El ángel oscuro

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Narra María

El partido inició con el saque de centro del Ángel oscuro. Sael y Destra conectaron varios pases superando a Xavier, Austin y Axel. Eran mucho más rápidos que antes. Continuaron dándose pases entre ellos hasta llegar a la portería.

-¡Temednos!

-¡Dejad que transforme vuestras almas!

Los realizaron una técnica combinada llamada Lluvia oscura y Mark la contrarrestó con la Nueva mano ultradimensional, pero la pelota entró en la portería.

-Ya hemos recibido un gol, –dijo mi hermana asustada.

-Qué son estos tipos, –comentó Tori.

Todos estaban tensos mirando al equipo rival.

-Sí, me gustan esos rostros, –dijo Destra–, las almas saben mucho mejor alineadas con pánico. Así que temernos más.

-¿¡Se puede saber qué mosca os ha picado!? –Exclamó Caleb y me sorprendí al notar su iniciativa de subir los ánimos–. Si nos marcan un gol, nosotros marcamos otro.

-¡Es verdad! ¡A contraatacar! –Dijo Mark.

Jude y Caleb fueron interceptados por la defensa del Ángel oscuro y para detener al jugador que tenía el balón necesitaron el apoyo de Thiago, Paolo y Shawn. Este último junto a Axel probaron con su técnica combinada, pero el portero también había evolucionado su poder.

Sael y Destra volvieron a tirar a portería con la Lluvia oscura, pero esta vez los chicos sí pudieron desviar el balón. Para ello, intervinieron Jack, Archer y Mark, pero no aguantarían todo el partido así.

-Su fuerza es impresionante, –dijo ____–, no va a ser fácil marcarles un gol.

Era imposible. Nos robaban el balón y no dejaban de tirar a puerta. Todos estaban agotados por estar defendiendo la mayor parte del tiempo.

Axel, Austin y Xavier decidieron bajar a la defensa para ayudar a los demás, pero Caleb se negó a que lo hicieran.

-¡No lo hagáis!

-¿Pero por qué? Todos tenemos que colaborar en la defensa, –justificó el más pequeño.

-¡Cierra la boca y quédate en la delantera! ¡Aquí sobras! –Respondió Caleb.

Sabía por qué Caleb les estaba diciendo eso a los chicos, pero podría hacerlo sin sonar tan antipático. Jude pareció entender lo que estaba haciendo Caleb y se acercó a los tres.

-Haced lo que os dice Caleb.

-Pero Jude, ¿tú también?

-De acuerdo, –habló Axel.

-La defensa es vuestra, –añadió Xavier.

-¿Eh? Ahora también Axel y Xavier. Vale, luego no pidáis ayuda, –Austin siguió a los otros dos.

El juego continuó igual y las fuerzas de los chicos estaban ya al límite.

-Adelante, –le dijo Destra a Sael.

-¿Otra vez vuestra Lluvia oscura entre los dos? –Caleb se interpuso para enfrentarlo.

-No hagas ninguna tontería Caleb, –murmuré.

-Venga, ataca tú solo. ¿Qué pasa? ¿Tienes miedo de mí?

-¿Miedo de alguien como tú que no puede ni respirar? –Destra chocó contra Caleb haciéndolo caer y se me escapó un pequeño chillido–. No mereces ni que te dirija la palabra. Sael.

Corramos juntos | Nathan y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora