(Dos años han pasado desde que Mitsuri fue transformada en demonio. Durante ese tiempo, Shinobu no ha dejado de buscar una cura, y finalmente, con la ayuda de Tamayo, una demonio que rechaza comer humanos, ha desarrollado una medicina que podría revertir la transformación. Sin embargo, justo cuando están a punto de administrarla, son transportadas al Castillo Infinito, el último bastión de Muzan. La batalla final está a punto de comenzar.)
Shinobu (sosteniendo la medicina cuidadosamente en sus manos, mirando a Tamayo con gratitud): —No sé cómo agradecerte, Tamayo. Sin ti, esto habría sido imposible.
Tamayo (con una suave sonrisa, pero manteniendo la seriedad en su rostro): —Aún no hemos terminado, Shinobu. El proceso de revertir a un demonio es muy delicado, y Muzan no lo dejará pasar tan fácilmente.
(Las dos se preparan para ir hacia Mitsuri, que está descansando en el cuartel, aún luchando contra su demonio interior. Shinobu, con el corazón acelerado, sabe que esta es su última oportunidad para salvar a la mujer que ama.)
Shinobu (respirando hondo, con determinación): —Vamos, Tamayo. Mitsuri ha esperado demasiado.
(Ambas salen de la sala y se dirigen hacia la habitación donde Mitsuri está retenida, atada con cadenas especiales para evitar que su parte demoníaca tome el control por completo.)
Kanao (esperando fuera de la habitación de Mitsuri, levantándose rápidamente al ver a Shinobu y Tamayo acercarse): —¿Traen la cura?
Shinobu (asintiendo con determinación): —Sí, Kanao. Hoy es el día en que Mitsuri será liberada de esta maldición.
(Shinobu abre la puerta de la habitación, donde Mitsuri está acostada, con el bambú aún en su boca y sus ojos cerrados, como si estuviera luchando contra la oscuridad dentro de ella.)
Shinobu (acercándose a Mitsuri, con lágrimas en los ojos): —Mitsuri... ya no tienes que sufrir más. Vamos a salvarte.
(Justo cuando Shinobu se dispone a inyectar la medicina, el aire en la habitación cambia repentinamente. Una presión abrumadora las rodea, y en un abrir y cerrar de ojos, la sala desaparece. Shinobu, Tamayo y Kanao se encuentran flotando en un espacio distorsionado, lleno de corredores infinitos y paredes que parecen cambiar de forma.)
Shinobu (mirando a su alrededor, sorprendida y alerta): —¡No puede ser... estamos en el Castillo Infinito!
Tamayo (con una mirada tensa, entendiendo la gravedad de la situación): —Muzan... lo sabía. No iba a permitir que salváramos a Mitsuri tan fácilmente.
(A su alrededor, el espacio sigue distorsionándose, y de repente, varias puertas se abren, revelando a cazadores de demonios siendo arrastrados hacia la dimensión del Castillo Infinito, incluidos los Pilares.)
Kanao (sujetando su espada con fuerza, mirando a Shinobu): —¡Es una trampa! Muzan nos está reuniendo aquí para acabar con todos a la vez.
Shinobu (con voz firme, aunque su corazón late con fuerza): —Esto significa que la batalla final ha comenzado. No tenemos elección más que luchar.
(De repente, las figuras de los Pilares comienzan a aparecer a su alrededor: Rengoku, Sanemi, Giyuu, Uzui, Himejima, y muchos otros cazadores. Todos saben que están en el centro del terreno de juego de Muzan.)
Rengoku (con su característica sonrisa confiada, mirando a los demás Pilares): —¡Así que finalmente llegó el momento de enfrentar a Muzan! ¡Estamos listos para esto!
Sanemi (mirando a Shinobu con una mezcla de seriedad y preocupación): —¿Mitsuri está bien? ¿Pudiste darle la cura?
Shinobu (sacudiendo la cabeza con frustración): —No tuve tiempo. Antes de que pudiéramos hacer algo, nos trajeron aquí.
(En ese momento, una voz profunda y aterradora resuena en todo el castillo, sacudiendo a todos los presentes.)
Muzan (hablando desde las sombras, su presencia imponente cubriendo cada rincón del Castillo Infinito): —Cazadores insignificantes... hoy será el día en que los extinga por completo. No tendrán ninguna posibilidad contra mí en mi propio reino.
Tamayo (mirando hacia el cielo con rabia, hablando en voz baja): —Muzan...
Shinobu (mirando a los demás cazadores, tratando de mantener la calma): —Tenemos que proteger a Mitsuri a toda costa. Si le damos la medicina, tal vez pueda luchar a nuestro lado como lo hacía antes.
Giyuu (serio, con su katana lista para el combate): —Si esa es la clave para derrotar a Muzan, entonces debemos asegurarnos de que Mitsuri reciba la cura.
Uzui (con una sonrisa confiada, ajustando sus espadas): —¡Entendido! No dejaré que esos demonios nos detengan. ¡Vamos a hacer esto explosivamente!
(En medio del caos, los cazadores y Pilares se organizan para prepararse para la batalla final. Todos saben que este será el enfrentamiento decisivo contra Muzan y sus lunas superiores. Mientras tanto, Shinobu mantiene la medicina segura, sabiendo que el futuro de Mitsuri depende de ella.)
Shinobu (mirando a Mitsuri, aún inconsciente, su voz llena de determinación): —Mitsuri... te lo prometo. No importa lo que pase, te traeré de vuelta.
(La batalla final contra Muzan está a punto de comenzar, y con la cura en sus manos, Shinobu y Tamayo deberán encontrar una forma de administrar la medicina a Mitsuri en medio de un campo de batalla lleno de demonios y trampas.)
(El destino de todos está en juego en el Castillo Infinito, y la esperanza de Mitsuri depende de la fuerza de Shinobu y los cazadores. La lucha por la humanidad y la venganza contra Muzan llega a su clímax.)
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Sombras en el Corazón (Shinomitsu)
RandomShinobu y Mitsuri han compartido una relación estable y amorosa durante tres años, siendo el apoyo mutuo en sus vidas como Pilares. Sin embargo, un malentendido inesperado sacude el mundo de Mitsuri cuando descubre a su amada Shinobu en lo que parec...