The walkers.

El nuevo mundo.

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"si no acabamos con ellos, ellos acabarán con nosotros."

Nuevamente se había desvanecido; nuevamente era noqueado. Pero esta vez un dolor punzante en su cabeza le hizo reaccionar. Al intentar moverse, se dió cuenta que estaba atado, de manos a pies, a una cama. Trató de zafarse de los agarres, con el pánico a flor de piel. Mientras él trataba de moverse, una voz masculina lo interrumpió. "Así que ya estás consiente." Era el chico del rifle, sus ojos esmeraldas se lo hicieron notar. "¿Cómo te llamas?" Su mirada erizó su piel. "Tweek, Tweek Tweak." El rubio que antes se encontraba inquieto, ahora estaba quieto, tenso.

"Así que Tweek." El de ojos verdes se acercó a pasos demorados, haciendo que el cuerpo del rubio se estremeciera y temblará. "Dime qué hacías con ese muerto. ¿Qué tratabas de hace? ¿Morir?" La pregunta del castaño hizo que el chico atado se tensara aún más.

"¿Qué? Tú la mataste." Al escuchar eso, el de ojos verdes soltó una carcajada. "Ya estaba muertas desde antes." Respondió y tomó asiento en una silla a un lado de la cama. "¿Sabes que esa mujer iba a matarte? ¿Sabes que ella trataba de comerte, no?" Sus ojos chocaron con los ajenos, y al ver el estado de confusión del contrario soltó otra carcajada. "¿Tú te refugias bajo una roca o algo así?"

Tweek sintió su cara hervir, se sentía inepto. "Disculpa..." Él se sentía apenado y el chico de a su lado se dejó de reír al notar su timidez. "Estuve mucho tiempo inconsciente en un sótano. Desperté hace horas y traté de buscar a mis padres..." El de ojos esmeraldas vió como poco a poco los orbes azulados comenzaban a inundarse de agua salda, que amenazaba con desbordarse. "... No los encontré, todo lo que logré hallar fueron calles vacías y esa mujer extraña." Al terminar de hablar, sintió como sus ojos se rebalsaba y el agua salada y cálida recorría sus mejillas.

"Tú..¿Enserio no sabes lo que pasa allí afuera?" El de ojos esmeraldas estaba perplejo, ¿Cómo ese chico siquiera sabía lo que pasaba y él estuvo semanas escapando de esas cosas de allí afuera?

"Allí afuera está el nuevo mundo. Un nuevo mundo donde los muertos reinan y acaban poco a poco con los vivos. Ellos se convirtieron en muertos vivientes o algo así, tratan de matarnos o convertirnos en uno de ellos. Si no acabamos con ellos, ellos acabarán con nosotros."

El de ojos verdes vió como las lágrimas aumentaban en las ventanas azuladas, comenzando a desbordarse. Él pensó que si lo desataba cesarían, pero no fue así.

"Tal vez... Ellos mataron a papá y mamá. Tal vez por eso no se encontraban en casa." El temblor en el delgado cuerpo, que solo portaba una bermuda de jeans y una camisa verde oliva, comenzó a temblar, manifestando espasmos y haciéndose bolita en su lugar.

"Hey, no seas pesimista, tal vez tus padres sigan vivos. Tal vez ellos evacuaron como los medios lo sugerían... Tal vez estén allí afuera." El chico dejo el rifle que posaba en su regazo en la silla y pasó a sentarse en la cama, al lado del chico hecho bolita, que abrazaba sus piernas y escondía su cara en sus rodillas, ahogando sus llantos.

"Soy Douglas. Tal vez no sea el mejor momento para presentarme, pero te prometo que si dejas de llorar te ayudaré a encontrar a tus padres." Tweek asomó sus ojos por encima de sus rodillas y logró ver la dulce sonrrisa que el chico de orbes esmeraldas y hebras castañas le manifestaba. Tweek secó sus lágrimas y le agradeció. Todavía no se sentía del todo bien, pues ese pensamiento pesimista no salía de su cabeza, pero existía la posibilidad de que fuera como el chico de dulce sonrrisa le decía. Tal vez sus padres estaban vivos, tal vez ellos evacuaron como el castaño había dicho, tal vez.

El sol comenzó a ocultarse por la frontera, anunciando que la noche estaba a la vuelta de la esquina.

Tweek se encontraba ayudando al chico de ojos esmeraldas, que se había presentado como Douglas, a tapar las ventanas de la vivienda que habían tomado para pasar la noche, junto al amigo del chico de esmeraldas; Kevin. Él había noqueado a Tweek, de un batazo, pero luego se disculpó, a regañadientes; ya que Douglas lo había forzado a hacerlo, pero se disculpó.

Douglas le explicó a Tweek que estaba rondando por esa parte del pueblo ya que necesitaban ir a buscar a un amigo que posiblemente tenía armamento para sobrevivir.

Tweek se ofreció a ayudar a buscar al amigo de Douglas y Kevin. Pero antes debían esperar a que la noche transcurriera. Douglas decía que por alguna razón los muertos vagaban más por la noche y de igual manera estaría más indefensos con tan poca visibilidad en la oscuridad. Por lo que decidieron pasar la noche dentro de la vivienda. Taparon ventas y puertas con muebles y periódicos, también pagaron todas las luces remplazandolas con solo velas.

Ante la presencia y llegada de la noche y la luz de la luna, Kevin decidió subir al piso de arriba a dormir en la cama, donde anteriormente Tweek se encontraba atado. Douglas le dijo al rubio que se quedaría haciendo guardia por lo tanto él debía irse a dormir. Pero Tweek no lo permitió, él consideraba que había dormido lo suficiente como para mantenerse despierto dos días seguidos, por lo que se ofreció a ayudar a Douglas en su misión de vigilancia.

"No puedo creer que tus padres te hayan dejado en un sótano tanto tiempo." Douglas cuestionaba la irresponsabilidad de los padres de Tweek. "No es la gran cosa..." Desvalidó Tweek con timidez. "... De hecho, ellos usualmente me dejan allí cuando me sientan mal las mezclas de papá, estoy familiarizado con ese sótano." La dulce sonrrisa se coló en el angelical rostro. Douglas seguía sin poder comprender el acto de maldad de los padres del rubio, tampoco comprendía cómo el rubio le restaba importancia y lo percibía como algo totalmente usual y normal.

Al transcurso de las horas, el sueño fue reinando en Douglas. El de cabello castaño comenzó a cabecear y el rubio no lo dejó pasar de largo, por lo que le propuso que vaya a descansar, que él vigilaría. Al principio, Douglas no aceptó, pero ante la insistencia del más bajo cesó, aunque con una condición; él dormiría en el sofá que trancaba la puerta, para estar lo más cerca posible si alguna emergencia surgía. Tweek acepto y Douglas dejó que el sueño lo dominará en ese sofá.

La noche transcurrió con tranquilidad, apesar de que los ruidos y gruñidos que causaban los muertos, que asustaban a Tweek. Él pasó la mayor parte de la noche llorando en silencio; para no despertar a Douglas, pensando en como había ocurrido todo esto, pensando en los muertos de afuera, pensando que sus padres, amigos e incluso su pareja podrían ser uno de ellos. Su noche transcurrió entre lágrimas y nostalgia al recordar los buenos momentos con todos sus seres queridos.

Luego de llorar un largo rato, Tweek cesó ante el sueño y en un escalón de la escalera frente a la puerta y el sofá, cayó rendido, con sus rodillas ocultando su rostro.

Continuará...