semifinales

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El día de las semifinales finalmente había llegado. Después de una semana de entrenamientos intensos, la tensión en el dojo de Cobra Kai se podía sentir en cada rincón. Los estudiantes estaban enfocados, pero nerviosos. Para Kwon, el peso de las expectativas se multiplicaba; su madre ya estaba en la ciudad, lista para verlo competir. La presión en su pecho era casi sofocante.

El sistema de enfrentamientos se había organizado de tal manera que el Grupo A, representado por Cobra Kai, se enfrentaría al Grupo C. Mientras tanto, Miyagi-Do (Grupo B) se enfrentaba al Grupo D. La estructura del torneo no dejaba espacio para errores, y cada competidor sabía que un solo movimiento en falso podría significar la eliminación.

Kwon: Grupo A contra el Grupo C.

El tatami estaba preparado, y Kwon se encontraba de pie frente a su oponente. Ambos se inclinaron respetuosamente ante los jueces, listos para comenzar. Al sonar el silbato, la calma que había en el dojo se rompió instantáneamente cuando los dos competidores avanzaron hacia el centro.

El oponente de Kwon lanzó un ataque directo: un mae geri (patada frontal) que Kwon apenas esquivó. Respondió rápidamente con una combinación de tsukis (golpes de puño) dirigidos al cuerpo de su rival, conectando en su abdomen con fuerza.

—¡Koka! —anunció el juez, otorgando a Kwon un punto parcial por la efectividad de sus golpes.

Kwon sabía que no podía conformarse con un koka; necesitaba algo más definitivo. Su oponente, aunque golpeado, no daba señales de rendirse. El competidor del Grupo C contraatacó con un mawashi geri (patada circular), buscando conectar con la cabeza de Kwon. Con reflejos rápidos, Kwon se agachó y esquivó la patada por milímetros. Aprovechando el momento, lanzó una barrida con la pierna derecha, derribando a su oponente con un movimiento perfecto.

El impacto fue fuerte, y su rival cayó al tatami con fuerza. Kwon, sin perder tiempo, se lanzó encima con un gyaku tsuki (golpe de puño inverso), buscando un ippon. El puño de Kwon conectó con el costado de su oponente.

—¡Ippon! —gritó el juez, levantando la bandera roja. La pelea había terminado.

Los aplausos resonaron por todo el dojo, y aunque Kwon no mostraba ninguna expresión visible de emoción, internamente sintió una oleada de alivio. Había pasado a la final. Sin embargo, la mirada de su madre en las gradas no lo dejaba. Sabía que el verdadero desafío aún estaba por venir.

Mientras Kwon se recuperaba, Tori estaba en un rincón del dojo, respirando hondo antes de su pelea. La presión en sus hombros era palpable, y no solo por el torneo. Al ver acercarse a Kreese, decidió abrirse.

—Sensei... —dijo, su voz apenas un susurro—. Tengo miedo.

Kreese la miró con una mezcla de dureza y comprensión. Para él, el miedo no era un enemigo, sino una herramienta.

—El dolor que has sentido te ha hecho fuerte, Nichols. —La voz de Kreese era baja, pero firme—. Una guerrera solo sale a la luz con el dolor, y tú has pasado más dolor que cualquiera aquí. Vas a ganar porque eso es lo que hacen los guerreros.
Las palabras de Kreese resonaron en su mente. Tori asintió.

En otro rincón, Silver observaba todo con calma, una sonrisa calculada en su rostro. Sabía que la victoria era crucial, pero su motivación iba más allá de la gloria del dojo.

—Debes ganar —dijo, acercándose a Tori, su tono tan frío como sus palabras—. Porque cuando lo hagas, yo podré finalmente irme y conseguir lo que realmente me importa. No estoy aquí por ustedes, ni por Cobra Kai. Estoy aquí porque quiero ver a Miyagi-Do perder y con eso podré irme. Gana, y ambos obtendremos lo que queremos. Pero recuerda, solo los vencedores importan.

Sus palabras eran directas, casi crueles, pero Tori no necesitaba dulzura en ese momento. Sabía que, en el mundo de Cobra Kai, ganar era todo lo que importaba.

Tori Nichols: Grupo A contra Grupo C.

Tori avanzó con determinación, su mirada fija en su rival. El silbato sonó, y su oponente atacó de inmediato con un yoko geri (patada lateral), dirigido hacia su torso. Tori bloqueó con agilidad, absorbiendo el impacto y contraatacando con un uraken (golpe de puño invertido) al rostro.

