¿Qué harías si tu equipo de ciberdeporte preferido te da la oportunidad de unirte a ellos?
Bueno, a nuestro protagonista le está pasando eso ahora mismo. No sabe como reaccionar, entonces decide tomarse un tiempo para poder pensarlo con mayor clarid...
"¡Hola, mis queridos fans!, aquí estoy de nuevo, reportando más noticias sobre SKZ-GAMING. Algo que ningún fanático debe olvidar, es que nuestros jugadores, estarán en su merecida final de primavera.
No todo está bien, ya que la lesión del mid, PuppyM, ha empeorado mucho más de lo que se ha diagnosticado. Se están creandorumores, de que el coordinador del equipo, está en busca de un nuevo mid, pero. . . Todavía no hay ninguna señal de alguna propuesta.
El capitán, Hwang Hyunjin, es conocido por su belleza, también porque es. . . Algo duro y estricto. Por estas razones, casi nadie obtiene el puesto, pero quién sea que haya podido, o pueda, ¡Le deseamos mucha suerte!"
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Los secos pasos de tacones, resonaban en las pobladas calles de Seúl. La mujer esquivaba los charcos de agua por milímetros, mientras se dirigía a un establecimiento especializado en el ciberdeporte, o mejor dicho, en el Onmyoji Arena.
Apenas abrió las puertas, se encontró con la persona que buscaba, siendo él, el núcleo de atención. Se asomaba entre las personas, las cuales murmuraban la audacia y agilidad que poseía dentro del juego, hasta que finalmente pudo llegar a un lado de las computadoras.
Y allí estaba, su característica cabellera del color del sol, sus ojos marrones como el roble, sus pestañas largas y filosas, sus belfos en forma de corazón, y sus pe- "¿Dónde están sus pecas?" Pensó la castaña. Forzó su vista lo más que pudo, y notó un poco de base en sus pómulos, esa fue la gota que colmó el vaso.
Esperó pacientemente a que la partida termine, y cuando lo hizo, no dejó que su mejor amigo mueva un pelo, ya que lo llevó furiosa al exterior, sin importarle los nuevos susurros de que el chico parecía mujer debido a su belleza.
—¡Oye!, ¡Danielle!— Se quejaba el rubio. —¡Espera!— Paró sus pies, mirando atónito a su amiga.
La chica observaba la simple nada, sin palabras sobre las llamadas perdidas que le envió al contrario, ya sabía porqué no contestaba. Se dió la vuelta bruscamente, mirando atenta al otro.
—Me habías dicho que faltaba una hora para q—
—Rompí con Nishimura— Dijo con un poco de pena.
—¿¡Qué!?— Exclamó con sorpresa. —Pero si hace unos días me habías dicho que ya estaban planeando un futuro juntos. . .—
—Eso no importa, ¿Qué te he dicho sobre tus pecas?— Preguntó con un tono más suave, mirando al propietario de estas. —Son hermosas, ¿por qué las escondes?—
Colocó su mano en el mentón opuesto, acariciando el lugar, intentando levantar la cabeza del chico, quién miraba triste el pavimento. Los dos sabían el por qué, pero Felix no lo superaba, no todavía.
