Verdades Ocultas

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(Han pasado dos largos años desde que Mitsuri cayó en su profundo sueño. Kanao y Shinobu han seguido al pie del cañón, esperando el día en que la querida Mitsuri despierte de su letargo. La atmósfera en el cuartel de los cazadores ha sido tensa, no solo por la ausencia de Mitsuri, sino por los oscuros secretos que han permanecido ocultos todo este tiempo.)

(Kanao, sentada junto a la cama de Mitsuri, acaricia suavemente su mano. El vínculo entre ambas ha crecido durante estos años, pero el dolor por lo que sucedió con Shinobu sigue fresco en sus corazones. Kanao siente que ha llegado el momento de revelar la verdad a Mitsuri, aunque esta siga dormida.)

Kanao (hablando en voz baja mientras observa a Mitsuri dormir): —Mitsuri... cuando despiertes, tengo que decirte algo. Algo que nunca debería haberte ocultado...

(Shinobu entra a la habitación en ese momento, silenciosa como siempre, pero sus ojos reflejan la culpa y el dolor. Se sienta en la silla frente a la cama, observando a Mitsuri. El ambiente es pesado, cargado de palabras no dichas.)

Shinobu (en un susurro, mirando a Kanao): —Lo sabe, ¿verdad?

Kanao (con la mirada baja, asintiendo lentamente): —Sí. Pero no todo... Todavía no he podido decirle todo.

Shinobu (con voz entrecortada, llena de remordimiento): —Yo... cometí un terrible error. Durante todo este tiempo, no entendí lo que estaba pasando. No entendí por qué Mitsuri dejó de llamarme por nuestros apodos... por qué se distanció de mí.

Kanao (levantando la vista hacia Shinobu, con determinación): —Es momento de que lo sepa. No puedes seguir ocultando la verdad. El demonio... el que la convirtió... se disfrazó de ti. La engañó. Fingió ser tú, y por eso... por eso Mitsuri pensaba que la estabas traicionando con otra chica.

(Shinobu cierra los ojos, el peso de las palabras de Kanao golpeando su conciencia. Ahora todo tenía sentido. Los momentos en los que Mitsuri la había evitado, las lágrimas silenciosas, la distancia que creció entre ellas antes de la fatídica batalla. El demonio había sembrado la duda y el dolor en el corazón de Mitsuri.)

Shinobu (con voz quebrada): —No sabía... No entendía por qué se había alejado de mí. Siempre pensé que era por el miedo de convertirse en demonio, pero ahora... todo fue una mentira que el demonio creó. Y yo fui lo suficientemente ciega para no darme cuenta.

Kanao (tomando la mano de Mitsuri con fuerza): —Mitsuri dejó de confiar en ti porque creyó que tú la traicionabas... pero era el demonio todo el tiempo, disfrazado de ti. Fue él quien la engañó, quien la hizo sufrir. Por eso ya no te llama como antes, por eso dejó de ser la misma contigo.

(Shinobu siente que su corazón se rompe aún más. Recuerda los días en los que solían llamarse con apodos cariñosos, aquellos días llenos de amor y confianza. Ahora entendía por qué Mitsuri dejó de usar esas dulces palabras, por qué su mirada cambió. La culpa la consume, pero sabe que necesita enmendar el daño, aunque parezca imposible.)

Shinobu (agachando la cabeza, susurrando con lágrimas en los ojos): —Todo este tiempo... Mitsuri pensaba que yo la había traicionado. No me extraña que me haya apartado de su vida... Es culpa mía por no haberme dado cuenta antes.

(Kanao, aunque siente el dolor de Shinobu, no puede evitar que una pequeña chispa de resentimiento crezca en su corazón. Shinobu, la persona que siempre admiró, no había visto lo que pasaba ante sus propios ojos. Mitsuri sufrió por esa ceguera, y ahora ambas lo pagaban.)

Kanao (con voz fría, mientras acaricia a Mitsuri): —Ya no importa lo que creíste antes. Lo que importa es lo que hagas cuando Mitsuri despierte. Ella no te perdonará fácilmente, y tienes que aceptar eso.

Shinobu (con determinación, aunque rota): —Haré lo que sea necesario para ganarme su confianza de nuevo... aunque me tome el resto de mi vida.

(De repente, un leve movimiento en la cama alerta a ambas. Mitsuri, aunque aún no despierta del todo, comienza a agitarse. Sus ojos, aún cerrados, parecen llenos de inquietud. Kanao y Shinobu intercambian miradas de preocupación.)

Mitsuri (en un susurro mientras duerme): —Shinobu... ¿por qué...?

(Las palabras apenas audibles de Mitsuri golpean a Shinobu como una daga en el corazón. Kanao se acerca más a Mitsuri, dispuesta a protegerla de todo lo que viniera.)

Kanao (mirando a Shinobu con seriedad): —Prepárate, porque cuando despierte, no será fácil. Mitsuri tiene muchas preguntas, y tú tendrás que darle todas las respuestas.

Shinobu (en voz baja, casi como un susurro de arrepentimiento): —Lo sé... y estoy lista para enfrentarlo.

Sombras en el Corazón (Shinomitsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora