SEGUNDO LIBRO
A pesar de que Jacob y Edward finalmente han desentrañado los misterios que los rodeaban y pueden estar juntos al fin, nuevos obstáculos comienzan a aparecer con nuevos descubrimientos y el dolor que Edward empieza a sentir ante la pos...
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¡Hola a todos! Antes de empezar, solo quería señalarles que las partes en cursiva representan los recuerdos de los personajes. Sin más que añadir, ¡disfruten la lectura!
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28 de junio de 2011: Día del veredicto
La oscuridad se cierne sobre todos, y solo la luz de la fogata evita que queden en una penumbra total. Los miembros de la tribu ya están casi todos reunidos, esperando que este asunto se resuelva de una vez por todas, mientras aguardan la llegada de los últimos integrantes. Han decidido que todo debe terminar antes del funeral y entierro de Harry Clearwater, por lo que la reunión se lleva a cabo al anochecer, justo antes de que el sol se esconda por completo.
Mientras tanto, Sue Clearwater, la esposa del fallecido líder de la tribu, se prepara para salir de su hogar acompañada por sus dos hijos, Leah y Seth. Aunque había insistido en que se quedaran en casa, ninguno de ellos quiso quedarse al saber que la reunión involucraba a su amigo Jacob. Además, ambos pertenecían a la manada, lo que hacía más difícil impedir su presencia. Caminaban juntos hacia el centro del pueblo, el lugar de la reunión, cuando Seth rompió el silencio, rogándole a su madre que intercediera por Jacob.
—Ahora eres parte del consejo, has ocupado el lugar de papá. Puedes evitar que saquen a Jacob de la manada —suplicó Seth—. Madre, Jacob no puede irse, no ha hecho nada malo.
—Ya te dije que no puedo hacer mucho, Seth —respondió Sue con calma—. Aunque ocupe el lugar de tu padre, no significa que el consejo vaya a escucharme. Y aunque pudiera hacer algo, no cambiaría nada si Jacob sigue aferrado a su postura. Debería romper los lazos con los vampiros, especialmente con Edward. Sería mejor para él aceptar que Edward no va a volver. Aunque tal vez lo amaba, ya ha pasado demasiado tiempo. Lo correcto sería dejarlo ir.
Las palabras de su madre solo aumentaron la frustración de Seth. Sin poder contenerse, replicó:
—¡Él va a regresar! Jacob lo sabe y yo también. No puedes pedirle que olvide todo lo que vivió con él, ¿verdad, Leah?
Seth buscó apoyo en su hermana, pero Leah evitó su mirada, permaneciendo en silencio mientras seguía caminando. La reacción de Leah dejó a Seth atónito. Sabía que su hermana siempre había apoyado a Jacob, entonces ¿por qué ese comportamiento tan distante?
Leah, por su parte, no se atrevía a mirar a su hermano. No podía mentirle y decirle que todo estaría bien después de lo que había sucedido con Jacob la noche anterior.
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Leah había llegado a casa de Jacob pasada la medianoche. Él la había llamado con una voz apagada, y sin dudarlo, fue a su encuentro. Cuando entró en la casa de los Black, solo estaba Jacob; su padre, Billy, aún permanecía en la vigilia junto al cuerpo de Harry Clearwater. Apenas habían pasado dos días desde la tragedia. Leah aún recordaba vívidamente cómo, en un instante, se había transformado frente a su padre. El shock fue tal que Harry sufrió un infarto, muriendo en el acto. La joven tardó en volver a su forma humana y, para cuando lo hizo, ya se estaban haciendo los preparativos para el funeral.
