Oscura Tentación

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(Una noche silenciosa cae sobre el cuartel de los cazadores. Mitsuri, después de dos largos años dormida, finalmente abre los ojos. Sin embargo, su despertar no es el mismo que el de antes; el hambre insaciable que siente en su interior la consume. Mientras todo está en calma, una oscura figura aparece en su habitación: Kaigaku, la Luna Superior 7.)

Kaigaku (sonriendo de manera maliciosa mientras se acerca con un cuerpo humano en sus brazos): —Finalmente despertaste, Kanroji Mitsuri. Y parece que tu nueva naturaleza clama por sangre, ¿verdad?

(Mitsuri, aún confusa por su reciente despertar, siente una necesidad indescriptible. Sus ojos, antes llenos de bondad, ahora brillan con el deseo de saciar ese impulso demoníaco que late en su interior.)

Mitsuri (mirando el cuerpo muerto con los ojos vidriosos y la respiración acelerada): —No... no puedo... ¡Pero tengo tanta hambre!

Kaigaku (soltando una risa cruel mientras deja el cuerpo en el suelo a los pies de Mitsuri): —No luches contra ello. Este es tu verdadero ser ahora. Devóralo, Mitsuri... ¡Devora a los humanos como la criatura que eres!

(Con las manos temblorosas, Mitsuri se inclina hacia el cuerpo. Su mente está dividida entre la moralidad que alguna vez la guió y la necesidad abrumadora de saciar su hambre. Sin poder resistir más, comienza a devorar al humano con furia.)

Kaigaku (sonriendo satisfecho, observando a Mitsuri caer más profundamente en su nueva naturaleza demoníaca): —Eso es, Kanroji. Así es como debe ser. Te volverás más fuerte si abrazas lo que eres.

(En ese preciso momento, Shinobu entra en la habitación de Mitsuri para hacerle una visita. Lo que ve la deja congelada en el lugar: Mitsuri, su amada, devorando el cuerpo de un humano, con sangre corriendo por sus labios. Shinobu siente un nudo en el estómago, pero su resolución no flaquea. Sacando su katana, rápidamente se mueve hacia Mitsuri.)

Shinobu (gritando con desesperación): —¡Mitsuri, detente! ¡Esto no eres tú!

(Mitsuri, al escuchar la voz de Shinobu, se detiene por un momento, pero la sangre y el hambre la mantienen sumida en un estado salvaje. Antes de que pueda tomar otro mordisco, Shinobu coloca su katana entre los dientes de Mitsuri, impidiendo que continúe comiendo.)

Shinobu (mirando a Mitsuri con lágrimas en los ojos mientras coloca la katana en su boca): —No te dejaré caer más profundo en esto. No eres un monstruo, Mitsuri. No te convertiré en uno.

(Con un rápido movimiento, Shinobu saca un pedazo de bambú, similar al que Nezuko solía llevar, y lo coloca cuidadosamente en la boca de Mitsuri para que no pueda morder más.)

Shinobu (murmurando con dolor mientras ajusta el bambú en la boca de Mitsuri): —Esto te ayudará... No puedo verte devorar a humanos. No puedo perderte así.

(Mitsuri, aunque en su estado demoníaco, comienza a tranquilizarse al sentir la presencia y la voz de Shinobu. Sus ojos, aunque todavía brillan con hambre, reflejan confusión y dolor. El bambú impide que hable o muerda, pero las lágrimas comienzan a caer por sus mejillas, mostrando que aún queda algo de su humanidad.)

Kaigaku (riendo de manera arrogante, observando la escena): —Qué patético. Crees que puedes detener lo inevitable, Shinobu. Ella ya no es la misma Mitsuri que conocías.

Shinobu (girándose hacia Kaigaku con ira en sus ojos): —¡Cállate, Kaigaku! No dejaré que la conviertas en una bestia como tú.

(Kaigaku da un paso atrás, observando cómo Shinobu se acerca más a Mitsuri, abrazándola con cuidado. La Luna Superior sonríe con desdén, pero decide retirarse, sabiendo que la semilla del caos ya ha sido plantada.)

Kaigaku (antes de desaparecer en las sombras): —Nos volveremos a ver, Mitsuri. Cuando el hambre sea demasiado, vendrás a mí.

(Shinobu observa cómo Kaigaku se desvanece en la oscuridad, sintiendo el peso del mundo sobre sus hombros. Se arrodilla al lado de Mitsuri, que ahora está completamente inmóvil, sus ojos cerrados por la mezcla de culpa y hambre no satisfecha.)

Shinobu (acariciando suavemente el cabello de Mitsuri mientras llora en silencio): —Lo siento tanto... No debí haber permitido que esto te pasara. Pero te sacaré de esto, Mitsuri. Te salvaré, lo prometo.

(Mitsuri, incapaz de responder debido al bambú en su boca, solo puede llorar en silencio, mientras siente el amor y la desesperación de Shinobu rodearla. Aunque su naturaleza demoníaca lucha por controlarla, en el fondo, aún quiere aferrarse a lo que alguna vez fue.)

(El silencio de la habitación es roto solo por los sollozos suaves de ambas. Mientras Shinobu mantiene a Mitsuri cerca, una batalla aún mayor comienza a gestarse, no solo contra los demonios que les rodean, sino contra el monstruo que ahora habita en el interior de Mitsuri.)

Sombras en el Corazón (Shinomitsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora