(Pasaron dos largos años desde que Mitsuri cayó en coma. El cuartel de los cazadores se convirtió en un lugar de incertidumbre y preocupación. Nadie sabía si Mitsuri volvería a ser la misma o si la oscuridad en su interior la consumiría por completo. Shinobu y Kanao nunca se alejaron de su lado, esperando pacientemente el día en que despertara.)
(Durante esos dos años, Shinobu se había obsesionado con encontrar una cura para el veneno que afectaba a Mitsuri. Mientras tanto, Kanao también había cambiado. Los sentimientos que había desarrollado por Mitsuri se fortalecieron con el tiempo, y la idea de perderla la atormentaba constantemente.)
Kanao (mirando a Mitsuri mientras duerme, susurrando): —Mitsuri... ¿volverás a ser la misma? No quiero perderte...
(Shinobu entra en la habitación, cansada pero determinada. Se ha pasado días sin dormir, investigando sin descanso.)
Shinobu (con voz baja y seria): —Kanao, he hecho todo lo posible para detener la transformación... pero no sé si será suficiente. Mitsuri... puede no ser la misma cuando despierte.
Kanao (mirándola fijamente, con lágrimas en los ojos): —¿Qué harás si... si no es la misma Mitsuri? ¿Si despierta como un demonio?
Shinobu (apretando los puños, en conflicto consigo misma): —No lo permitiré... No dejaré que el veneno la domine. Pero si se transforma... entonces... tendré que detenerla, Kanao. No puedo dejar que se convierta en una amenaza.
(Las palabras de Shinobu eran duras, pero la angustia en su voz era evidente. No quería llegar a ese extremo, pero sabía que el deber de los cazadores era proteger a la humanidad de los demonios, incluso si eso significaba detener a alguien a quien amaba.)
(De repente, el silencio de la habitación fue roto por un leve sonido. El corazón de Kanao se detuvo por un segundo cuando vio que Mitsuri movía sus dedos.)
Kanao (alarmada, mirando a Shinobu): —¡Shinobu! ¡Mira!
(Ambas se acercaron rápidamente a Mitsuri, que comenzaba a moverse lentamente. Su respiración era irregular, pero sus ojos empezaban a abrirse. Durante un momento, el alivio llenó la habitación. Mitsuri estaba despertando. Sin embargo, la paz duró poco. Los ojos de Mitsuri, ahora abiertos, brillaban con una luz rojiza, característica de los demonios.)
Mitsuri (en voz baja y ronca): —Shinobu... Kanao...
(Shinobu dio un paso adelante, su corazón latiendo con fuerza, pero al mismo tiempo con cautela. La luz roja en los ojos de Mitsuri confirmaba el peor de los miedos.)
Shinobu (con voz suave, pero firme): —Mitsuri... ¿me escuchas? ¿Sabes quién soy?
(Mitsuri se incorporó lentamente, sus movimientos eran torpes, como si su cuerpo aún no estuviera completamente despierto. Pero algo en su mirada había cambiado. Aunque su rostro seguía siendo el de la Mitsuri que conocían, su esencia se sentía diferente, oscura.)
Mitsuri (con una sonrisa suave, pero extrañamente inquietante): —Shinobu... siempre te recordaré. Pero... algo ha cambiado. Puedo sentirlo.
(Kanao, incapaz de contenerse, se lanzó hacia Mitsuri, abrazándola con fuerza, con lágrimas en los ojos.)
Kanao (con voz quebrada): —¡Mitsuri! ¡Por fin despertaste! Tenía tanto miedo... No importa lo que pase, yo estaré a tu lado.
(Mitsuri la miró con ternura, pero algo en sus gestos era inquietante. El brillo rojo en sus ojos no desaparecía, y sus colmillos comenzaban a asomarse levemente.)
Mitsuri (acariciando el cabello de Kanao): —Gracias, Kanao... pero ya no soy la misma. Algo oscuro vive en mí ahora.
(Shinobu observaba con creciente preocupación, notando los cambios físicos en Mitsuri. Sus colmillos más afilados, su piel ligeramente más pálida, y sobre todo, la presencia demoníaca que emanaba de ella.)
Shinobu (susurrando para sí misma): —No... esto no puede estar pasando.
(De repente, Mitsuri hizo una mueca de dolor, llevándose las manos a la cabeza, como si algo dentro de ella estuviera luchando por controlarla.)
Mitsuri (gimiendo de dolor): —¡No! ¡No quiero hacerles daño! ¡Aléjense de mí!
(Shinobu corrió hacia ella, sujetándola con firmeza.)
Shinobu (con voz firme, tratando de calmarla): —Mitsuri, no luches sola. Estamos aquí. No dejaré que te conviertas en un demonio por completo.
(Pero justo en ese momento, el demonio responsable de su transformación apareció de nuevo, esta vez en el umbral de la puerta del cuartel, riéndose burlonamente.)
Demonio (con tono triunfante): —¿Cómo te sientes, Mitsuri? Mi creación perfecta. Ahora perteneces a mi raza. No hay escapatoria.
(Mitsuri lo miró con odio, pero su cuerpo comenzó a temblar. Sabía que estaba perdiendo el control. Tomando una decisión desesperada, Mitsuri saltó hacia el demonio, sacrificando su propio brazo en un intento de detenerlo. El demonio la atravesó con sus garras, pero antes de desmayarse, Mitsuri logró morderlo con una fuerza sobrehumana, dejándolo debilitado.)
(El demonio gritó de dolor y desapareció, pero el daño estaba hecho. Mitsuri cayó al suelo, inconsciente. Kanao y Shinobu corrieron hacia ella.)
Kanao (llorando): —¡No, Mitsuri!
Shinobu (con la voz quebrada, mirando su brazo perdido): —Tiene que sobrevivir... tiene que.
(Mitsuri cayó en un profundo sueño que duraría dos años. Su sacrificio fue enorme, pero la lucha por mantener su humanidad no había terminado.)
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Sombras en el Corazón (Shinomitsu)
RandomShinobu y Mitsuri han compartido una relación estable y amorosa durante tres años, siendo el apoyo mutuo en sus vidas como Pilares. Sin embargo, un malentendido inesperado sacude el mundo de Mitsuri cuando descubre a su amada Shinobu en lo que parec...