—Ya le dije, comandante, que no tengo ni puta idea de dónde puede estar Carolina.
El oficial Veliz se pasa la mano por la calva, un poco harto, y empieza a sacar Polaroids de una caja de zapatos.
—Sabemos que la conoces, Alvin, el resto de los interrogados afirma que jugaban a ser padre e hija, o lo que sea, hasta vivieron juntos. No intentes vernos las caras de estúpidos.
—No tiene usted ni un pelo de tonto. —contesta Alvin. —En ningún momento dije que no la conozco, solo dije que no sé dónde está.
—Hasta ayer por la noche se te vió llevándola a su fiesta de graduación. Dos horas después empezaron a evacuar la discoteca, se encontró un cuerpo sin vida y ella estaba desaparecida.
—Ni siquiera entiendo por qué se enfocan tanto en ella. La víctima es alguien cercano a ella, pudo haber salido corriendo como todos los demás a llorar su pérdida.
El comandante Ramírez se apoyó sobre la mesa metálica, haciendo que el oficial Veliz retrocediera. Empezó a sacar más fotografías.
—¿Cuándo fue la última vez que estuviste en su casa?
—Ayer por la mañana, mientras la ayudaba a escoger lo que se iba a poner para la fiesta. No había nada raro.
—Las cámaras de su residencia muestran que a las tres de la tarde empezó a montar cajas y cajas como loca en un camión. Y los registros del aeropuerto en Maiquetía muestran que compró un boleto de avión sin regreso. Entonces nos dices dónde está, o vuelves preso.
Alvin permaneció en silencio.
—Puede que no sea ella la culpable. —añadió el oficial Veliz. —Según el resto de los testimonios, la víctima no tenía enemigos, nadie tenía motivos para hacerle daño, mucho menos Carolina, pero, ¿Entonces por qué huyó? Deja demasiado qué pensar. Y tú tampoco tienes un historial muy pulcro que digamos.
Nuevamente, el interrogado se quedó callado.
—Haz tu llamada. —concedió el comandante. Y ambos miembros de la policía salieron del lugar.
Pero en ese momento, la vigilante irrumpió en la sala con el teléfono de Alvin en las manos.
—Tienes un mensaje.
Él lo atajó en el aire y lo desbloqueó rápidamente.
Era de un número desconocido. Una fotografía familiar vieja y tres palabras.
"Ojo por ojo"
Entonces Alvin lo entendió todo.
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Fecha oficial de publicación: Diciembre 2024
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Papi en alquiler
General FictionLeonel Avila es el universitario más codiciado de la Universidad Urquía; físicamente atractivo, con un intelecto aceptable, bolsillo pesado, pero, sobre todo, con estándares de belleza ridículos. Hace años, sus antepasados varones escribieron un ma...