Capítulo 11

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La primera vez
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Alerta. Contenido Sexual

Undécimo mes del año 123 d

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Undécimo mes del año 123 d.C

Gwen deslizaba con suavidad el cepillo por mi cabello, y el sonido rítmico me relajaba. Llevaba tiempo preparándome para el día, y aunque solíamos hablar de cosas triviales, hoy el silencio se sentía cómodo. Justo cuando estaba a punto de comentar algo sobre las fiestas próximas, escuchamos unos golpecitos en la puerta.

- Voy yo - dijo Gwen, dejándome un momento mientras caminaba hacia la puerta.

Al abrir, la vi regresar con un ramo de violetas en las manos. Me quedé perpleja.

- ¿Qué es eso? - pregunté, extrañada.

- Es para ti - dijo Gwen, tendiéndomelo.

Tomé el ramo con curiosidad, sintiendo el aroma suave y dulce de las flores. Entre los tallos, una pequeña nota estaba cuidadosamente enrollada. La desenvolví, mi corazón acelerándose sin razón aparente mientras leía: "Esto es solo el primero de muchos. Perdóname, Aegon."

Una sonrisa tonta se formó en mis labios, y Gwen, observándome, arqueó una ceja.

- No es típico de Aegon - dijo, con cierta cautela - No deberías confiarte.

- Lo sé - le respondí, guardando la nota - Pero aun así, es un bonito detalle.

Salimos de la habitación juntas, pero apenas habíamos avanzado unos pasos cuando me encontré de frente con Aegon en el pasillo. Me detuve y lancé una mirada a Gwen, quien entendió de inmediato.

- Con su permiso, me retiro princesa - se despidió Gwen, desapareciendo tras un gesto de cortesía hacia Aegon.

Nos quedamos solos, y el aire entre nosotros se sintió distinto. Aegon me observó con un gesto ambiguo.

- ¿Quieres pasar a mi habitación? - le pregunté.

Él asintió, y ambos entramos. En cuanto cerré la puerta, noté que sus ojos se dirigían al ramo sobre la mesa.

- ¿Te ha gustado? - preguntó con un toque de inseguridad.

Me acerqué a él, sonriendo.

- Ha sido un detalle muy bonito - le dije, inclinándome para darle un pequeño beso en la mejilla.

Aegon pareció sorprendido por mi gesto, y en su asombro, intentó acercarse para besarme de nuevo, pero lo detuve suavemente, colocando un dedo sobre sus labios.

- Ha sido un bonito detalle - repetí - Pero es muy pronto para empezar algo.

Él asintió, algo incómodo, pero sin discutir. Ambos nos sentamos en el sofá de la habitación, y la tensión en el aire se disolvió poco a poco.

Entre dragones y lobos - (Aegon Targaryen & Cregan Stark)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora