RUSIA
-No Lie — Dua Lipa
Se me escapo un jadeo al caer sobre la cama, apoyándome en mis brazos para no acabar recostado en esta por completo. Ella tenia mas fuerza de la que yo esperaba.
Sentí el calor subirme a la cara, al mismo tiempo que ella se subía sobre mí y colocaba sus manos en mi pecho, obligándome a recostarme en la cama. Trague saliva para tratar de deshacerme del nudo que tenia en la garganta, no funciono.
Mi respiración se habia vuelto irregular y sentía como el corazón me latía con fuerza contra el pecho, mientras sus dedos empezaban a desabotonar mi camisa.
—Haremos esto rápido, tengo cosas que hacer— Su voz me erizo la piel, haciéndome tomar una bocanada de aire. Maldita sea, esta mujer.
Pude sentir como se inclinaba levemente, al mismo tiempo que un cosquilleo me invadía el cuerpo por lo que veía y con cada roce de sus dedos contra mi piel. Pero, cuando vi su rostro acercarse al mío. Entre en pánico.
—¡Espera! —
Me cubrí la cabeza con los brazos, como si estuviera protegiéndome de algún golpe. Sentía que todo el cuerpo me temblaba, no estaba preparado para esto aún.
Me descubrí lentamente, encontrándome con ella, tenia la ceja encarnada y una expresión de evidente confusión. Claro, al parecer debí pensar esto mucho mejor antes de convencerla.
Mi interacción con el sexo opuesto se reducía a literalmente lo básico de decencia humana, así que debí sospechar que no estaría listo para esto. Mas allá de los intentos de los ministros porque sus hijas me conquistaran, lo que era una completa estupidez si teníamos en cuenta que ellas eran simples humanas, no habia interactuado con ninguna mujer que estuviera interesada en mi. Y esta no parecía ser la excepción.
Sin embargo, ella realmente parecía dispuesta a hacerlo. Bueno, le habia ofrecido dinero y seguro lo veía como parte de su trabajo. Pero, para mi no era de esa forma, era la primera vez que tenía a una mujer tan cerca, que una mujer me tocaba y que tenia la posibilidad de hacer lo mismo.
Increíble pensar en todas esas noches que estuve deseándolo, fantaseando con eso y ahora que tenia la oportunidad delante, simplemente no podía.
—Yo... es que— Me pase una mano por el rostro, tratando de buscar la excusa perfecta que no me hiciera quedar como un completo imbécil—Es mi primera vez—
Ella solo me miro, no sabia como interpretar esa mirada y esa sonrisa que se le dibujo en el rostro. Se cruzo de brazos, enderezándose un poco. Pero ella seguía sentada a horcajadas sobre mi pelvis y no pude evitar que mi mirada se desviara a su pecho, solo por un momento.
Se veía enorme desde donde estaba.
—¿No le parecía bueno mencionarlo antes de que lo arrastrara hasta aquí? — Aprete los labios y desvié la mirada, solo esperaba ya no poder sonrojarme más. Me moría de la vergüenza— A los vírgenes se les cobra mas ¿Sabe? —
—Es que... ¿Por qué razón? — Ella suspiro, parecía no tener ganas de explicarme eso— ¿No es lo mismo? —
—Porque a ustedes hay que explicarles todo, corazón. Además de que son unos precoces de mierda— Hice una mueca, levemente ofendido— Pero, ya que estamos aquí—
—Espera— La escuche bufar, en su mirada note que empezaba a molestarse— Es... ¿Es posible que no lo hagamos? —
Ahora ella fue la que hizo una mueca, porque sonaba como una estupidez. Yo la convencí con dinero para que aceptara hacer una excepción por mí, aun así.
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𝕮𝖚𝖆́𝖑 𝖊𝖘 𝖊𝖑 𝖕𝖗𝖊𝖈𝖎𝖔 || 🇷🇺ʀᴜꜱɪᴀxᴄᴏʟᴏᴍʙɪᴀ🇨🇴
FanfictionPaso toda su vida siguiendo aquella rutina, manteniéndose al margen de todo aquello que jamás podría tener, porque no tenía derecho a tenerlo. Sueños, ambiciones, gustos, disgustos, placeres. Acostumbrado a las reglas que se le habían impuesto desde...