—¡Koka! —anunció el juez, otorgándole el primer punto parcial.

El combate se intensificó. El competidor del Grupo C intentó reducir la distancia, lanzando golpes rápidos con las manos, pero Tori lo mantenía a raya, esquivando con agilidad. Sabía que no podía permitirse ningún error. Un desliz, y su miedo podría convertirse en realidad.

Recorriendo con la mirada a su oponente, encontró una abertura. Tori giró rápidamente sobre sus talones, lanzando un ushiro geri (patada hacia atrás) que conectó con el torso de su rival, enviándolo al suelo.

—¡Ippon! —gritó el juez, decretando su victoria.

Tori sintió un alivio inmediato, pero en su interior aún luchaba contra sus inseguridades. Mientras se inclinaba ante su oponente, las palabras de Kreese resonaban en su mente: “Una guerrera solo sale a la luz con el dolor, y tú has pasado más dolor que cualquiera aquí. Vas a ganar porque eso es lo que hacen los guerreros.”

Con un suspiro profundo, Tori sabía que estaba más cerca de la final, pero también que el verdadero desafío aún estaba por delante.

Miyagi Do: Grupo B contra Grupo D.

En el otro lado del dojo, el grupo de Miyagi-Do estaba librando sus propias batallas. El primer enfrentamiento del Grupo B fue el tercer miembro de Miyagi-Do contra un competidor del Grupo D. El dojo de Miyagi-Do confiaba en su técnica, pero el luchador del Grupo D demostró ser un oponente formidable.

El miembro de Miyagi-Do lanzó una serie de golpes precisos, buscando un koka, pero su oponente contrarrestó con un tsuki rápido que conectó en su costado.

—¡Koka! —anunció el juez.

La pelea se prolongó, ambos competidores exhaustos. A medida que el combate avanzaba, la frustración se reflejaba en los movimientos del luchador del Grupo D. En un momento crítico, lanzó una patada frontal que impactó con demasiada fuerza en el rostro del competidor de Miyagi-Do. El golpe fue claramente ilegal: había superado el nivel permitido de contacto, y el estudiante de Miyagi-Do cayó al tatami con un fuerte impacto, sangrando por la nariz.

El dojo se quedó en silencio por un momento. Los jueces levantaron inmediatamente sus banderas, indicando una falta grave.

—¡Falta grave! —anunció uno de los jueces con firmeza, mientras el médico del torneo se acercaba al competidor de Miyagi-Do para evaluarlo.

Los entrenadores de ambos grupos, incluyendo Daniel LaRusso y los senseis del Grupo D, corrieron hacia el tatami. La tensión era palpable. El reglamento del torneo era claro: una falta grave como esa podría no solo significar la eliminación del competidor, sino que también podría llevar a la descalificación de todo su equipo.

Los jueces se reunieron en una esquina del tatami, discutiendo lo sucedido. Todos los ojos estaban puestos en ellos, mientras el competidor de Miyagi-Do era llevado fuera del área de combate, incapaz de continuar. La situación era crítica, y todos los equipos esperaban el veredicto con nerviosismo.

—Este tipo de conducta no es aceptable, —dijo uno de los jueces, tomando el micrófono para dirigirse al público y a los equipos—. Después de revisar la falta cometida por el competidor del Grupo D, hemos decidido que esta acción no solo viola las reglas del torneo, sino que representa un riesgo grave para la integridad de los demás competidores. Como resultado, el Grupo D queda descalificado en su totalidad.

El dojo estalló en murmullos de sorpresa. Descalificar a todo un grupo no era algo común, pero el golpe había sido demasiado peligroso para pasar desapercibido. Los miembros del Grupo D, abatidos, comenzaron a abandonar el área de combate, dejando el torneo sin opciones para su finalización.

Solo quedaban dos grupos ahora: el Grupo A de Cobra Kai y el Grupo B de Miyagi-Do.

Los finalistas se decidían ahora. Kwon y Tori, representando a Cobra Kai, habían demostrado su fuerza y habilidad en las semifinales. Por otro lado, Robby y Samantha, como los últimos representantes de Miyagi-Do, llevaban el peso del legado de su dojo sobre sus hombros.

𝔄𝔩𝔪𝔞𝔰 𝔡𝔢 𝔠𝔬𝔪𝔟𝔞𝔱𝔢-𝔉𝔞𝔫𝔣𝔦𝔠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora