Abismo

Abismo:

Ese pozo sin fondo al que a veces te asomas sin saber lo que te vas a encontrar

Como una película de terror en la que se van orquestando todos los efectos especiales para que la escena final te produzca ese instante de pánico y adrenalina que parece que no vas a poder soportar. 

Así que cierras los ojos y esperas esos instantes interminables antes de volver a abrirlos y ver lo que ha ocurrido. Cuando los abres, te das cuenta de que todo sigue igual y ha sido sólo una escena de la película, una escena elaborada majestuosamente para crearte ese instante de pánico extremo.

Así es el abismo

Un precipicio al que tus pensamientos negativos a veces te hacen acercarte. 

Esos pensamientos funcionan a la perfección, igual que esos efectos especiales de la película de terror, para crearte un momento de pánico, un instante falto de lucidez, un instante que te nubla la visión y hace que todo lo veas negro, sin color, sin sentido.

Entonces decides asomarte para ver qué ocurre, para ver qué se esconde tras ese abismo. Y lo que ves es una intensa niebla, una niebla que te nubla la cabeza, que no te deja pensar con claridad, que te impide ver lo que realmente eres, lo que realmente vales.

Entonces barajas lanzarte al vacío y ver si esa niebla densa se despeja de tu cabeza por fin. Y justo cuando te estás asomando tanto que parece que ya te vas a caer, una mano tira de repente de ti y te aleja de ese borde.

¿Qué hace? ¿Acaso no ve que quiero deshacerme de esta densa niebla que nubla mi cabeza?

Esa mano ha estado ahí antes, en ese mismo precipicio, asomada, y ha visto que no hay nada, sólo oscuridad. Ha visto que no vale la pena arriesgarlo todo y lanzarse al precipicio para ver si esa niebla, al fin, se dispersa.

Esa mano ya ha estado ahí muchas veces

Esa mano sabe que llegará un día en el que veas todo de nuevo con color, con muchos colores, tan brillantes como los del arcoiris, y ese día, podrás acercarte al precipicio sin miedo, asomarte sin miedo. Ese día comprobarás que eres capaz de ver esa escena de la película de terror con los ojos abiertos y sin pánico. 

Al fin y al cabo, sólo es eso: una escena de terror orquestada por tu cabeza y adornada por esos efectos especiales que son tus pensamientos negativos 

El día que comprendas esto, podrás asomarte a ese abismo sin miedo.

 Mientras tanto, coge esa mano fuertemente y no dejes que te suelte.