Sombras en el Corazón (Shinomitsu)

Confesiones en la Oscuridad

(Horas más tarde, Mitsuri seguía en su habitación, acurrucada entre las sábanas, pero el sueño no llegaba. Sus ojos estaban hinchados de tanto llorar, y su corazón seguía sintiendo el peso de la traición que había presenciado. El dolor la mantenía despierta, con la mente atrapada en un ciclo interminable de dudas. De repente, escuchó un leve golpe en la puerta, seguido de una voz suave.)

Kanao (desde la puerta, con timidez): —¿Mitsuri? ¿Puedo pasar?

(Mitsuri, sorprendida por la visita, se seca rápidamente las lágrimas con la manga de su pijama y trata de recomponerse. No quería que nadie la viera en ese estado, pero su voz traicionó el dolor que sentía.)

Mitsuri (con voz temblorosa): —Adelante...

(Kanao, la hermana pequeña de Shinobu, entra en la habitación con una mirada preocupada. A pesar de su naturaleza callada, la expresión en el rostro de Mitsuri no pasó desapercibida para ella.)

Kanao (con suavidad, acercándose a la cama): —¿Estás bien? Te he escuchado llorar... y nunca te había visto así antes.

(Mitsuri intenta sonreír, pero el gesto es forzado y sus ojos revelan el sufrimiento que lleva dentro. Kanao se sienta al borde de la cama, mirándola con preocupación.)

Mitsuri (evitando la mirada de Kanao): —No es nada, Kanao... solo estoy un poco cansada, eso es todo.

(Pero Kanao no se deja engañar. Coloca su mano sobre la de Mitsuri, ofreciéndole consuelo sin necesidad de palabras. El gesto hace que Mitsuri baje la guardia, sintiendo que no puede seguir ocultando su dolor.)

Kanao (mirando directamente a Mitsuri, con voz calmada): —Si hay algo que te preocupa... puedes decírmelo. Yo te escucharé.

(Mitsuri la mira, y en ese momento, todo el dolor que había tratado de reprimir la golpea de nuevo. Las lágrimas comienzan a brotar de sus ojos sin control. Su corazón ya no puede soportar más la carga, y las palabras salen entre sollozos.)

Mitsuri (llorando, con voz entrecortada): —Shinobu... yo... la vi... la vi con otra chica... ¡Se estaban besando, Kanao!

(Kanao abre los ojos con sorpresa, incapaz de procesar de inmediato lo que Mitsuri acaba de decir. Las lágrimas de Mitsuri caen con más fuerza mientras Kanao la observa, sin saber qué decir en un principio.)

Kanao (con suavidad, intentando calmarla): —¿Qué... qué quieres decir? ¿Estás segura de lo que viste?

Mitsuri (asintiendo, con la voz rota): —Sí... fue en el jardín de la finca. Shinobu estaba con otra chica... y la vi... la vi besarla. No pude enfrentarla... no pude decirle nada.

(Kanao se queda en silencio por unos momentos, procesando la información. Conociendo a su hermana, duda de que haya sido una traición consciente, pero también sabe que Mitsuri está profundamente herida por lo que presenció.)

Kanao (intentando encontrar las palabras correctas): —Mitsuri... quizás... quizás no fue lo que parece. Shinobu no es el tipo de persona que haría algo así. Tal vez... deberías hablar con ella, escuchar lo que tiene que decir.

Mitsuri (llorando aún más): —¿Cómo puedo? ¡Me duele tanto, Kanao! Tres años juntas... y de repente, esto. No puedo dejar de pensar que todo este tiempo ha sido una mentira...

Kanao (con un tono más firme): —No creo que haya sido una mentira. He visto cómo te mira, cómo te cuida. Shinobu te quiere... pero no puedes guardar esto en silencio. Si no hablas con ella, ese dolor solo crecerá más.

(Mitsuri se queda en silencio, con los ojos llenos de lágrimas. Sabe que Kanao tiene razón, pero el miedo a lo que pueda escuchar de Shinobu la aterra.)

Mitsuri (sollozando suavemente): —¿Y si me dice que ya no me ama? ¿Y si... si todo ha cambiado?

Kanao (apretando la mano de Mitsuri con cariño): —No sabrás la verdad hasta que hables con ella. Sea lo que sea, te mereces una respuesta.

(Mitsuri, aunque devastada, siente un pequeño consuelo en las palabras de Kanao. Sabe que no puede seguir guardando este dolor dentro de sí. Aunque tiene miedo, también sabe que debe enfrentarlo, por el bien de su corazón y su relación con Shinobu.)

Mitsuri (respirando hondo, secándose las lágrimas): —Tienes razón, Kanao... tengo que hablar con ella.

(Kanao asiente con una pequeña sonrisa de apoyo. Mitsuri, aunque aún herida, siente una chispa de esperanza de que, tal vez, todo no esté perdido.)