri, te estuve buscando. No te vi en todo el día. ¿Estás bien?

(Mitsuri se tensa de inmediato. Su mente se inunda de preguntas, pero ninguna sale de sus labios. La imagen de Shinobu con otra persona la mantiene paralizada.)

Mitsuri (tratando de ocultar su dolor): —Ah... sí. Solo estaba... cansada. La misión de hoy fue dura.

(Shinobu se acerca y se sienta al borde de la cama, mirándola con ternura. Mitsuri aparta la mirada, temerosa de que si la miraba directamente, terminaría rompiéndose.)

Shinobu (preocupada): —Mitsuri, ¿segura que estás bien? Pareces un poco apagada. ¿Pasó algo?

Mitsuri (luchando por mantener la compostura): —No... no, nada en especial.

(Shinobu frunce levemente el ceño, como si sospechara algo. Coloca una mano en la mejilla de Mitsuri, acariciándola suavemente. El toque, que normalmente llenaría a Mitsuri de calidez, ahora solo le recordaba la escena que había presenciado.)

Mitsuri (con voz temblorosa): —Shinobu... ¿Hoy... hiciste algo interesante?

(El corazón de Mitsuri late con fuerza, esperando que Shinobu mencione lo que había ocurrido, que le dijera que lo que vio no era lo que parecía. Pero Shinobu solo sonríe con tranquilidad.)

Shinobu (riendo suavemente): —No, nada fuera de lo común. Solo algunas cosas en la finca y... bueno, entrenar un poco. Lo de siempre. ¿Por qué?

(Mitsuri siente como si el aire le faltara. Esa respuesta la descoloca aún más. ¿Por qué Shinobu le mentía?)

Mitsuri (pensando, con angustia): —¿Por qué no me dice la verdad? ¿Por qué actúa como si nada hubiera pasado?

(El silencio entre ambas se vuelve pesado. Mitsuri, incapaz de soportar más, se levanta de la cama de golpe.)

Mitsuri (nerviosa, casi al borde del llanto): —Lo siento, Shinobu. Estoy cansada. Creo que necesito dormir un poco.

(Shinobu la mira, un poco sorprendida por su comportamiento. Pero decide no presionar más.)

Shinobu (con una sonrisa suave): —Está bien, Mitsuri. Descansa. Mañana hablaremos.

(Mitsuri asiente sin mirarla, con la garganta apretada por las palabras que no pudo decir. Shinobu se levanta, le da un suave beso en la frente y se dirige hacia la puerta.)

Shinobu (antes de irse): —Te quiero, Mitsuri.

(Mitsuri se queda en silencio, sin poder responder. Cuando la puerta se cierra, las lágrimas que había estado conteniendo comienzan a caer nuevamente.)

Mitsuri (susurrando, con el corazón roto): —¿Qué debo hacer ahora?