Sombras en el Corazón (Shinomitsu)

Desatando la Tempestad

(Después de la confrontación, la relación entre Mitsuri y Shinobu estaba irremediablemente rota. Mitsuri, con el corazón endurecido, había decidido que no podía confiar en su antigua pareja. Kanao, aunque al principio dudosa, ahora compartía el deseo de Mitsuri por hacer que Shinobu pagara. Ambas estaban decididas a actuar, aunque sabían que sus acciones las llevarían por un camino sin retorno.)

(Shinobu, por otro lado, sentía cómo su mundo se desmoronaba. La rabia la había cegado, y sus decisiones la habían llevado a perder el control. Sin embargo, no estaba dispuesta a permitir que Kanao y Mitsuri se salieran con la suya.)

Shinobu (con los puños apretados, susurrando para sí misma): —No dejaré que me traicionen de esta forma... Si Mitsuri ha decidido aliarse con Kanao, entonces tendré que tomar medidas más drásticas.

(Mientras tanto, Mitsuri y Kanao estaban en la finca, en una de las habitaciones secretas que Kanao conocía bien. Era un lugar que Shinobu no frecuentaba, un escondite perfecto para sus planes. Mitsuri sostenía la llave que había usado para liberar a Kanao y la giraba entre sus dedos, pensando en todo lo que había pasado.)

Mitsuri (mirando a Kanao con seriedad): —Shinobu va a buscar venganza. Lo sé. Pero no podemos dejar que nos controle.

Kanao (asintiendo, con una mezcla de nerviosismo y determinación): —Haré lo que sea necesario para estar a tu lado, Mitsuri. Ya no puedo seguir viviendo bajo la sombra de mi hermana.

Mitsuri (suspirando, susurrando con voz suave): —Gracias, Kanao... No esperaba encontrar apoyo en ti, pero aquí estamos.

(Justo en ese momento, la puerta de la habitación se abrió de golpe, revelando a Shinobu. Su mirada estaba llena de furia, pero esta vez no había duda ni confusión. Estaba decidida a tomar el control de la situación. Mitsuri y Kanao se levantaron rápidamente, sabiendo que no sería fácil enfrentarse a ella.)

Shinobu (con voz firme, avanzando hacia ellas): —¿De verdad creían que podrían esconderse de mí? Ustedes dos están jugando con fuego, y si no tienen cuidado, van a quemarse.

Mitsuri (dando un paso al frente, sin retroceder): —¿Y qué vas a hacer, Shinobu? Ya lo arruinaste todo. No voy a dejar que sigas controlando mi vida.

Shinobu (mirando a Mitsuri con frialdad, casi despectiva): —¿Controlar tu vida? ¡Yo te amaba, Mitsuri! Todo lo que hice fue por nosotras... y ahora estás aquí, conspirando con mi hermana.

Kanao (con voz temblorosa, pero decidida): —Mitsuri no merece lo que le has hecho. Lo vi todo, Shinobu... Vi cómo la engañabas.

(Shinobu rió con amargura, sacudiendo la cabeza.)

Shinobu (murmurando con desdén): —¿Engañarla? ¿Es eso lo que crees, Kanao? Eres tan ingenua... No tienes idea de lo que realmente está pasando.

(Sin más palabras, Shinobu avanzó hacia Kanao, intentando sujetarla, pero Mitsuri se interpuso entre ambas, empujando a Shinobu hacia atrás. La rabia de Shinobu se intensificó al ver la cercanía entre Mitsuri y su hermana menor. Sabía que había perdido el control sobre Mitsuri, pero no estaba dispuesta a ceder tan fácilmente.)

Mitsuri (gritando, llena de emoción y rabia): —¡Ya basta, Shinobu! No quiero seguir jugando a este juego. Ya no somos las mismas de antes.

Shinobu (sintiendo la traición profunda en su pecho, casi sin aliento): —Mitsuri... si no puedo tenerte, entonces tampoco la tendrás a ella.

(Shinobu sacó una pequeña aguja envenenada de su cinturón, su arma habitual. Con un movimiento rápido, intentó lanzarla hacia Kanao, pero Mitsuri, con reflejos sorprendentes, logró detenerla a tiempo. La aguja cayó al suelo, mientras ambas chicas retrocedían.)

Kanao (mirando a Mitsuri con gratitud, pero también con miedo): —Mitsuri...

Mitsuri (respirando con dificultad, sabiendo que el enfrentamiento apenas comenzaba): —No dejaré que te lastime, Kanao.

(Shinobu, con una expresión de profunda tristeza y enojo, observó la conexión entre ambas. Su corazón estaba roto, pero su determinación seguía intacta. Si Mitsuri quería venganza, entonces ella también estaba lista para luchar.)

Shinobu (murmurando con una sonrisa oscura): —Esto aún no ha terminado...